Para empezar

Turismo de aventura en la Ibiza de 2079

Fitur, 2079. «Si visitan Ibiza no se arrepentirán. Vivirán una experiencia inolvidable. Podrán recorrer Dalt Vila, nuestra joya de la corona, una ciudad amurallada libre de molestos lugareños, y pasear por el puerto, del que hace décadas desaparecieron las cutres y malolientes barquitas de pesca. Por cierto, les garantizamos que no queda ya ni un solo restaurante en el que no se sirva caviar, no se vayan a creer que éste es un destino para pobretones. En las principales calles de la ciudad encontrarán todas las tiendas en las que están acostumbrados a comprar, exactamente iguales, ¡se sentirán como en casa! ¡Mejor! ¡Como en cualquier otro sitio del planeta! Aquellos a los que no les gusten los hoteles no tienen de qué preocuparse, hace años que toda la isla fue declarada territorio de alquiler turístico de alto standing. Los aborígenes, los pocos que quedan, viven en recónditas cuevas en acantilados. Si les gustan las emociones fuertes, el turismo de aventura, no se pueden perder la excursión a una de estas grutas. Un viaje al pasado de la isla en el que un viejo indígena les explicará en su extinta lengua -no sufran, que la tarifa incluye un traductor- cómo era la vida de antaño, cuando los yates dejaban ver la puesta de sol sobre el mar, en las playas el agua era turquesa sin necesidad de tintes y los isleños se tumbaban a tomar el sol directamente sobre la arena. ¡Unos salvajes!».

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