Claridad contra el nacionalismo

La prensa catalana, La Vanguardia en particular, está observando atentamente el discurso de Pedro Sánchez en lo tocante a la cuestión soberanista. Y no hay equívocos: en los últimos días, el secretario general del PSOE se ha expresado sobre el particular en Cataluña y en Navarra. En esta comunidad, en concreto, ha manifestado que «el PSOE es el partido de la igualdad no de la identidad». Y ha definido su proyecto como «de izquierdas, autónomo, alternativo a la derecha, sin derivas identitarias y plenamente constitucional».

Esa misma prensa destaca, como si quisiera encontrar una relación causal, que las encuestas dan resultados malos al PSOE en Cataluña, en Navarra y en Euskadi, que es donde la cuestión identitaria tiene relevancia. Pero no hay que engañarse: esta caída de popularidad se debe a la anterior deriva soberanista del socialismo, especialmente en Cataluña, donde el tripartito de Maragall seguía poniendo multas a quienes rotulasen sus establecimientos en castellano, y no a la rectificación de ahora, en la que queda claro que el PSOE no es nacionalista por la sencilla razón de que es imposible ser nacionalista y de izquierdas al mismo tiempo, a menos que tergiversemos el significado de las palabras.

En definitiva, al menos en esta cuestión, el PSOE ya ha abandonado cualquier atisbo de ambigüedad, y a buen seguro que las antiguas clientelas del socialismo en esas comunidades terminarán dándose cuenta de ello.