La ruta que os proponemos hoy permite disfrutar de las fantásticas vistas de la bahía de Portmany y la isla de sa Conillera, una de las más espectaculares de la isla.

A pesar de tratarse de una ruta apta para casi todos los públicos su duración, de unas 3 horas o 3 horas y media, hace recomendable llevar ropa y calzado cómodos. Los carritos de bebé no pueden acceder por todos los puntos del itinearario.

La ruta comienza en el ayuntamiento de Sant Antoni, que se encuentra en el paseo del puerto de dicha localidad, y de ahí tomaremos el paseo que va costeando hacia la playa Caló des Moro. Pasaremos por emblemáticos lugares donde los turistas gustan de disfrutar la famosa puesta de sol portmany, como el Café del Mar o Mambo, y seguiremos el paseo siempre dejando el mar a nuestra izquierda.

Pasado el Caló des Moro llegaremos a Sa Cova de Ses Llagostes, que pasaremos por detrás retomando el camino que sigue pegado a la costa.

Pronto llegaremos a la siguiente playa: Cala Gració, que cruzaremos, subiendo luego las escaleritas que salen de ella para llegar a Cala Gracioneta, que también cruzaremos, siempre siguiendo el sendero junto al mar.

En este punto llegaremos a unas casetas de pescadores que parecen anunciar el final del camino, pero si miramos bien encontraremos unas escaleras talladas en la roca que nos permitirán continuar nuestro camino.

Cuando lleguemos a la terraza del Hostal La Torre tendremos ya de frente Cap Nonó, Sa Foradada y Cala Salada. Siguiendo un poco más llegaremos a Punta Galera, una de las calas más apreciadas por los ibicencos por sus cristalinas aguas, y continuaremos hasta lo que la gente conoce como Cala Yoga, donde el camino empieza a estar asfaltado.

Justo después de pasar una pista de tenis, encontraremos un cruce con un callejón a la derecha en el que veremos unas escaleras que nos conducirán a nuestro destino: Cala Salada.