Las fuerzas de seguridad francesas han detenido a tres personas del entorno del presunto responsable del ataque en una comisaría de Rambouillet --en el norte el país-- que concluyó con la muerte de una policía, en un intento por establecer un perfil más claro del agresor y ver si pudo contar con algún tipo de ayuda.

Fuentes judiciales citadas por la televisión pública gala han confirmado el arresto del padre del sospechoso --abatido tras el apuñalamiento de la agente-- y de dos personas más que le habrían acogido en algún momento.

La Fiscalía antiterrorista se ha hecho de las investigaciones, en las que deberá investigar el perfil de una persona que hasta ahora no había llamado la atención de los servicios de vigilancia en Francia. Tenía 36 años y había llegado a territorio francés de forma irregular en 2009, pero desde 2020 tenía un permiso de residencial y trabajaba como repartidor.

Los testigos del ataque han asegurado que gritó "Allahu Akbar" ("Dios es el más grande") en el momento de perpetrar el crimen y, según Franceinfo, en su perfil de Facebook había denunciado públicamente la islamofobia. En octubre de 2020, después del asesinato del profesor Samuel Paty, que había enseñado en clase caricaturas de Mahoma, publicó: "Respectad a Mahoma, profeta de Dios".

La clase política francesa ha condenado este ataque y el presidente francés, Emmanuel Macron, ha reiterado que el país "no se rendirá en la lucha contra el terrorismo islamista". "La nación está junto a su familia, colegas y las fuerzas del orden", subrayó el viernes en Twitter.

Macron visitó este sábado a la familia de Stéphanie, la agente de policía asesinada el viernes a cuchilladas en las afueras de París por un individuo tunecino inspirado en el terrorismo islámico.

"Al inicio de la tarde, el presidente de la República ha visitado (la localidad de) Thoiry para mostrar su apoyo y toda la solidaridad a la familia de la víctima, que estaba muy conmocionada y tuvo una postura muy digna", dijo Macron en un mensaje difundido por el Palacio del Elíseo.

El jefe de Estado también habló por teléfono con el jefe de la comisaría de Rambouillet, localidad próxima a Thoiry y donde Stéphanie (su apellido no fue divulgado) fue asesinada por un hombre de 36 años.

La mujer, casada y madre de dos hijas, de 13 y 18 años, trabajaba en tareas administrativas en la comisaría.

Durante la mañana, el primer ministro francés, Jean Castex, mostró su indignación y aseveró que lo sucedido es "un ataque a la República" francesa y sus valores de igualdad, fraternidad y libertad.

En relación a este suceso que la Fiscalía antiterrorista investiga como un atentado islamista, la policía francesa detuvo este viernes a tres personas relacionadas con el individuo tunecino.

La muerte de la agente policial, de 49 años, conmocionó a un país habituado a los atentados islamistas. Desde 2012, ya son 269 las víctimas mortales de atentados inspirados en el integrismo islámico.