Que ni el presidente de la Autoridad Portuaria, Joan Gual de Torrella, ni el alcalde de Eivissa, Rafa Ruiz, supieran determinar el martes, en la presentación del futuro aparcamiento subterráneo del puerto, con capacidad para 691 vehículos, cuántas plazas estarán reservadas a los residentes y cuáles serán las tarifas. Gual de Torrella se limitó a señalar que la APB es «sensible» a las peticiones de los vecinos y Ruiz que trabajarán para lograr ese objetivo «dentro de lo razonable».

El intolerable comportamiento de los taxistas en el primer día de permiso para volver a entrar en el puerto. El Ayuntamiento de Eivissa había indicado que solo cuatro vehículos podrían cruzar la barrera, pero nada menos que 200 hicieron cola para recoger o dejar a clientes en la zona portuaria. Tanto el presidente de la APB como el alcalde de Eivissa criticaron con dureza el proceder de los taxistas y les recordaron que no hay parada en el puerto, sino en Bartomeu de Roselló. Si se repite, amenazan con cerrarlo de nuevo a los taxis.