Intercambio de apoyos

¿Quién ostentará la presidencia del Parlament? Todos los escenarios posibles tras el 12-M

Aunque Salvador Illa tiene más papeletas para ser investido, Puigdemont no da su brazo a torcer y la repetición electoral aparece en el horizonte

El hemiciclo del Parlament.

El hemiciclo del Parlament. / Ferran Nadeu

Gisela Boada

El resultado de las elecciones catalanas ha dado un claro ganador, Salvador Illa (PSC), pero la aritmética arroja dudas sobre con qué aliados podrá ser president de la Generalitat, un hito que el líder de Junts, Carles Puigdemont, todavía aspira a disputarle. Solo hay dos opciones con mayoría absoluta: un tripartito de izquierdas o un pacto PSC-Junts. Eso, siempre que no haya una repetición electoral, cuya llave está en manos del tercero en discordia: ERC.

Pero antes de la configuración del Govern, habrá otro pacto decisivo, el de la Mesa del Parlament. Están en juego siete asientos, y los partidos tienen, como máximo, hasta el 10 de junio, un día después de las elecciones europeas, a no ser que el todavía president de la Generalitat, Pere Aragonès, decida avanzar la convocatoria de la sesión.

El PSC, como ganador de las elecciones en votos y en escaños, se muestra abierto a constituir una Mesa "plural" y "sin vetos" -salvo en el caso de la ultraderecha de Vox y Aliança Catalana, tal y como firmaron por escrito junto a ERC, CUP, Junts y Comuns-. Los socialistas llevan por bandera la voluntad de "reflejar la pluralidad" del veredicto de las urnas en el órgano rector de la Cámara, y se muestran abiertos a conversar con todos los partidos, desde el PP hasta la CUP. La presidencia de la Cámara puede ser una pieza cotizada en la cuadratura del círculo para lograr la investidura de Illa.

La elección de la Mesa

Para entender qué puede suponer la presidencia del Parlament -y la composición de toda la Mesa- y cómo puede condicionar la futura investidura, es importante saber cómo se votan sus siete miembros, que son un presidente, dos vicepresidencias y cuatro secretarios.

La votación se lleva a cabo con urna y papeleta, donde cada parlamentario escoge un solo nombre de todos los que se presentan. Para la elección del presidente se requiere de una mayoría absoluta y, si no se alcanza, sale elegido el postulante más votado de entre los dos que hayan recibido más apoyos. En caso de empate, se repetirá la votación hasta en cuatro ocasiones, y si persiste la paridad, será el diputado del grupo parlamentario con más representación el que se convierta en presidente del Parlament.

Después, en dos votaciones diferenciadas, se escogen los dos vicepresidentes y los cuatro secretarios. El funcionamiento es exactamente el mismo, pero en el caso de las vicepresidencias se deciden con los dos nombres con más votos de la votación y los secretarios con los cuatro candidatos que reciban más papeletas.

Estos son los cuatro posibles escenarios para elegir el próximo president del Parlament:

Que todos los partidos se voten a sí mismos

El PSC es el partido que más puede influir en la elección de la segunda institución del Parlament, razón de peso para el resto de formaciones para sentarse a conversar con él para asegurarse un trozo del pastel, teniendo en cuenta que un puesto en la Mesa va acompañado de poder, cargos y recursos. Si no hubiera ningún acuerdo, y cada partido votara a su propio candidato a la presidencia del hemiciclo, los socialistas se quedarían con la presidencia al tener más diputados -42- que el resto de sus contrincantes.

Que Junts y ERC pacten

Pero los socialistas también están amenazados por la suma del resto de partidos: un eventual pacto entre Junts y ERC sumaría 55 votos y si a este acuerdo se suma la CUP, los independentistas llegarían a los 59 votos, frente a los 48 que podría alcanzar PSC con el apoyo -ya ofrecido- de los Comuns, a quiénes podrían compensar después con un asiento en la Mesa. Eso, sin contar que el PP podría dar sus votos para frenar una presidencia independentista, ya que sumarían 63 parlamentarios.

En este escenario y en caso de sumar lo suficiente, la presidencia del Parlament podría otorgarse a los republicanos a cambio de su apoyo a una eventual investidura de Puigdemont, aunque esta deberá pasar obligatoriamente por la abstención de los socialistas para prosperar, algo que Illa descarta por completo.

Que el PSC ofrezca la presidencia a ERC

Los republicanos podrían llegar a un acuerdo con el PSC para ostentar el cargo de la presidencia de la Cámara a cambio de sus votos a Illa, ya sea entrando en el Govern o quedándose en la oposición, como a priori han verbalizado que pretenden. Ambos partidos sumarían 62 apoyoss y, con el posible 'sí' de los Comuns, llegarían a los 68, la mayoría absoluta.

Un acuerdo PSC-Junts

No se puede descartar todavía la posibilidad de que los dos partidos más votados lleguen a un acuerdo. De momento, PSC y Junts mantienen su negativa a pactar el uno con el otro, y ambos lucharán por la investidura. En el caso de que cambiaran de opinión, sus votos juntos sumarían 77. En este contexto, y se siguiera la lógica de los últimos años según la cual el partido minoritario del pacto ostenta gobierna la segunda institución, el escenario podría ser de una presidencia del Parlament posconvergente y un president de la Generalitat socialista.

¿Y el resto?

Hay otros partidos que lucharán por hacerse un hueco en la Mesa, como los Comuns, que podrían solicitarlo a cambio de sus votos a Illa; o el PP, que con 15 representantes y siendo el cuarto partido en las elecciones podría reclamar su cuota, pero les implicaría negociar con el PSC.

De momento, los populares mantienen que no negociará un Govern con Illa -tampoco los socialistas lo tienen en sus planes- hasta que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, rompa sus lazos con el independentismo en el Congreso, pero los socialistas le han tendido la mano y han asegurado que como cuarta fuerza tendría sentido que tuvieran representación: "Es un partido que ha pasado de 3 a 15 escaños, no lo podemos ignorar", declaró Alícia Romero en La 2, y garantizó que la comisión negociadora socialista, organismo del que forma parte, abrirá conversaciones con el PP.

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