Caso Erial

El amigo de Zaplana tira de la manta: "Me dijo que me encargara de su dinero porque él estaba en política"

Joaquín Barceló "Pachano", amigo de la infancia del exministro, admite su papel de testaferro y que firmaba "todo lo que me decía Francisco Grau", el ingeniero financiero de la trama del caso Erial

Zaplana asegura que la confesión "no ha sorprendido a nadie" y que "ahora está empezando el juicio"

Zaplana a su llegada a los juzgados para declarar por el caso Erial.

Zaplana a su llegada a los juzgados para declarar por el caso Erial. / EP

Laura Ballester / Mercedes Gallego

Joaquin Barceló Llorens "Pachano", amigo de la infancia de Eduardo Zaplana, exdirectivo de Terra Mítica y exalto cargo de Turismo ha tirado hoy de la manta ante el tribunal de la sección cuarta y ha confirmado su papel de hombre de paja en el caso Erial. Una postura judicial previsible ya que su abogado no planteó ninguna cuestión previa al inicio del juicio.

Barceló se enfrenta a ocho años de cárcel, según la petición de la Fiscalía Anticorrupción. Su confesión detallada de hoy, que se ha prolongado durante tres horas, redundará en beneficios penales que se conocerán en el informe final del Fiscal Anticorrupción del caso Erial.

Joaquín Barceló ha confirmado que conoce a Zaplana desde hace "cincuenta años. Por amistad. Círculos de salir y ser amigos desde siempre". Pachano no se reconoce como militante del Partido Popular. ""No sé si he sido del PP, he sido seguidor de Eduardo Zaplana", ha respondido al fiscal.

A las 10.22 horas ha llegado la primera confesión. El fiscal ha preguntado a Barceló sobre Imison, la empresa utilizada por los Cotino para pagar las presuntar mordidas a Zaplana y Olivas, Barceló ha admitido que la conoció. Y que acudió "a Luxemburgo para hacerme cargo de ella por parte de Eduardo Zaplana".

"Me dijo que Juan Francisco García exjefe de gabinete de Zaplana] se había portado bien con él, y que le había dado 2,5 millones. Y que si me podía hacer cargo de esa cantidad, porque estaba en la política y tenía más miedo mediático que al jurídico- Me dijo que era una operación transparente y lícita".

Barceló ha dado detalles de la operación. "Fuimos en avión privado con los Cotino a Luxemburgo. Fue Zaplana quien me dijo que fuera en el avión. En Luxemburgo nos entrevistamos con Beatriz García Paesa. El dinero no era mío. Yo me entero de todo cuando la UCO entra en mi casa. Y me entero de que había seis millones en la cuenta]. Yo les dije que sólo había 2,5 millones".

Barceló sí ha negado "haber hecho transferencias a Luxemburgo. Esa firma que hay ahí es falsa. Yo no tomaba decisisiones sobre el dinero de Luxemburgo. Yo estaba totalmente convencido de que el dinero era totalmente lícito", ha asegurado.

Pachano también ha confirmado que "siempre he confiado en el señor Francisco Grau (el ingeniero financiero del caso Erial, según los investigadores). He firmado todo lo que me ha puesto delante. Yo no le daba indicaciones de carácter económico".

Entre los favores al exministro figura la cuenta "Señor 420092" abierta por Pachano en Andorra para él, pero que utilizó la trama. "Se lo conté como una anécdota que había abierto la cuenta" en que llegó a haber cinco millones de euros, "que me los dio Grau. Era dinero de Zaplana que tenía que llevar a Andorra. El dinero lo trajo el señor Platell en una bolsa. No sé cómo entró en Andorra. Yo le dije que abriera otra cuenta distinta, para diferenciarlo de mi dinero. Sin mi permiso pasaron a mi cuenta personal. Yo no me di cuenta, porque tenían prohibido dar extractos para que no lo descubrieran en la frontera".

"¿Era usted el testaferro de Zaplana?", le ha preguntado a bocajarro el fiscal Anticorrupción al acusado Joaquín Barceló. "A mi me decían que era dinero de Zaplana y de la familia. Yo era amigo, le hacía favores. Si eso se llama testaferro, pues testaferro", ha declarado Pachano.

A partir de este momento, Joaquín Barceló firmaba todo lo que ponía en frente Francisco Grau y ejercía de hombre de paja de Zaplana para la compra del piso en el exclusivo barrio de Salamanca, en la calle Núñez de Balboa, o en el pelotazo de tres millones de euros en la cotizada urbanización de "La Finca". Barceló también ha admitido que trabajaba con Fernando Belhot, el testaferro uruguayo, para canalizar las inversiones inmobiliarias de Zaplana en la Marina a través de la compra de áticos en Altea y parcelas en un PAI de la Vila-Joiosa.

A la salida de la Ciudad de la Justicia Zaplana ha asegurado que "no ha sorprendido a nadie" la declaración de Joaquín Barceló. "Estas conformidades que nadie reconoce las conocíamos, están publicadas y las sabemos desde hace mucho tiempo. NInguna sorpresa y era lo que esperábamos". "¡Alguien no dice la verdad!", ha preguntado una periodista a Zaplana. "Es evidente. Yo contesté a todo el que me quiso preguntar, a todo el mundo. Ahora está empezando el juicio".