La falta absoluta de escrúpulos de quienes siguen aprovechándose en Ibiza de la falta de viviendas a precios acordes a la media de sueldos que se pagan en la isla. Alquilan e incluso subalquilan habitaciones por 500 euros al mes. Sin contrato, claro. Una parte de quienes arriendan estos insultos a la inteligencia y la dignidad son los propios inquilinos, no los propietarios de las viviendas. Es muy posible que hayan alquilado su residencia a un precio elevado y quieran reducir el coste, pero eso no justifica que se aprovechen de la gente. Las administraciones, sobre todo Hacienda, deberían perseguir estos alquileres, que se ofrecen a través de las redes sociales.
Que un coche de segunda mano, del mercado de ocasión, cueste ahora lo mismo o incluso más que cuando salió del concesionario. Es uno de los efectos que está teniendo la crisis, que afecta tanto a la fabricación de microchips, semiconductores y cables eléctricos como al transporte de mercancías. Todo ello provoca un aumento hasta del 30% en estos vehículos de segunda mano.