Idoia Ribas sale a hombros del PP en el Parlament: «Ha sido un honor»

Los populares ovacionan a la diputada en su última intervención como portavoz de Vox

Idoia Ribas, ayer, con Sergio Rodríguez y Agustín Buades.

Idoia Ribas, ayer, con Sergio Rodríguez y Agustín Buades. / B.R.

Idoia Ribas no es Juan Belmonte, pero ayer se despidió de todos ustedes saliendo del Parlament a hombros del Partido Popular para Avanzar en Libertad, quizás hacia el abismo, con un sonado aplauso de los diputados populares después de ejercer el noble arte del toreo con sus socios durante casi un año. «Ha sido un honor para mí haber tenido privilegio de contribuir tan activamente a mejorar la vida de los ciudadanos como portavoz de este grupo, dirigiendo las negociaciones con el PP», reivindicó la ejecutora de embestidas y estocadas a la presidenta del Govern, Marga Prohens, antes de confirmar su último servicio a la Patria: registrar en el Parlament la modificación legal para que los menores puedan ir a los toros.

La presidenta reconoció la «defensa con convicción» de los votantes de Vox por parte de Ribas en negociaciones «duras y complejas», eso sí, «desde las lógicas diferencias de dos partidos diferentes, pero que siempre hemos acabado respetando, unos y otros, los acuerdos de investidura». Previamente Manuela Cañadas se estrenaba como portavoz con un pobre monólogo interior que no obtuvo la atención de los presentes contra la inmersión lingüística, la «dictadura lingüística» y los centros educativos de Balears, antes de afrontar su primer fracaso. El católico Xisco Cardona negó el perdón a sus compañeros tras pedirle que vuelva. Vox confiaba en que con una palabra suya bastaría para sanarle. «Yo no he venido aquí a montar algaradas», sentenció el doctor en derecho canónico.

«Me sentí arrastrado súbitamente por una popularidad explosiva, fulminante. Aquel vaho de multitud hubiera trastornado a cualquiera por muy firme que tuviese la cabeza, y yo anduve, naturalmente, perdido en aquel mar de adulaciones inexplicables, entusiasmos frenéticos y homenajes incomprensibles», escribió Chaves Nogales en Juan Belmonte, matador de toros hace casi un siglo sin saber que sus palabras resumirían al detalle toda una sesión de control al Govern. Idoia Ribas deja el ruedo para refugiarse en el burladero.

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