El PP atribuyó ayer a la política de inmigración y exterior del Gobierno los «asaltos masivos» a las fronteras de Ceuta y Melilla, una acusación que fue rechazada por el Ejecutivo al negar que las avalanchas de inmigrantes sean resultado de algún tipo de «efecto llamada».

La decisión del Gobierno de enviar 480 militares a las fronteras de las dos ciudades autónomas, tras la avalancha de ayer en Ceuta que se saldó con cinco muertos, fue criticada por IU, que señaló que «el Ejército no es eficaz» para resolver esta clase de asuntos.

Las asociaciones de Guardias Civiles permanecen divididas acerca de la nueva medida ordenada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en tanto que algunas ONG's rechazaron que el Ejército custodie las fronteras.

El líder del PP, Mariano Rajoy, emplazó a José Luis Rodríguez Zapatero a que explique mañana mismo en el Congreso los «asaltos que se están produciendo a la frontera española» y calificó esta clase de incidentes como «uno de los más graves de los últimos 25 años».

Tras exigir al Gobierno que «obligue» a Marruecos a poner fin a las avalanchas de inmigrantes, Rajoy acusó al Ejecutivo de haber actuado con «irresponsabilidad» y «con absoluta dejadez» ante las advertencias del PP sobre el «efecto llamada» de la última regularización de inmigrantes y ante los traslados a la frontera permitidos y efectuados por Rabat.