No son 5 tránsfugas, son 1+1+1+1+1 tránsfugas

«Los autores de la charlotada no funcionan como un quinteto, se apuñalarán mutuamente en cuanto surja la oportunidad»

La primera patraña de los cinco comicastros de Vox es presuponer que se expulsa por las bravas a un presidente del Parlament, son los riesgos de creerse un neofranquista con mando en plaza. El reglamento que ignoran de la cámara no concreta las causas de destitución, y el Supremo se mostró muy estricto al convalidar los argumentos de Podemos para suprimir a Xelo Huertas. El Tribunal la culpó de «un descrédito para la imagen pública» de su partido, y de haber defendido intereses privados antes que públicos, por lo que la formación sancionadora actuó de modo «razonable». Comparen con la versión de la ultraderechista Idoia Ribas para desplazar a su colega Gabriel Le Senne, vaguedades sobre el funcionamiento interno del grupo a la altura intelectual de la oradora.

La segunda patraña de la conjura cantinflesca se basa en la aceptación de que Balears se enfrenta a cinco tránsfugas bregados, un comando consolidado de reaccionarios dispuestos a inmolarse frente a su propio partido. Nada más falso. No son 5, son 1+1+1+1+1, cada uno por su lado. Se han apelotonado sin necesidad de siglas para labrarse un porvenir con los votos ajenos. ¿Cuántos de los 62.000 votantes de Vox en mayo conocían a Idoia Ribas, y qué envidia dan quienes todavía tienen el placer de no identificarla?

Los 1+1+1+1+1 autores de la charlotada no funcionan como un quinteto, se apuñalarán mutuamente a la mínima oportunidad. Por ejemplo, en cuanto perciban que su traición solo pretende colocar a Ribas en la presidencia del Parlament y a Sergio Rodríguez en una conselleria, con las migajas para los restantes 1+1+1. Es noticia consignar que Ignacio Garriga ha dicho una verdad, pero su balance de «cinco sujetos que se han movido exclusivamente por su ambición personal» es inapelable.

Los 1+1+1+1+1 no esperaban una expulsión de su partido, por lo que más de uno debe arrepentirse ya de su alineación en un colectivo a la deriva. Si Vox contara con un estratega de la talla de Rubalcaba o Miguel Ángel Rodríguez, ya habría comprado a tres (1+1+1) de los farsantes, para que expulsaran a Ribas y Rodríguez con la misma interpretación torticera del Reglamento esgrimida contra Le Senne. Bien mirado, bastaría amenazarles con una campaña de la jauría de pseudoperiodistas que apacentan los postfranquistas, como la consagrada en su día a Jorge Campos.

Por mucho que se les quiera utilizar como espantajos solidarios, no existe ningún factor de cohesión en los 1+1+1+1+1. Se levantan un lunes y denuncian el centralismo de un partido al que se afiliaron precisamente por su jacobinismo madrileñista. Los cinco tránsfugas carecen de un factor de cohesión. No le sirven de socios desvencijados a Marga Prohens, porque el comportamiento ruin nunca se enfoca como un láser, vomita su estallido en todas direcciones. De ahí que Fulgencio Coll, el único personaje de esta página que aporta más a su partido que viceversa, haya formulado un adelanto electoral como propuesta racional, por lo que tiene escasas posibilidades de triunfar.

En este punto del chantaje, Isabel Díaz Ayuso activó el arma nuclear de las elecciones anticipadas de 2021, pero a su titubeante imitadora Prohens le faltan valor y tiempo. A diferencia de la expulsión de Le Senne que se inventaron los tránsfugas sin apoyo legal, el adelanto de los comicios está perfectamente tasado en el Estatut. Allí se establece que «No procederá ninguna nueva disolución (del Parlament a cargo de la presidenta del Govern) antes de que haya transcurrido un año desde la anterior». Armengol clausuró la pasada legislatura el 3 de abril.

Respecto a la izquierda, el PSOE no debió ofrecerse jamás para facilitar la investidura y los presupuestos. Sin embargo, ahora está obligado a contribuir a la continuidad de Le Senne frente a un mal mayor. Debe hacer de la necesidad, virtud, como su querido Sánchez. Solo hay un error superior a tomarse en serio la amenaza de los patanes. Tomarla en broma.

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