Cuarta imputación

Trump dominó Twitter. Ahora sus tuits pueden llevarle a la cárcel

Su estrategia comunicativa se convirtió en el manual a seguir para partidos de extrema derecha de todo el mundo

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. / EP

Carles Planas Bou

Durante años, Donald Trump fue el rey de Twitter. El expresidente de Estados Unidos perfeccionó el uso de la red social, incendiándola a base de polémica, para articular su propaganda política, movilizar a su base de fieles y esquivar el escrutinio de la prensa. Su estrategia comunicativa se convirtió en el manual a seguir para partidos de extrema derecha de todo el mundo. Ahora, todo eso se le ha vuelto en contra.

Este lunes, el gran jurado de Atlanta imputó al magnate conservador y a 18 de sus colaboradores con hasta 41 cargos criminales por presuntamente haber conspirado para revertir su derrota electoral en los comicios de 2020 en el estado de Georgia, que ayudó a decantar la balanza presidencial del lado de Joe Biden. Los fiscales presentaron entonces múltiples evidencias para sustentar la acusación. Entre ellas, 12 mensajes publicados en Twitter —ahora rebautizada como X— desde la cuenta @RealDonaldTrump, que acumula más de 86,5 millones de seguidores.

Los tuits seleccionados por la Fiscalía fueron emitidos entre el 3 de noviembre de 2020, día en que se celebraron las elecciones presidenciales, y el 6 de enero de 2021, cuando una turba de seguidores trumpistas asaltó el Capitolio en un intento de alterar el resultado de la votación mediante el uso de la violencia. La insurrección se saldó con cinco muertos y con múltiples investigaciones judiciales que podrían condenar al expresidente. De las cuatro imputaciones que pesan sobre Trump, dos son por su presunta intentona para subvertir la democracia en EEUU.

Mentiras deliberadas

"Ahora tenemos muchos más votos de los necesarios para dar la vuelta a Georgia en la carrera presidencial. Ha tenido lugar un FRAUDE masivo", tuiteó el 30 de diciembre de 2020, más de un mes después que el Estado certificase oficialmente la estrecha victoria de los demócratas por tan solo 11.779 votos.

Este es uno de la decena de tuits en los que se basa la acusación para demostrar que Trump mintió deliberadamente para "fomentar la conspiración" sobre una falsa manipulación electoral descartada por todos los tribunales, también por los de los Estados republicanos.

Presión e intimidación

Aunque los mensajes per se no tienen por qué constituir un delito, sí pueden servir a la fiscalía para demostrar que Trump presionó a los funcionarios del Estado de Georgia para que realizasen acciones corruptas e ilegales y le ayudasen a imponer su victoria de forma fraudulenta. "Ayer hablé con el secretario de Estado Brad Raffensperger sobre el condado de Fulton y el fraude electoral en Georgia. No quiso, o no pudo, responder a preguntas como la estafa de las 'papeletas bajo la mesa', la destrucción de papeletas, los 'votantes' de fuera del estado, los votantes muertos y mucho más. No tiene ni idea", tuiteó el 3 de enero de 2021.

Raffensperger, miembro del Partido Republicano, también fue presionado en privado. En una conversación telefónica que más tarde fue filtrada en la prensa estadounidense, Trump le coaccionó e incluso intimidó para que "encontrase" los votos necesarios para teñir Georgia de rojo y decantar el Estado del bando conservador. El expresidente también atacó al gobernador estatal Brian Kemp, a quien llamó "tonto" y "payaso", y al exvicegobernador Geoff Duncan.

Entre los tuits seleccionados por la fiscalía se incluyen igualmente aquellos en los que Trump presionó al que entonces era su mano derecha, el exvicepresidente Mike Pence. "Los estados quieren corregir sus votos, que ahora saben que se basaron en irregularidades y fraude, además de que el proceso corrupto nunca recibió aprobación legislativa. Todo lo que Mike Pence tiene que hacer es enviarlos de vuelta a los estados, Y GANAMOS. Hazlo Mike, ¡es el momento de la valentía extrema!", publicó Trump el 6 de enero de 2021, horas antes del asalto al Capitolio.

Mensajes privados

Twitter impulsó a Trump, pero ahora podría ayudar a sepultarle. El pasado miércoles se supo que el Consejo Especial que lidera Jack Smith logró obtener en enero una orden para registrar la cuenta del expresidente, lo que le ha permitido investigar toda su actividad pública, pero también los mensajes privados que mandó a través de la aplicación e incluso los que fueron borrados y los que quedaron en el borrador. La Corte de Apelaciones impuso una multa de 350.000 dólares a la red social a su propietario, Elon Musk, por tardar demasiado en acatar la decisión de la justicia.

El Tribunal del Distrito de Columbia concedió esa orden a la fiscalía y prohibió informar a Trump del registro, pues encontró "motivos razonables" para creer que el magnate podría "destuir evidencias" y "poner en peligro la investigación en curso". Los abogados del expresidente recibirán esos datos y podrán usarlos para defender a su cliente en el juicio de su imputación por manipular los resultados electorales.

Tras el asalto al Capitolio, Twitter decidió bloquear de forma permanente la cuenta de Trump. Aunque Musk revirtió esa decisión y restableció el perfil en noviembre, el expresidente no ha retomado su actividad y se ha mantenido fiel a Truth Social, la red social conservadora que tiene bajo su control.