Para empezar

Trabajar en Ibiza

Verónica Carmona

Verónica Carmona

No sé cómo será vivir en un castillo pero sí en un piso cuyo precio del metro cuadrado es desorbitado y cuyo valor casi se ha duplicado en menos de un lustro. Comprar una vivienda en la isla es difícil ya incluso para una pareja, ni qué decir ya si vives sola. La insularidad se paga bien cara y teletrabajar se ha convertido en la opción más rentable, siempre que sea posible. Los nómadas digitales me parecen seres privilegiados, animales mitológicos, sin ataduras a una zona geográfica. A veces fantaseo con esa posibilidad: vivir en un pueblo costero, porque no me hallo lejos del mar, que aún no esté explotado turísticamente, si es que eso existe. Trabajar en Ibiza sin vivir en la isla es algo que ya está pasando, conozco casos. Pero no todos los empleos se pueden externalizar en un lugar que vive sobre todo del turismo. El problema de la vivienda es crónico en la isla, sólo va a peor y, sin embargo, toda la máquina de hacer dinero sigue funcionando. Todas las piezas encajan de una manera u otra para que cada temporada se cubran los puestos que demanda la hostelería y los servicios básicos se ofrezcan. La isla parece tener un imán que atrae a vivir en ella pese a las dificultades que esto conlleva. Todavía hay gente que sueña con venir a trabajar a Ibiza.

Suscríbete para seguir leyendo