Para empezar

La memoria de mi madre

Fernando de Lama

Fernando de Lama

Mi madre se enfada mientras mira el telediario. ‘¿Qué querrán estos ahora?’, ‘¿adónde nos quieren llevar?’, exclama. La crispación política la enciende. Piensa en que sus hijos y sus nietos puedan vivir lo que ella vivió y se pone enferma. A sus 93 años el cuerpo le empieza a fallar, pero conserva intacta la razón y su memoria fresca y precisa. Vivió la Guerra Civil siendo sólo una niña, entre los 6 y los 9 años, pero aún siente el miedo, la rabia y la angustia de aquellos días... Y cuenta otra vez la historia del obús que cayó en el pozo. ¡Qué suerte! Unos metros más allá y hubiera reventado la casa familiar. Incluso los cerdos se salvaron. Y luego el hambre y el frío. Y su hermano adolescente Mariano regresando del frente convertido en un esqueleto comido por los piojos. Y las mil penurias de la posguerra, buscando moras y bellotas para poder comer, y los viajes en tren de polizona a Segovia a por una hogaza de pan negro siendo aún una niña, y su hermana Pilar, que hoy tiene 97 años, cuidando niños a cambio de un trozo de jabón... No es extraño que se pregunte hacia dónde vamos y que se la lleven los demonios. Parece que todo eso está quedando en el olvido, pero mientras estén vivos los que sufrieron esa época hay que escucharles, porque nos devuelven la memoria.

Suscríbete para seguir leyendo