Nuevas alianzas

El gobierno de PP y Vox trastoca las alianzas territoriales de la Generalitat Valenciana

Mazón exhibe complicidad con el nuevo presidente aragonés y con Ayuso, pero su pacto con la ultraderecha rompe cualquier acercamiento con Cataluña

Andalucía y Murcia continuarán siendo socios clave para reivindicar la financiación

El nuevo presidente de Aragón, Jorge Azcón, junto a Mazón y el exdirigente socialista, Javier Lambán, el pasado viernes.

El nuevo presidente de Aragón, Jorge Azcón, junto a Mazón y el exdirigente socialista, Javier Lambán, el pasado viernes. / JAVIER BELVER

Diego Aitor San José

Viernes, 11 de agosto, Carlos Mazón asiste en primera fila a la toma de posesión de Jorge Azcón como presidente de Aragón. Tres semanas antes, el lunes 17 de julio, escolta a Mazón en el paseíllo entre las Corts y el Palau de la Generalitat después de haber jurado el cargo como nuevo jefe del Consell. Son dos imágenes protocolarias, pero que exhiben la nueva relación de alianzas de la Comunitat Valenciana con el resto de las autonomías, especialmente, las vecinas.

Las elecciones del 28M dieron la vuelta casi por completo al mapa de poder territorial de España, algo que se ha ido completando con los diferentes pactos en las comunidades que lo requerían. Aragón ha sido la última que ha oficializado su gobierno y ha ido en la misma línea que la Comunitat Valenciana: de un ejecutivo de coalición de izquierdas con socialistas al frente a uno de PP y Vox liderado por un ‘popular’. 

El abrazo entre Mazón y Azcón o la visita de Ayuso son un primer símbolo de las nuevas alianzas que explorará el bipartito para la Comunitat Valenciana. El cambio más significativo será con Madrid. El jefe del Consell ha puesto en numerosas ocasiones las políticas de Ayuso, sobre todo en materia fiscal. La presidenta madrileña habló de reeditar el "eje de la prosperidad" que en su día protagonizaron Baleares, la Comunitat Valenciana y Madrid con el PP gobernando en las tres.  

Mazón tira un beso al aire al salir de las Corts Valencianes y arropada por Díaz Ayuso.

Mazón tira un beso al aire al salir de las Corts Valencianes y arropada por Díaz Ayuso. / GERMÁN CABALLERO

Las declaraciones evidencian un giro de 180 grados respecto a la relación de Puig y Ayuso, y no solo por ser de partidos diferentes. El expresident tenía en Madrid uno de los focos habituales de contraposición respecto a su gobierno con acusaciones de ser una "aspiradora de recursos" y hacer "dumping fiscal".  

La relación con Madrid mejora, pero no será tan sencillo como que los dos máximos dirigentes sean del mismo partido. Mazón y Ayuso han exhibido complicidades con visitas de la segunda a la Comunitat Valenciana para mostrar apoyo al primero, pero hay asuntos donde las divergencias de intereses podrían hacer trastabillear esta alianza.Se vio en el caso de la condonación de la deuda autonómica. 

La financiación será clave

La negociación con los partidos catalanes abrió esta posibilidad y la madrileña cargó con dureza contra esta. El presidente de la Generalitat, sin embargo, prefirió criticar las formas, que fuera "en el cuarto oscuro del separatismo", pero no la medida en sí. En su lugar, defendió una "compensación" para la Comunitat Valenciana, aunque sin hablar de quitas, es decir, sin enmendar a la presidenta madrileña. 

Cataluña es, posiblemente, el otro gran cambio a nivel institucional. El pacto de PP y Vox rompe con la estrategia de acercamiento que venía practicando el Botànic con los vecinos del norte. Puig ha sido uno de los barones que más ha ayudado en el deshielo institucional de la Generalitat catalana después de los sucesos de 2017 y se ha reunido en dos ocasiones con Pere Aragonés, tratándole de unirle al frente por la reforma de la financiación. La presencia de la ultraderecha en el Consell impide seguir esta vía. 

El trasvase Tajo-Segura se convierte en el principal punto de tensión con Page y Castilla-La Mancha

Precisamente la financiación autonómica será uno de los mejores hilos para conformar alianzas, si el debate para su reforma entra en esta legislatura. En este, Murcia y Andalucía son claras aliadas. Ya lo fueron con Puig, especialmente Juanma Moreno Bonila, pese a ser de partidos diferentes. Ahora, la coincidencia de siglas y la buena conexión que hay entre Mazón y el presidente murciano, Fernando López Miras, ayudará a fortalecer este frente mediterráneo. El problema en Murcia es el choque de su líder con Vox. 

La unión del enemigo común

A este, con matices, podría unirse Baleares. Su expresidenta, la socialista Francina Armengol, fue aliada habitual de Puig tanto a nivel institucional —con dos cumbres entre ambos gobiernos— como a nivel orgánico dentro del PSOE. Que en las islas también haya una presidenta del PP podría mantener las sinergias aunque difícilmente al nivel previo. El cambio climático, la tasa turística, la lengua o la cultura compartida habían servido de unión entre los anteriores ejecutivos autonómicos, cuestiones donde el PPCV y el balear no tienen tantas coincidencias. Menos aún con Vox en el Consell y no en el gobierno balear.  

Los llamamientos a la "etapa de colaboración" de Mazón sobre Aragón y la Comunitat Valenciana podrían verse truncados si la financiación centra el debate. La autonomía que preside Azcón tiene otros intereses, más centrados en primar la despoblación, el envejecimiento o la dispersión territorial, cuestiones que limitarían la mejora económica de un futuro nuevo reparto para la Comunitat Valenciana. Aunque de momento Azcón y Mazón muestran más sintonía que Puig y Lambán. 

Los presidentes de la Comunitat Valenciana y Baleares, Ximo Puig y Francina Armengol.

Los presidentes de la Comunitat Valenciana y Baleares, Ximo Puig y Francina Armengol. / GERMÁN CABALLERO

Algo parecido a lo que ocurría entre Puig y Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha. Sus discrepancias eran tanto a nivel orgánico, sobre todo, en relación con Pedro Sánchez y las alianzas en España, como con puntos de gobierno de ambas autonomías. El que más tensión, el trasvase Tajo-Segura, un asunto que Mazón no dudará en entrar al choque directo contra el líder castellanomanchego que el 28M reeditó mayoría absoluta.  

De todas formas, nada une más que un enemigo común. Y en el PP ese es Pedro Sánchez. Sus once presidentes autonómicos serán la avanzadilla para hacer oposición al Gobierno de España, ya sea con investidura o nuevas elecciones, y en ello, Mazón tendrá su papel desde la Comunitat Valenciana. 

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