Semana Santa en Ibiza: Un nuevo Jesús para el Vía Crucis viviente de Santa Eulària

Los preparativos del Vía Crucis viviente de Santa Eulària comienzan bien temprano. A las siete de la mañana, en un local de la calle Sant Vicent, Andrés Ramos, el promotor de la iniciativa, ya está manos a la obra para convertir a Mihai Popa en Jesús.

Es la primera vez que este rumano, afincado en Ibiza desde hace ocho años, da vida a Cristo y se lo ha tomado muy en serio. «Llevo dos meses ensayando duro», explica. Fue Ramos el que le propuso ser el protagonista, después de que en 2023 se incorporara al elenco de actores del Vía Crucis viviente. En aquella ocasión le tocó hacer de verdugo, ahora ha intercambiado los papeles con Jesús Ángel Ramos Mateos, que llevaba 18 años haciendo de Jesucristo.

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«Estoy seguro de que echaré de menos interpretar a Jesús, pero me veo bien también haciendo ahora de verdugo», comenta el hijo de Andrés Ramos, que está ayudando a su padre a maquillar a Popa. Emplean cerca de una hora en caracterizarlo. Lo que les lleva más tiempo es camuflar el tatuaje que lleva en el pecho.

El organizador del Vía Crucis viviente afirma, satisfecho, que este año el Ayuntamiento de Santa Eulària «se ha volcado» con el evento. Lo dice después de alabar la implicación de Mihai Popa en la Semana Santa de Santa Eulària. Y es que el rumano, además de actuar hoy, «es costalero en las procesiones».

Dos meses de ensayos

«Como tenemos nuevo Jesús, hemos hecho el doble de ensayos que otros años», explica Ramos sobre el acto que está a punto de comenzar, en el que «participarán 34 actores» y en el que echan una mano la presidenta de la Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza, Sonia Torres, que grabará el evento, y su vicepresidente, Antonio Moya.

Excepto el protagonista, el resto de intérpretes que recrearán la pasión, muerte y resurrección de Cristo se han dado cita en el bar San Remo para prepararse. Entre la gente nueva que se ha sumado este 2024 al Vía Crucis está Sara Jordá, pareja de Popa, que será María; Daniel Morales, de trece años, que interpretará a San Juan; y Felisa Santos, que hará de mujer del pueblo junto a otras compañeras como Carmen García. Además, hay veteranos, como Juan Varela, que participa en la iniciativa desde hace por lo menos una década y que hoy hará doblete, de Judas y de El Cirineo; y María del Carmen García, que lleva quince años metiéndose en el papel de la Verónica.

Nuevo monte de los olivos

Minutos antes de la diez, sale desde la calle Sant Jaume toda la comitiva. A la cabeza va la Agrupación Musical Esencia, cuyo director es Jesús Ángel Ramos aunque en esta ocasión la batuta la lleva Pau García. A diferencia de otros años, en lugar de comenzar en la calle del Sol, el Vía Crucis arranca en la Plaza de España, frente al Ayuntamiento de Santa Eulària, que se convierte en el monte de los olivos.

Vía Crucis de Santa Eulària (2024)

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Allí ya hay congregadas decenas de personas, entre ellas, la alcaldesa, Carmen Ferrer, y el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí. Encabezando el acto está el párroco de Santa Eulària, Josep Lluis Mollà, para el que es su primer Vía Crucis viviente. Él, con la ayuda del vicario, Fabián Andrés Rodríguez, se encarga de dirigir la oración y de explicar las quince estaciones, que representan las distintas etapas por las que pasó Jesús desde su sentencia a su crucifixión, su sepultura y, finalmente, su resurrección.

Centenares de turistas y residentes contemplan desde las aceras, con el móvil en ristre, el paso de la comitiva. Entre ellas está Ana Aljarilla cony su hija Ana Muñoz, que tratan de buscar una buena ubicación para contemplar cada etapa. «Como llevamos toda la vida viniendo al Vía Crucis nos sabemos las paradas de cada estación de memoria, pero como se ha alargado el recorrido eso nos tiene despistadas», comenta Aljarilla, cuyo sobrino, Joan Collado, es el artífice de la cruz que porta Jesús, además de ser el primero en interpretar el papel de Cristo cuando arrancó la iniciativa en 1998. Madre e hija opinan que el nuevo monte de los olivos es un acierto y solo ponen un pero, que «el Vía Crucis va muy deprisa».

En algo menos de dos horas el evento concluye en la iglesia del Puig de Missa, con todo el público aplaudiendo y ovacionando a los actores, mientras suena el himno de España interpretado por la banda Esencia.

Isabel Hidalgo y Bartolomé Moya, dos turistas del Imserso de un pueblo de Jaén, Torres, comentan el buen hacer de los intérpretes: «¡Qué emoción más grande! Ha sido divino».

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