La angustia de los pacientes oncológicos

Cristina Martín Vega

Cristina Martín Vega

Lo que nos alarma y preocupa a los pacientes de cáncer pitiusos es que solo haya un oncólogo en Can Misses (la otra sigue de baja), y no que se denuncie este despropósito. Es más, necesitamos que se denuncie para que se complete de una vez la plantilla y se cubran las tres plazas de oncólogos vacantes. Necesitamos que los responsables de la sanidad pública, el Govern balear, el PSOE y Unidas-Podemos se pongan las pilas y sean conscientes de la gravedad de la situación, y de que la solución de que se desplacen especialistas del hospital mallorquín de Son Espases es un parche y hace aguas. El miércoles, la niebla en el aeropuerto de Palma impidió que salieran aviones. El oncólogo no pudo llegar a Eivissa, por lo que sus consultas se retrasaron y se hicieron por videollamada. Hay pacientes que aún esperan angustiados la cita para una revisión que deberían haber tenido en septiembre. Es mentira que los pacientes tengamos un oncólogo siempre a nuestra disposición, como aseguran algunos socialistas empeñados en negar la evidencia, que dicen que denunciar la falta de oncólogos en Can Misses es atacar a la sanidad pública (cuando en realidad es reivindicarla y exigir un derecho), y que quieren transformar la cruda realidad en un mundo de Yupi mediante retórica hueca. Pero negar lo que está ocurriendo, que el servicio de Oncología está desmantelado en Can Misses, no es ayudar a los pacientes pitiusos, sino al contrario: ignorar su sufrimiento, su desamparo y su angustia.

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