El tiempo que debes esperar para conducir después de beber: esto es lo que pasa si te cazan con resaca

Encontrarse con una multa de tráfico de vez en cuando no es algo tan raro. Algunas de las infracciones más habituales son el consumo de alcohol, el exceso de velocidad, conducir sin el cinturón de seguridad o mirar el móvil al volante. Estas, además, son las que por norma general más multas generan. Son cinco los tipos de sanciones que se pueden cumplir, según: circulación alcohol y drogas, autorizaciones de circulación, condición técnica del vehículo, o seguro.

Normalmente, la responsabilidad de la sanción recae sobre el conductor o el titular del vehículo, dependiendo del tipo de infracción. Existen, sin embargo, algunas excepciones. Por ejemplo, en caso de que un menor sea el que está al volante, la responsabilidad recae sobre sus padres o tutores legales. A la hora de cometerse un delito por consumo de alcohol tras dar positivo en un test de alcoholemia, las sanciones también pueden variar en función de cuál ha sido el resultado final. No será lo mismo, sin embargo, la cantidad que puede ingerir un conducto nobel -al que se le suma la inexperiencia al volante- que uno habitual. Y es que el alcohol está detrás de entre el 30 y el 50% de accidentes mortales producidos en carretera.

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La DGT es la encargada en España de ejecutar la política vial y garantizar la seguridad al volante. La institución publica a través de sus cuentas en redes sociales consejos y advertencias útiles para informar de muchas cuestiones a tener en cuenta a la hora de conducir cualquier tipo de vehículo.

Tal y como señala la institución en su página oficial, a medida que incrementa la cantidad de alcohol en sangre lo hace el riesgo de accidentes: “con una alcoholemia de 0,5 gramos de etanol por litro de sangre se multiplica por dos el riesgo de sufrir una colisión”. De todas formas, son muchos los factores que influyen en la tasa de alcoholemia: la cantidad de alcohol ingerido, la rapidez, las características del alcohol, haber comido antes, edad y experiencia del conductor, sexo y peso, hora del día, o circunstancias personales.

Sin embargo, hay algo que se suele tener en cuenta y que es igual de importante: las horas posteriores a haber bebido. Y es que la resaca también afecta a las capacidades a la hora de ponerse al volante. De todas maneras, solo podrán sancionarte si estás por encima de la tasa permitida o si conduces de manera temeraria.