Este es el cargamento de suciedad que obtuvieron el pasado sábado dos vecinos de Sant Antoni después de limpiar durante dos horas la zona comprendida entre la rotonda de Sa Casilla y Can Tomás: diez bolsas de basura llenas de latas y plásticos más una docena de botellas, y que deja a las claras que seguimos impermeables al más mínimo civismo.
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