Ayuso aprueba sus primeros presupuestos sin apoyos y críticas de Vox por el incremento de gasto

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha conseguido sacar adelante sus primeros presupuestos en solitario. Un premio gordo para respirar y arrancar el primer año de la legislatura tras cuatro de incertidumbre presupuestaria, en los que solo logró aprobar los de 2022 con el apoyo de los diputados de la ultra derecha. El de 2024 es un proyecto de 27.558 millones de euros en el que el propio PP destaca que implica un incremento del 20% respecto al anterior, porcentaje por el que Vox, otrora socio preferente, ha cargado duramente durante todo el debate de presupuestos en la Asamblea de Madrid. Sin embargo, a pesar de las críticas, los de Rocío Monasterio han optado por abstenerse mientras Más Madrid y PSOE han votado no a las cuentas de Ayuso.

El PP ha sacado pecho de su mayoría absoluta. Sus 70 escaños le han permitido aprobar solo 20 de las 3.417 enmiendas presentadas por los tres grupos de la oposición (2.301 Más Madrid, 844 PSOE y 272 Vox) en comisión, con un valor total de 3,2 millones de euros. Tras un debate de casi doce horas seguidas este jueves, más breve de lo que inicialmente se esperaba porque los grupos han renunciado a algunas réplicas y el portavoz del PP, Álvaro Ballarín, despachó algunas intervenciones con apenas un par de minutos, este viernes se ha reanudado la sesión a las 12.30 de la mañana. Una hora después, la cámara ha dado luz verde al proyecto antes de iniciar otro pleno extraordinario para el debate de las leyes LGTBI y la ley ómnibus, cuya tramitación ha enervado a la oposición por las formas y las prisas por que se aprobaran el día de la Lotería de Navidad, que en su opinión sirve para "ocultar" ambas leyes.

Gasto y política fiscal

Los de 2024 serán unos presupuestos en los que la Sanidad (10.157 millones) y la Educación (6.413 millones) vuelven a llevarse las mayores partidas. A pesar de que el ejecutivo regional reitera que es un presupuesto récord en estas materias, la oposición de izquierdas ha vuelto a repetir durante el debate que Madrid es la comunidad que menos invierte en sanidad por habitante.

Cerca del 90% estará destinado a gasto social, en palabras del Gobierno, y dan continuidad a la apuesta por los incentivos fiscales del PP. Según el cálculo del ejecutivo autonómico, las medidas que incluye el proyecto suponen una reducción “de la carga fiscal de más de 260 millones de euros a los contribuyentes".

Discrepancias con Vox

Sin embargo, este ha sido el principal punto de fricción con Vox. Tanto Rocío Monasterio fuera del hemiciclo como la diputada que ha defendido la posición del partido, Ana Cuartero, han acusado al PP de hacer lo contrario de lo que proclama. "Este es un presupuesto muy socialista" ,“el PP aumenta el gasto un 20% al más puro estilo socialista” y “por primera vez en la historia del PP de Madrid” se “van a pagar más impuestos”, según los cálculos de la ultraderecha. La oposición que ha ejercido esta formación durante el debate, en un intento por distinguirse de los populares a pesar de no haber querido votar en contra, ha llevado a Cuartero a repetir hasta en dos ocasiones que “al PP ya no lo conoce ni la gaviota que lo fundó”.

Tras doce horas escuchando mensajes similares, Ballarín se llevó la ovación de su bancada al recitar una retahíla de cifras y porcentajes para intentar explicar a Vox que las cuentas mantienen un “equilibrio presupuestario” y recordar que a pesar de sus críticas quienes han subido “de 30 a 70 escaños” son los populares y no Vox.

El debate con los grupos de la izquierda ha sido más previsible. PSOE y Más Madrid estaban igual de molestos que Vox por la forma en la que el PP había abierto la puerta a incorporar enmiendas de cada partido por valor de un millón de euros. Apenas unas “migajas” en palabras de Alberto Oliver, portavoz de Más Madrid. En el PSOE, más allá de las críticas lanzadas durante el debate por el responsable de Hacienda, Fernando Fernández Lara, mostraban en los pasillos su desencanto porque además de no compartir el espíritu del proyecto, auguraban que "cerca del 80% de las cuentas terminará alterándose mediante procedimientos de modificación presupuestaria".