Desde que nació en el año 2000, la bodega Terramoll ha logrado producir unos vinos que, a día de hoy, visten la mesa de muchos restaurantes de la isla y llenan las copas de visitantes de todo el mundo.

Conocer los productos locales es una moda que ha permitido, en un destino tan internacional como Formentera, que los vinos locales lleguen a paladares de diferentes países sin salir de la isla.

Los vinos de Terramoll son un homenaje a Formentera. |

La bodega Terramoll se inauguró hace más de 20 años, ¿cómo ha ido evolucionando en este tiempo?

En los inicios se empezaron a cultivar las viñas plantando variedades tintas. Poco a poco se fueron cultivando variedades blancas, al constatar que los vinos más demandados en las Pitiusas eran los blancos y rosados. De esta forma, se fue aumentando poco a poco la producción de variedades blancas y se redujo la de tintas. La de rosados se ha mantenido siempre.

A veces hay confusión con lo que es un vino orgánico, ecológico o bio. ¿Hay diferencias entre estos conceptos o son todos lo mismo?

Orgánico es sinónimo de vino ecológico o vino bio. Su denominación depende del país: los anglosajones usan más el concepto de orgánico, aquí más el ecológico, y Francia el bio. ¿Qué es lo más importante en un vino ecológico? Que la uva proceda de la agricultura ecológica. En las viñas no puedes aplicar herbicidas al suelo, abonos de síntesis o minerales, y a las plantas sólo les puedes echar fungicidas e insecticidas que estén aceptados en agricultura ecológica. No se pueden usar químicos que son perjudiciales tanto para los insectos y demás organismos beneficiosos como para el medio ambiente en general.

¿Y cuando hay plagas?

Hay insecticidas que eliminan la plaga pero afectan a otras especies, por lo que no se pueden utilizar en las producciones ecológicas. Se usan insecticidas extraídos de plantas, de los que sólo hay dos o tres aceptados por la agricultura ecológica.

¿Qué caracteriza a esos productos?

Son productos que se desintegran muy rápido, con los que no hay peligro de intoxicación, respetan el entorno, a las abejas… No matan toda la plaga, sino que dejan que la fauna útil, la que acaba con los insectos ‘malos’, se mantenga viva. Si practicas la agricultura ecológica durante unos años haces que el propio viñedo se autorregule. Este llega a un equilibrio en el que los insectos beneficiosos controlan a los perjudiciales y es más difícil que estos últimos lleguen a ser una plaga. Este proceso lleva un cierto tiempo, pero es lo más viable a medio y largo plazo.

¿Todos los vinos Terramoll proceden de agricultura ecológica?

Sí, nosotros practicamos la agricultura ecológica en todas las viñas. Buscamos siempre el equilibrio entre las plantas, el suelo, el clima y los microorganismos. Todos los viñedos de Terramoll tienen certificación ecológica.

La bodega está ubicada en la Mola, y se puede visitar. |

Ricemos el rizo: ¿ todos los vinos de agricultura ecológica son ecológicos, o hay más requerimientos para lograr esta etiqueta?

Sólo puedes hacer vino ecológico con uva 100% certificada ecológica, pero también hay otros requerimientos en los procesos. ¿A qué te obliga en la bodega? Limita las dosis que se pueden usar de sulfito, que es el conservante más usado en enología. Además, está prohibido el uso de aditivos químicos, de cualquier producto que no proceda de las propias uvas o que no tenga un origen natural, y también de ciertos procesos físicos. Todos nuestros vinos (los tres blancos, el rosado y los tres tintos) son certificados ecológicos. El único que no lo es es el vermut que hacemos, porque el vino base es ecológico, pero no todos los ingredientes lo son. Lleva vino, mosto, mezcla secreta de aromatizantes para el sabor y un poco de alcohol añadido.

¿Y de qué hablamos cuando nos referimos a vinos naturales?

Los vinos naturales son una corriente diferente. Se supone que el vino natural también está hecho con uvas ecológicas, pero no hay regulación a nivel español, cada uno hace lo que le parece. El concepto básico es un vino producido con la mínima intervención de las personas. Es como hacer vino payés, sin ponerle levaduras ni sulfitos. Un vino que fermenta solo. Hay que producirlo sin química, seleccionando mucho la uva, ya que al no llevar conservantes es importante que no se estropee. Nosotros tenemos una línea de vinos naturales, sin sulfitos, que son el Melqart, que hemos hecho por tercer año, y el Astarté, un blanco que hicimos por primera vez la vendimia pasada.

Los vinos Terramoll están producidos íntegramente en Formentera, y transmiten ese carácter local no solo en el propio vino sino también en sus nombres, las etiquetas…

La estructura, salinidad y demás características de nuestros vinos recuerdan a Formentera, así que a la hora de vestirlos es importante que también te acerquen a la isla. Tenemos los vinos Astarté y Melqart, que son dioses fenicios. El Savina hace referencia tanto al árbol tan característico de Formentera como al puerto (de ahí la etiqueta, que es una red con los colores de Formentera).

Rosa de Mar...

El Rosa de Mar homenajea a ese color del mar de las salinas con los minerales, que hay épocas que es totalmente rosado. También tenemos el Virot, por la pardela balear que está en peligro de extinción, y el Lliri, por el lirio de agua o blanco que crece en los sistemas dunares de Formentera. Es Monestir está elaborado con la uva que sacamos de los viñedos donde se cree que estaba el monasterio de Santa María, en el que habitaban tres monjes agustinos que ya cultivaban ahí la viña en el siglo XIII. Y, por último, el vermut EsCaló. Se cree que los monjes ermitaños desembarcaron en Es Caló, que era el puerto de entrada a Formentera antes de la Savina.

Han vuelto a producir vino dulce este año.

El vino dulce tiene menos rotación que los secos o jóvenes, así que lo hacemos cada varios años. Vendemos el 80% de nuestra producción de vinos a negocios de restauración y hostelería. Cuando la gente va a cenar o a comer pide blanco o rosado seco, no pide tintos o blancos dulces. El consumo de estos vinos es muy residual, es una rotación muy pequeña. Es un vino que gana complejidad en botella, y lo hacemos sólo en determinados años.

¿Por qué lo producen ahora?

La producción de vino dulce se nos acabó en 2021, así que la vendimia de ese mismo año ya quisimos hacerlo, pero las condiciones ambientales no fueron buenas para su elaboración. Tuvimos que esperar hasta el año pasado, que fue excepcional en cuanto a la cantidad y la calidad de la uva. Fue un verano muy seco, sin tanta humedad ambiental, que permitió que la uva se mantuviera muy sana. Para el vino dulce hay que dejar que la uva sobremadure, que se haga pasa. Dejamos hileras de algunas variedades para hacer el vino dulce, y cuando sobremadura, evapora el agua y se va haciendo uva pasa. Para hacer esto tiene que estar la uva muy sana, sin que se estropee. Hemos producido unas 1.300 botellas.

¿Cuándo se consume este vino?

Es un vino bueno para consumir ahora pero gana complejidad en botella. Un vino blanco dulce que normalmente en España se suele consumir para postre, pero como el nuestro no es excesivamente empalagoso, es fresco porque tiene buena acidez, yo lo recomiendo para aperitivo, para acompañar un foie, queso azul, la tosta de sobrassada con miel… Aunque con cremas o un pastel de postre también está muy bien.

Cada vez más vinos de Formentera en los restaurantes de la isla

¿Los restaurantes apuestan cada vez más por los vinos de Formentera?

Es una demanda porque el cliente los pide. Hace unos años en la carta de los hoteles o restaurantes sólo encontrabas Rioja, Ribera del Duero… No tenían referencias de aquí. Pero a los clientes cada vez les gusta más probar el producto local. Además, la gente cada vez está más concienciada con el slow food, el kilómetro cero… Así que ahora en Formentera es poco habitual que locales o restaurantes no tengan algún vino de la isla.

¿Por qué ha costado tanto conseguirlo?

Antes ibas a comer a un restaurante y te presentaban tomate, pimiento y otros productos de Formentera, pero no había vinos de aquí. Nos cuesta mucho competir con vinos de otras regiones, incluso con los de Ibiza. Porque la IGP Vino de la Tierra de Formentera no está reconocida en el exterior. Incluso hay gente que cree la uva la traemos de fuera.

Elaboración de vino en Formentera: una tradición muy antigua

Mucha gente se sorprendería al conocer la antigüedad de la producción de vino en Formentera...

Aquí el cultivo es muy antiguo, pero sobre todo de autoconsumo. La tierra es pobre y el clima es muy extremo. Cuando la gente no tenía riego, plantaba higos y uvas para consumir en fresco o hacer el vino. Lo consumían como un alimento. También se hacía el raïm de penjar. Así se podían consumir las uvas en enero. La singularidad de esta tierra es que nunca ha habido filoxera. Podríamos ser tranquilamente D.O. Formentera, por el pergamino que se encontró que databa de mitad del siglo XIII, en el que se especificaba que la vid ya estaba siendo cultivada en la isla. Por temas burocráticos y de inversión, de momento esto no se ha hecho.

¿Organizan visitas a la bodega Terramoll?

Organizamos visitas durante la temporada estival. Este año empezamos el 1 mayo y las mantendremos hasta el 13 de octubre: los lunes, miércoles y viernes, siempre con reserva. Damos un paseo por las viñas con explicación, se visita la bodega y acabamos en la zona de degustación probando un vino blanco, un rosado y un tinto Terramoll con queso y embutido de Ibiza. A la gente le gusta, le sorprende. Después de estar en la playa cuatro o cinco días, cuando ven la Formentera rural y agrícola les gusta mucho. Y aquí se está muy tranquilo, lejos del bullicio.

La terraza de Terramoll donde se desarrollan las catas y degustaciones. Terramoll

¿Hay algún perfil de visitante que destaque sobre otro?

Vienen tanto visitantes nacionales como italianos, alemanes, ingleses… Este año hay más gente de EEUU, pero esto va cambiando. Hay gente que busca alternativa adicional al sol y playa, personas que vienen más tiempo y tienen ganas de descubrir algo nuevo.

Terramoll: la bodega de Formentera que sigue produciendo vinos a pesar de las dificultades

¿Cuál es la mayor complicación de producir vinos en una isla como Formentera?

Tenemos varias complicaciones, sobre todo a nivel logístico. En Formentera sólo hay dos bodegas produciendo vino de forma comercial. Cuando tenemos alguna avería y necesitamos reparación de maquinaria específica (bombas de frío, prensas…), no hay técnicos especializados (ni en Formentera ni en Ibiza) y tiene que venir alguien de la península para solventar el problema. La vendimia la hacemos en verano. Si tenemos cualquier avería, que venga un técnico de fuera en agosto y tenga que pasar aquí una noche es casi imposible: no hay alojamiento y, si lo hay, el precio es desorbitado. Esto no ocurre en zonas como Rioja, Navarra, Cataluña o Ribera del Duero, donde hay muchas bodegas y, por tanto, muchas empresas especializadas.

¿Cómo les complica el trabajo la doble insularidad?

Otro hándicap que tenemos es el encarecimiento de los productos a causa de esa doble insularidad. En la península haces un encargo de 15.000 botellas y te lo llevan gratis hasta la puerta de la bodega. Aquí lo envían hasta Barcelona y el coste hasta Formentera lo tenemos que asumir nosotros. Un coste que dependiendo del material puede encarecer hasta el 100%; a veces es más caro incluso el transporte que el propio producto. En Formentera seguimos pidiendo transporte de mercancías directo con la península porque a día de hoy todo llega a Ibiza, y de ahí se cambia de barco para traerlo a Formentera. Así que el coste respecto a Ibiza se duplica. Terramoll sin embargo, a pesar de las dificultades, apuesta por seguir produciendo estos vinos tan singulares y característicos porque aportan valor a Formentera.

Conoce aquí más detalles de la bodega Terramoll de Formentera.