Diplomacia

España prepara una protesta ante Reino Unido por los incidentes en las aguas que rodean Gibraltar

La tensión diplomática se eleva tras el "hostigamiento" a un pescador español y un incidente de un barco gibraltareño con Aduanas

El pesquero MiDaniela, denunciado por las autoridades de Gibraltar.

El pesquero MiDaniela, denunciado por las autoridades de Gibraltar. / EFE

Mario Saavedra

No hay agosto sin incidentes entre barcos españoles y gibraltareños en las aguas que rodean a la colonia británica, pero los de las últimas semanas los contratiempos están adquiriendo un tono muy agrio. Se producen a unos meses de las elecciones en Gibraltar, con el Gobierno español en funciones y con las conversaciones de dos años para el Tratado sobre el Peñón estancadas, entre otros asuntos por el futuro de la base militar.

España prepara quejas formales a Reino Unido por todos y cada uno de los incidentes ocurridos este verano, informan a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, fuentes diplomáticas. Se hará por los canales diplomáticos habituales, aseguran, lo que hace pensar en una de las llamadas “notas verbales” de protesta, enviadas por el embajador al Ministerio del país. 

El primero de los incidentes en las aguas que rodean al Peñón ocurrió el pasado 14 de agosto. Una patrullera del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) detectó la presencia de una embarcación sin luces y sin el sistema de identificación automático (AIS) activado. Se trataba de un buque auxiliar del puerto de Gibraltar, como se supo después. Le dieron el alto, pero la embarcación se dio a la fuga, con maniobras evasivas que “pusieron en grave peligro la integridad física del patrullero español y de sus funcionarios”, según el SVA. La embarcación española la persiguió y la interceptó, “en aguas españolas”, según el comunicado de Aduanas. Gibraltar las reclama como propias. El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce (PP), protestó. El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, aseguró que esas son sus aguas y pidió que la parte española "cambiara de actitud si quiere un futuro común", en referencia a las conversaciones para derribar la Verja de separación.

El segundo choque se produjo el 21 de agosto. Las autoridades de Gibraltar denunciaron a un pescador español por pesca ilegal en aguas próximas al Peñón (que reclaman como propias), por “navegación peligrosa” y obstrucción, y por dañar especies en peligro de extinción. El pesquero fue interceptado por embarcaciones de la Royal Gibraltar Police, Aduanas y agentes de Medio Ambiente llanitos. Las autoridades gibraltareñas aseguran que el pescador lleva provocando incidentes desde mayo, informa la Agencia EFE. El pescador, Jonathan Sánchez, de 33 años y patrón del pesquero 'Mi Daniela', defiende que pesca en aguas españolas, que le abordaron y que le obligaron a entregar su documentación bajo amenaza de arresto. De momento, el pescador ha cambiado de caladero y espera a ser llamado por los tribunales gibraltareños. El Gobierno español no se ha pronunciado.

El último y más reciente incidente ocurrió el pasado jueves. Agentes de medio ambiente gibraltareños reprocharon a los tripulantes de un barco de recreo español que estuvieran pescando atún con suelta frente a Gibraltar, según Gibraltar Chronicle. La temporada había terminado el pasado fin de semana por decreto gibraltareño. El barco español llamó a la Guardia Civil. El asunto no llegó a más porque el barco abandonó las aguas a la llegada del buque de la benemérita. 

Ni la embajada británica ni el Ministerio de Exteriores español han querido hacer comentarios al respecto, a preguntas de El Periódico de España.

Las fuentes españolas consultadas interpretan lo que está ocurriendo como un mensaje “nacionalista” de Picardo, que se enfrenta a elecciones que están por convocar de aquí a final de año. 

Desde el Gobierno gibraltareño resaltan que las aguas que rodean al Peñón les pertenecen. Y apuntan a que la idea de que no fueron cedidas en el Tratado de Utrech y que por tanto no son suyas procede del franquismo y no aplican, porque las leyes del mar datan del siglo XX. 

Críticas desde el PP

El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, criticó el pasado viernes que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, no se haya pronunciado aún sobre el "hostigamiento" que las autoridades de Gibraltar están ejerciendo contra pescadores de La Línea y Algeciras. También la Junta de Andalucía ha pedido el final del hostigamiento y ha subrayado la jurisdicción española de las aguas en las que se han producido los incidentes. 

La Organización de Productores Pesqueros Artesanales Conil pide que los Gobiernos de España y del Peñón dialoguen para establecer los límites de las aguas en las que pueden faenar los barcos nacionales.

Reino Unido y la Unión Europea negocian desde hace dos años cómo implementar el acuerdo entre Londres y Madrid para integrar Gibraltar dentro de la zona Schengen europea, crear una zona de prosperidad común entre el Campo de Gibraltar gaditano y el Peñón y, eventualmente, derribar la Verja, la línea de separación entre la colonia británica y el resto de la Península. Las negociaciones se estancaron a finales del pasado año, como adelantó El Periódico de España. Ahora mismo están paradas, a la espera de la formación de un nuevo Gobierno.

Desacuerdo sobre la base militar

A la irritación que han generado estos choques en Algeciras y en los círculos diplomáticos y políticos de la región se suma la visita por sorpresa del secretario de Estado de las Fuerzas Armadas del Reino Unido, James Heappey, al Peñón, el pasado 21 de agosto. Heappey anunció un paquete de hasta 50 millones de libras (58 millones de euros) para “reforzar Gibraltar como base militar”

Heappey visitó los depósitos de armas y los túneles subterráneos de las instalaciones de la base militar británica en Gibraltar. En el Peñón hay un puerto de la Armada Real británica (Royal Navy), un aeropuerto de las Fuerzas Aéreas Reales (Royal Air Force) y un sinfín de sistemas de espionaje y telecomunicaciones. La Forward Mounting Base es una base clave para la defensa británica y da apoyo de forma rutinaria a buques, submarinos y aviones “para proyectarse al sur y al este del Mediterráneo”, asegura su ministerio en un comunicado. 

El asunto de la base militar británica es uno de los principales escollos de las negociaciones de un Tratado sobre Gibraltar, como adelantó este diario. España quiere llegar a un acuerdo de cooperación militar con el socio de la OTAN que incluya el intercambio de información sobre las instalaciones y el personal que transita por el Peñón, por ejemplo a través de la presencia de oficiales de enlace del Ejército del Aire o de la Marina española en esas bases. Pero tanto el lado británico como el gibraltareño se niegan. Londres alega que nada de esto estaba incluido en el Acuerdo de Nochevieja de 2020, por el que España y Reino Unido fijaron un marco para que la Unión Europea negociara el estatus definitivo de relación de la UE con Gibraltar. Madrid cree también necesario que haya oficiales españoles en el puerto y aeropuerto controlando la entrada de personas y mercancías, pero también de soldados y material militar. 

Las fuentes diplomáticas ven en los últimos incidentes y en la visita del alto responsable británico una muestra de fuerza más del Ministerio de Defensa que, según esta interpretación, estaría primando la base militar por encima de los intereses de los Gibraltareños y gaditanos. De momento, Reino Unido ha anunciado unos ejercicios militares del 29 de agosto al 5 de septiembre para “aumentar la visibilidad de la presencia militar” en Gibraltar.