Este fin de semana ha finalizado la semana de oración por la unidad de los cristianos, una semana en la que en diferentes lugares se unen distintas confesiones cristianas para rezar juntos por la unidad, descubriendo que hay más realidades que nos unen que las que nos separan.

Este fin de semana también celebramos la Jornada de la Infancia Misionera. Una Jornada para rezar por las misiones y para ayudar en los proyectos que se llevan a cabo en países en vías de desarrollo, pero de manera muy especial con la implicación de los más pequeños, de los niños y niñas de nuestras comunidades.

Los dos acontecimientos han tomado como referencia una realidad que se repite en nuestro día a día. El hecho migratorio, la acogida, la huida... Rezar por la unidad, implica «ayudar a los países que los emigrantes abandonan, promoviendo en ellos el respeto a los derechos humanos, la libertad religiosa y el bienestar social que ahora no pueden legítimamente ofrecer a cuantos se ven obligados a emigrar», según podemos leer en el mensaje de la Conferencia Episcopal emitido para está semana de oración.

La «humanidad poco común» a la que se hace referencia el lema de la semana de ecumenismo está narrado en el libro de los Hechos de los Apóstoles (28,2) en el que habla del apoyo y la acogida que recibieron unos náufragos al llegar a las costas de Malta. La misma humanidad a la que hace referencia la Jornada de Infancia Misionera cuando habla de la acogida que necesitan los refugiados recordando como María, José y el Niño se vieron obligados a salir de Israel y ser refugiados en Egipto.

El mundo necesita de una «humanidad poco común», una humanidad capaz de acoger, de integrar, de respetar, de promover políticas que ayuden a los más desfavorecidos, a los que por el hambre, la guerra y diferentes circunstancias de la vida se ven obligados a salir de sus tierras. Una humanidad que sea garante de nuestra condición de seres humanos.

En un mundo continuamente dividido por los conflictos, se nos recuerda que es más importante lo que nos une que lo que nos separa.

Eliminar barreras, echar abajo muros y levantar puentes.