Premis Sant Jaume

La semana pasada el Consell Insular de Formentera, con motivo de la Diada festiva de Sant Jaume del próximo lunes, otorgó la medalla de oro a Teresa Costa Castelló a título póstumo, ya que falleció el pasado mes de noviembre por un cáncer que fue devorando su vida, pero no su reconocimiento y la semilla sembrada con tanto cariño y entrega durante toda su existencia. Un reconocimiento a una vida entregada hacia los más desfavorecidos, hacia los más necesitados, hacia todos aquellos que, como sus propias hermanas, Esperanza y Toñi, comentaban en una entrevista ofrecida días pasados a Ràdio Illa, dándose cuenta de detalles y de necesidades que a los demás se nos pasaban por alto.

Una persona luchadora y reivindicadora de los derechos y la justicia a favor de aquellos que en nuestras islas tan ricas la marginación hace que sus vidas sean insignificantes a la vista de los demás.

Una persona que se quejaba poco y trabajaba mucho, siempre con una leve sonrisa que iluminaba todo aquello que ella realizaba. Implicada en un sinfín de actividades, lúdicas, deportivas, culturales, musicales, sociales, y todo desde una fe en un Dios Padre amoroso que entregó a su Hijo Jesucristo para ayudar a los más desfavorecidos, y ella, como verdadera hija de Dios, trabajó para imitar su ejemplo. Una medalla bien otorgada, un reconocimiento bien merecido. Agradecer a las voluntarias y voluntarios de Formenterers Solidaris, entidad fundada por ella juntamente con un buen grupo de mujeres de la que fue también secretaria, que continúan la labor de la entidad con el mismo espíritu que impulsó a Tere a trabajar por los demás.

Agradecer no solo al Consell de Formentera el reconocimiento de la labor realizada por Tere por el bien de la isla de Formentera sino también a todos los amigos y amigas de Tere, que no solo la tienen en el recuerdo constante, sino que continúan con mucho cariño la tarea que ella nos enseñó a llevar a cabo. No solo permanece su recuerdo entre nosotros, también su buen obrar y su entrega, con y sin medalla, porque ella no necesitaba ninguna medalla, quizás por eso se lo merece más que nadie. Que el ejemplo de una vida entregada como la de Tere nos ayude no solo a admirar su labor sino sobre todo a imitar su labor. Continua habiendo mucha gente que necesita de nuestra colaboración en el mundo social, cultural, musical, asociativo, … un enorme gracias.

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