El Puig des Molins, en el poniente la Ciudadela, entre la Necrópolis y el mar, es un espacio singular de incuestionable valor histórico, sociológico, etnológico, paisajístico y patrimonial. Era un sinsentido que el topónimo que creó la ciudadanía en su momento por los nueve molinos harineros que tuvo en su día la cresta de la colina perdiera los elementos que, todavía hoy, justifican su nombre.
De los cuatro molinos que estaban en su levante y los cinco en su poniente, sólo nos quedan tres, entre ellos, el d’en Pep Joan, posiblemente del siglo XVI o principios del XVII, lo que le convierte en uno de los más antiguos y, por fortuna, en relativo buen estado de conservación. Que lo haya adquirido el Consell es una magnífica decisión y cabe esperar que se mantenga en ellos su bellísima y sugerente arboladura. Sería una forma de recuperar el icónico perfil de la colina.
Me pregunto cuántas torres de molinos de viento, harineros y de agua, tenemos todavía en Ibiza. Quiero pensar que, como mínimo, los tenemos inventariados.
Hace unos años, siempre que llegaba a Ibiza en avión, sobre todo si enfilábamos la pista por levante –hoy se toma tierra por poniente, por es Vedrà y es Jondal- era perfectamente visible el punteado que en el Pla de Sant Jordi creaban las torres desnudas de antiguos molinos. Todavía se mantienen en pie un buen número de ellos. Sin uso en nuestros días y en manos privadas, poco a poco desaparecen devorados por el tiempo que pasa. Es una pena que no se pueda hacer algo por mantenerlos y recuperar en algunos sus velas.
En la vecina Mallorca tenemos
un caso prácticamente idéntico, también junto al aeropuerto y en el llano que tiene el mismo nombre que el nuestro, el Pla de Sant Jordi. En él se han catalogado más de 800 molinos, muchos de ellos con su arboladura. Consciente el Consistorio palmesano del valor agrícola, paisajístico y también turístico de la zona, está haciendo un gran esfuerzo por preservar tan impresionante legado. Es sólo un sueño, pero, a pequeña escala, sería una maravilla que se pudiera hacer algo parecido en Ibiza.
