Pedro Sánchez quiere lanzar el mensaje de que ha captado el aviso de los ciudadanos en Andalucía. Precisamente cuando reina en el partido y en el Ejecutivo la certeza de que no cala la gestión del Gobierno, el presidente hace un movimiento sobre todo de carácter simbólico: adelanta unos días la aprobación del segundo paquete anticrisis por la guerra de Ucrania. Convoca al Consejo de Ministros este próximo sábado, 25 de junio, para ponerle el broche definitivo al real decreto ley y remitirlo al Congreso para su convalidación. Además, el Ejecutivo se reunirá de manera ordinaria el lunes 27, un día antes de lo habitual, para que el líder socialista y sus ministros puedan atender sin problemas todos los eventos relacionados con la cumbre de la OTAN que acogerá Madrid los días 29 y 30.

El decreto que contendrá la prórroga de las medidas de choque por la guerra en el este de Europa (y otras nuevas) aún no está cerrado. Pero Sánchez ha preferido pisar el acelerador para darles un empaque singularizado y separarlo de un Consejo de Ministros habitual. De ahí la reunión extraordinaria del Gabinete para este sábado, justo a la vuelta del Consejo Europeo que se celebrará en Bruselas este jueves y viernes y al que obviamente acudirá Sánchez.

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, informó de la doble convocatoria en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes. Ahora la duda gira en torno a las medidas que contendrá el real decreto ley. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ya adelantaba este lunes por Twitter cuáles son las propuestas del ala morada del Gabinete, como el cheque de ayuda de 300 euros para las familias más vulnerables, como se ha puesto en marcha en Francia, una subvención para reducir a la mitad el precio del abono transporte, incrementar 10 puntos el tipo del impuesto de sociedades de las empresas energéticas, para que hagan una contribución extra a las arcas públicas (se recaudarían entre 1.500 y 2.000 millones de euros), o graduar la bonificación a la gasolina según renta.

Qué vehículo se elegirá para el recargo a las eléctricas

La propia Díaz reiteró las propuestas de Unidas Podemos durante la rueda de prensa de este martes, al lado de la portavoz. Y subrayó que el principal problema ahora mismo es la inflación, y a compensarla se destinan las medidas de los morados. "Vamos a hacer todo lo que sea necesario para mejorar la vida de la gente", proclamó la vicepresidenta, para manifestarse "segura" de que los dos socios de coalición llegarán a un "acuerdo".

La parte socialista del Gabinete también da por descontado que habrá consenso interno, aunque elude detallar las iniciativas que recogerá el segundo decreto anticrisis porque se está todavía negociando. Rodríguez manifestó los objetivos bajos los que trabaja el conjunto del Ejecutivo: la "protección y amparo" de los más vulnerables, la atención a los sectores más afectados (como el transporte o la agricultura) y también la "mayoría social". Y es que desde el PSOE se recalca que también el texto ha de ayudar a las clases medias, de ahí que se defienda la bonificación universal de 20 céntimos por litro de combustible, sin discriminación de renta.

Lo mismo reiteró este martes la titular de Hacienda, María Jesús Montero, en una entrevista en TVE. No se descarta "nada" ahora mismo, pero se quiere que sean medidas "rápidas y efectivas". La ministra también defendió que el recargo a las eléctricas ha de aplicarse al inicio del propio ejercicio fiscal, el 1 de enero de 2023, informa EFE. No está claro qué tipo de figura se tocará ni cuál será el vehículo que se elija. Sí advirtió de que "la fiscalidad no siempre se puede regular a través de un decreto ley o del proyecto de Presupuestos", y un impuesto nuevo requiere un proyecto de ley.

El Gobierno "en plena forma"

El Gobierno y el PSOE se encuentran en pleno proceso de reflexión, analizando cómo recobrar la iniciativa. Por lo pronto, las dos partes insisten en su "cohesión" total, sin riesgo de ruptura. La portavoz remarcó que el Ejecutivo se halla "en plena forma" y no presenta "síntomas de agotamiento, sino de fortalecimiento" pese a la mayoría absoluta cosechada por el PP en Andalucía. El Gabinete "se crece ante la adversidad" y su trabajo se traduce en forma de acuerdos del Consejo de Ministros, como los adoptados este martes (anteproyecto de ley orgánica del sistema universitario, proyecto de ley de empleo, el apoyo en la lucha contra los incendios o el programa de financiación de libros de texto).

Rodríguez, en línea con lo que ayer lunes manifestaba el portavoz de la cúpula socialista, hizo hincapié en que el 19-J se valoraba la gestión de la Junta, no al Gobierno central, porque eran unas elecciones autonómicas y los ciudadanos distinguen cada vez más, como prueba de la "madurez democrática" del país, el tipo de convocatoria. "A este Gobierno se le valorará cuando llegue el momento, a finales del próximo año en una convocatoria electoral ordinaria", sostuvo, descartando por tanto (una vez más) todo adelanto de las urnas y para insistir en que el Ejecutivo no está centrado en "ninguna cita electoral", sino en paliar los efectos de la guerra de Ucrania. De nuevo, el PSOE rebate la percepción de cambio de ciclo.

Su mensaje se coordinó con el de Díaz. Ella no quiso valorar en la sala de prensa de la Moncloa el descalabro de la coalición que ella misma impulsó, Por Andalucía, pero sí reconoció que el Gobierno "reflexiona siempre", y ahora "claro" que lo hará. "Le voy a dar una mala noticia a los adversarios", dijo la vicepresidenta, "y es que este Gobierno no solo va a terminar la legislatura", sino que "queda mucha tarea y lo mejor está por delante". La coalición, pues, seguirá legislando "por el bien de nuestro país". También admitió su "tristeza" por "razones evidentes" porque las políticas que plantea el PP "van en la dirección opuesta a lo que necesitan las personas".