Conflicto en Oriente Próximo

La guerra en Gaza permite a Rusia alejar de Ucrania la atención y el apoyo militar

Desde el alejamiento de la presión mediática europea y estadounidense, al desvío de los recursos militares de Occidente, los sucesos que se desarrollarán en los próximos días en Oriente Próximo están generando una situación win-win (donde solo hay ganancias) para el Kremlin

La guerra en Gaza permite a Rusia alejar de Ucrania la atención y el apoyo militar.

La guerra en Gaza permite a Rusia alejar de Ucrania la atención y el apoyo militar. / EFE

Marc Marginedas

En esta ocasión, ni siquiera se han escuchado en Moscú vagas condenas verbales que intenten mantener las apariencias. Rusia y en concreto, su estamento de políticos y propagandistas, no se han molestado en ocultar su alborzo ante los beneficios que la incursión del grupo extremista Hamás en el sur de Israel y la consiguiente ofensiva militar terrestre del Ejército israelí contra la paupérrima franja le reportarán de cara al conflicto que libran sus propias fuerzas armadas en Ucrania. Desde el alejamiento de la presión mediática europea y estadounidense, al desvío de los recursos militares de Occidente, los sucesos que se desarrollarán en los próximos días en Oriente Próximo están generando una situación win-win (donde solo hay ganancias) para el Kremlin, coinciden los analistas. Y un par de preguntas surgen entre los comentaristas: ¿hasta qué punto conocían de antemano las autoridades rusas las intenciones de Hamás? ¿están proveyendo de armas respaldo logístico a las milicias radicales palestinas?

Serguéi Mardan, uno de los principales propagandistas rusos, desgranó dichas bonificaciones en su primera intervención hablada tras la sorpresiva incursión desde Gaza. "El mundo, temporalmente, dejará de pensar en Ucrania y se concentrará de nuevo en extinguir el fuego perpetuo de Oriente Próximo". Dmitri Medvédev, expresidente ruso y vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, ha ido incluso más allá y se ha permitido, en un mensaje en la red social X, aconsejar a Occidente que deje de proveer apoyo militar a la exrepública soviética: "Esto es en lo que Washington y sus aliados deberían estar ocupados.... pero en lugar de trabajar activamente en favor de un acuerdo palestino-israelí, estos imbéciles están interfiriendo en nuestros asuntos, proveyendo a los neonazis de ayuda total, y enfrentando a los dos pueblos (rusos y ucranianos) el uno contra el otro".

Richard Kemp, exoficial retirado del Ejército británico y comentarista de temas militares en varios medios, ha recordado en la web Y Net, vinculada con el diario israelí Yedioth Ajronot, que EEUU "retiró recientemente grandes cantidades de munición almacenada en Israel, y las transfirió a Ucrania". "Si el conflicto escala, lo cual es altamente probable, tendrán que ser sustituidas por estocs que en principio debían destinarse a Ucrania contra Rusia", ha prevenido.

Las declaraciones realizadas por responsables propagandistas rusos, según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), "tienen como destinatarios las opiniones públicas en Occidente, donde aspiran a abrir una brecha en el apoyo militar a Ucrania", además de "desmoralizar a la sociedad ucraniana enfatizando que el país perderá apoyo internacional". También están pensadas para consumo interno, sostiene el ISW, enviando el mensaje "a las audiencias domésticas rusas de que la sociedad internacional acabará por ignorar el esfuerzo bélico en Ucrania".

Nada más dar a conocerse la masiva incursión contra el sur de Israel por tierra, mar y aire de los milicianos de Hamás, los portavoces del Kremlin se han esforzado en insistir que dichos sucesos le pillaban desprevenido y con el pie cambiado. "Ha sido una escalada inesperada; si lo hubiéramos sabido, lo hubiéramos impedido", declaró a Interfax el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Mijaíl Bogdánov. Sin embargo, un buen número de observadores se muestran radicalmente escépticos ante semejantes afirmaciones, habida cuenta de la estrecha relación que han mantenido y hasta intensificado en los últimos meses las autoridades rusas con el liderazgo de la milicia radical.

Visitas sin pausa

Las visitas de representantes de Hamás a Moscú se han venido sucediendo sin pausa en el último año y medio. En mayo de 2022, el vicepresidente y cabeza de su oficina de relaciones internacionales, Mussa Abú Marzuk, viajó a Rusia junto con una delegación compuesta por miembros del buró político como Fathi Hammad y Hussein Badri. En marzo pasado, otra misión de alto nivel, encabezada en esta ocasión por el vicejefe del buró político, Saleh al Aruri, se reunió con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. En un análisis de urgencia publicado por el Instituto Robert Lansing de Estudios sobre las Democracias y las Amenazas Globales, se considera como "altamente probable que el Kremlin haya proveído (a Hamás) de apoyo en inteligencia, así como entregando armas vía Siria o Líbano".

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