Para empezar

Ver una papallona que vola

La lengua catalana es parte de la identidad de esta isla. Lo supe desde el día en que llegué, al igual que tuve claro que es algo que hay que cuidar. La estudié porque me gusta. Porque las lenguas son cultura y porque no quería perderme las conversaciones con la abuela casi centenaria de mi marido, a la que en castellano le costaba hacerse entender. Desde entonces solo me ha traído cosas buenas y muchas oportunidades. Por eso no puedo evitar sonreir cuando mi hijo, que aún está aprendiendo a hablar, me dice que su pijama tiene una papallona que vola o que quiere baixar al parque. No entiendo qué problema tiene la ultraderecha con que en Ibiza (y en todas las Balears) se hable catalán. Y me parece muy serio y fuera de lugar que se compare su enseñanza en los centros educativos con el adoctrinamiento de los talibanes. Quieren desvirtuar el buen propósito de la educación en una lengua que es propia y socavan esta diversidad que enriquece la isla. Los niños de hoy no hablarán catalán con los turistas internacionales que vengan a Ibiza, no, pero tampoco castellano. ¿Les enseñamos sólo inglés? La enseñanza del catalán no es adoctrinamiento; es una puerta abierta a preservar cultura y conocimiento, algunos parece que quieren limitarlo y no creo que les hagan ningún favor a sus hijos.

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