Para empezar

Un adiós que llega tarde

José Miguel L. Romero

José Miguel L. Romero

Qué mala es la vejez mal asumida. Llega una edad en la que deberíamos ser conscientes de que es mejor apartarnos, de que son otros los que deben acaparar el protagonismo y que lo que toca es vivir intensamente pero sin llamar la atención ni hacer el ridículo. Y si no somos conscientes, alguien nos lo debería avisar. Da pena ver ahora a Ramón Tamames, aquel admirado profesor y teniente de alcalde de Madrid en quien muchos depositamos tantas esperanzas y que ahora entona su patético canto del cisne de manos de quien antaño repudiaba. Por merluzo que sea Pedro Sánchez, por necesario que sea acabar con los dislates diarios de su gobierno, ¿le merecía la pena dejarse seducir por Abascal para ser arrastrado al lado pestilente de la historia? Le ha perdido el ego. En ese sentido hay que agradecer a Vicent Torres, expresidente del Consell de Ibiza, que al fin decida no presentarse en listas, cosa que tendría que haber hecho hace muchos años. Extraña que en su entorno nadie se lo advirtiera, sobre todo tras sus derrotas consecutivas con el alcalde, primero, y presidente insular, luego, Vicent Marí, tan mal asumidas que, de alguna manera, se ha vengado intentando mancillar la imagen honesta de su némesis. A ver si su sucesor, el jovencito Josep Marí Ribas, repara a tiempo semejante desatino.

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