Adentrarse de lleno en la historia de Sant Carles resulta sencillo sentándose a la mesa en Ca n’Anneta. Con una copa de hierbas ibicencas en la mano, entre vigas de madera y buzones que sirvieron de conexión con el mundo a los hippies que llegaron a la isla en los 60, este establecimiento invita a desconectar del presente disfrutando de una cocina sencilla y asequible.

La icónica fachada de Ca n’Anneta.

Quien quiere conocer la auténtica Ibiza debe hacer una parada en este pequeño rincón de paz. Quien ya la conoce y la aprecia, no duda en visitar Ca n’Anneta con frecuencia para respirar esa esencia que nunca se ha ido. Y es que, al atravesar la puerta, el cliente se traslada a un contexto que hace continuos guiños a la historia en una casa con más de 150 años.

Lo que nació como una tienda de ultramarinos con un pequeño bar en el siglo XIX, se ha convertido en un punto de encuentro indispensable para residentes y visitantes de la isla en pleno siglo XXI.

En Ca n’Anneta igual puedes sentarte a tomar un café y una copa de hierbas a primera hora de la tarde que a comer con la familia a mediodía o a cenar con tu pareja en un restaurante en el que te sientes como en casa. Disponen de una variedad de tapas que se pueden pedir a cualquier hora del día, y carnes a la brasa, una selección de pescados, pizzas, pastas y ensaladas. ¿El secreto? Presentar platos sencillos, sabrosos y económicos durante todo el año. Porque el paraíso va más allá del verano.