Club Diario de Ibiza | Carlos González Pediatra, escritor y divulgador

Carlos González, pediatra, escritor y divulgador: «Los padres tienen autoridad y necesitan ejercerla, pero para las cosas importantes»

La Fundación Conciencia organiza mañana en el Club Diario de Ibiza dos sesiones de la charla ‘Autoridad y límites’ de Carlos González

Carlos González, pediatra, escritor y divulgador

Carlos González, pediatra, escritor y divulgador / Archivo Personal

Estela Torres

Estela Torres

Carlos González es pediatra, escritor y divulgador. En 1991 fundó la Asociación Catalana Pro Lactancia Materna, materia sobre la que ha dirigido e impartido más de cien cursos, además de publicado una gran cantidad de libros. Mañana, viernes 22 de marzo, imparte la charla ‘Autoridad y límites’, organizada por la Fundación Conciencia, en el Club Diario de Ibiza. La conferencia tendrá dos sesiones, una a las cuatro de la tarde y otra a las siete, pero ya no hay opción de comprar las entradas, se agotaron hace varios días.

En Instagram hay una cuenta de admiradores suyos y hay quienes le consideran como la Biblia. ¿Por qué causa este fenómeno?

Estas cosas me pillan muy por sorpresa. Quizá porque se ha retratrasado la edad de paternidad y maternidad, o porque se tienen uno o dos hijos en lugar de tres o cinco, muchos padres están buscando información y creo que la que ofrezco se diferencia bastante de lo que se solía decir: «Que no cojas al niño, que no lo metas contigo en la cama, que lo dejes llorando»... A muchos esto no les acababa de convencer y les gusta más lo que yo expongo.

¿Qué diferencias encuentra entre cómo se criaba antes y cómo se cría ahora?

Depende de a qué antes te refieras. Coger a los niños en brazos, darles teta y que durmieran con los padres era lo normal hace 200 años, salvo para quienes eran muy ricos. Hace 50 años quizá lo normal por esta zona era que el niño durmiera solo y no dejarle pasar ni una. Y, bueno, una diferencia obvia es que ahora hay Ipad y tele y todas estas cosas que antes no existían.

¿Cree que ahora se protege más a los niños?

No lo sé, las circunstancias han cambiado. Hace cien años les dejaban jugar en la calle, pero no había coches. Ahora se habla mucho de sobreprotección y de no hacerlo, y yo pienso: ¿En qué no debo sobreproteger? ¿No lavándole los dientes o no poniéndole el cinturón de seguridad? ¿Qué es lo que no debo sobreproteger? Yo creo que los padres intentan proteger a sus hijos lo mejor posible según sus conocimientos y según los peligros que ven allí donde viven.

"Necesitamos más relación, más atención, más cariño hacia nuestros hijos y hacia nuestras parejas, y quizá entonces no habría tantos divorcios"

Carlos González

¿Cómo de importante es que la relación de una pareja sea bonita y buena para que la crianza se desarrolle bien?

Creo que la relación bonita y buena en la pareja siempre es importante, con hijos y sin hijos. La teoría tan denostada, a veces, de tener un hijo para salvar el matrimonio, en el fondo tiene una base de razón y de sabiduría popular. Se ha comprobado que los matrimonios sin hijos se divorcian más. Lo que probablemente no sea muy bueno es decidir tener un hijo cuando ya están asomando los problemas que van a causar la separación de la pareja. Supongo que lo que habría que hacer es intentar que las parejas funcionen bien desde el principio, lo que hoy en día también parece más difícil. Cada vez hay más divorcios y no sé si tiene que ver con esa generación que se crió con el «no lo cojas en brazos, no lo metas en la cama...». Quizá hay quienes al no haber recibido suficiente cariño de niños también se encuentran incapaces de ofrecerlo de mayores.

¿Cómo influye la manera en que te han criado en la forma en la que vas a criar tú?

Uno tiende a reproducir las pautas de crianza recibidas en la infancia. Por varios factores, aunque principalmente por aprendizaje. Criamos como nos criaron, de la misma manera que comemos lo que comían nuestros padres. Probablemente también haya una cuestión psicológica. El apego, la relación entre la madre y el niño, puede ser seguro o inseguro. Ser inseguro no es el fin del mundo, un 30% de la población tiene apego inseguro y puede llegar a ministro. Pero bueno, es mejor el apego seguro y se ha visto que este patrón tiende a transmitirse en otras relaciones. No es una garantía absoluta, pero si has tenido un apego seguro con tu madre es mas fácil que luego lo tengas con padres, amigos, abuelos, con tu pareja y demás. La persona que ha tenido un apego inseguro es mas fácil que repita ese patrón a lo largo de su vida.

¿Cree que las parejas deberían recibir formación para ser padres y criar a sus hijos?

Probablemente no. ¡No es tan difícil tener hijos! Quizá lo más importante es el tiempo. ¿Cómo es posible que todavía tengamos uno de los permisos de maternidad más cortos de Europa? Esto es como lo que se dice: «Si no vives como piensas, acabarás pensando como vives». Si a los padres no se les permite estar con su hijo pequeño, atenderle como creen necesario, y se ven obligados a llevarlo a la guardería con muy pocos meses cuando ellos mismos piensan que eso no está bien... Se ven forzados por la situación económica y las leyes. Supongo que la manera de sobrevivir es pensar que eso está bien. No puedes llevar a tu hijo cada día a la guardería pensando: «Pobre mío, cómo está sufriendo».

¿Cómo dedicar tiempo de calidad a los niños con todas las tareas diarias?

El concepto del tiempo de calidad es otra de las cosas a las que tengo mucha manía. Es un mito. Primero, nadie ha demostrado que al pasar más tiempo con tu hijo este tiempo sea necesariamente de mala calidad. Mientras no se demuestre lo contrario, es de la misma calidad que todos, solo que es más tiempo. Y, si al menos fuera verdad que el poco rato que tienen muchos padres se dedicara a tener a los niños en brazos, a darles besitos, y que cuando fueran mayores se hablase con ellos y se les escuchase... compensaría algo la separación. Pero la pura verdad es que ni siquiera es así. Ese supuesto tiempo de calidad se convierte en gritos y malos modos «porque tengo que hacer la cena y la casa y no tengo tiempo para esto». Y se manda al niño a la cama. Necesitamos más relación, más atención, más cariño hacia nuestros hijos y hacia nuestras parejas, y quizá entonces no habría tantos divorcios. Debemos ser conscientes de que tener una relación no es algo que te regalen y ya está, es algo que te ganas cada día. Tienes que hacer un esfuerzo para quedar con tus amigos y echar unas risas, para ser amable con tu pareja y para tener una relación con tus hijos.

"Los niños no se hacen independientes porque los apartes de ti y los dejes solos, se hacen independientes porque reciben tanto cariño de sus padres que llega un momento en que han recibido suficiente y ya se pueden separar"

Carlos González

Una frase que suele decir es que la autoridad es como el dinero, ¿por qué?

Porque el dinero te lo puedes gastar en lo que quieras, pero si te lo gastas en tonterías, cuando lo necesites para algo importante te habrás quedado sin. Y sobre la autoridad, los padres tienen autoridad y necesitan ejercerla, pero para las cosas importantes, de la manera adecuada. Cuando necesites decirle a tu hijo que no beba alcohol o que no tome drogas, ¿te quedará autoridad? ¿O será como cuando le decías que no saltara en los charcos o que no se tocara la nariz? Dándole muchas órdenes y castigándole por cosas sin importancia no aprende a obedecer sino que papá y mamá dicen muchas tonterías y que no hace falta hacer caso. Yo propongo reservar la autoridad para los casos en los que realmente sea necesaria, no estar todo el rato dando órdenes sin sentido.

¿Los padres tienen que jugar los papeles de poli bueno y poli malo?

A ver, normalmente estos papeles se intercambian. Creo que una de las utilidades de tener un padre y una madre es que cuando uno de los dos pierde los nervios, el otro puede hacer de mediador. En este sentido, es triste que haya teorías que dicen que por nada del mundo hay que llevar la contraria a la pareja si ha tomado una decisión o dado una orden, porque se pierde autoridad. Es todo lo contrario. También se suele aconsejar no discutir delante de los niños. Si por discutir entendemos insultarse y pegarse, por supuesto que no se debe hacer, pero ni delante ni detrás. Si por discutir entendemos argumentar, escuchar al otro, ceder en algunas cosas, intentar llegar a un acuerdo... no solo se puede hacer sino que se debe hacer delante de los niños para que aprendan cómo dos personas civilizadas y que se aman solucionan sus problemas. Aunque hay que entender que no lo van a aprender de hoy para mañana.

¿Cómo se debería pedir a un pequeño que haga algo?

En principio, diciéndoselo. Es así de sencillo. Si quieres que recoja dile: «Cariño, recoge los juguetes». A veces con los más pequeños se hace como un juego: «Ahora los muñequitos se van a dormir a la casa de los muñequitos». Es ponerle adornos. Hay que decírselo por las buenas, y algunos niños lo hacen. Si no es así, siempre está la opción de decir: «Venga, vamos a recoger los juguetes entre los dos». Te pones a recoger tú y es probable que tu hijo no recoja nada en absoluto, pero le dices que «muy bien» y vas recogiendo. El niño no ha recogido nada, pero si eres persistente, probablemente algún día lo empezará a hacer, y si no, debemos fijarnos en las verdaderas prioridades. A veces dicen que si le coges mucho en brazos va a ser dependiente. Pero, ¿qué significa? ¿Me estan diciendo que a los 18 no se irá de botellón? No es así. Los niños crecen y se hacen independientes con los años. Los niños no se hacen independientes porque los apartes de ti y los dejes solos, se hacen independientes porque reciben tanto cariño de sus padres que llega un momento en que han recibido suficiente y ya se pueden separar.

¿Cómo criar en la infancia para que en la adolescencia tus hijos confíen en ti?

Si quieres que tus hijos te cuenten las cosas tienes que saber escucharles. Si cada vez que tu hijo te cuenta algo lo que haces es reñirle, no te contará más. Eso no es una garantía de que si se hace de esta manera te lo va a contar todo. Ni te lo contará todo ni sería normal que te contara según qué cosas, pero hay más posibilidades. Desde muy pequeñitos, hay métodos que te dicen que dejes a los niños llorando de uno a tres minutos, luego de cinco a siete, hasta que se den cuenta de que no vas a ir y dejen de llorar por la noches. Esos métodos se venden como para enseñar a los niños a dormir, y es absurdo porque los niños saben dormir. Es una necesidad básica del individuo. Una persona que no durmiera moriría antes que una persona que no comiera. Lo que se enseña con esos métodos es que por mucho que llores tus padres no te van a hacer caso. ¿Cómo puedes esperar que luego te cuenten sus problemas? Procuro enseñar a mis hijos que, estén donde estén, pase lo que pase, y sea la hora que sea, si me llaman yo intentaré ayudarles. Sigue sin ser una garantía, pero tienes que hacer lo que crees conveniente.

¿Qué va a tratar en la charla de mañana?

Que todos los padres tienen autoridad, y es normal, y no puede ser de otra manera. Que todos los niños tienen límites igual que los adultos, y es así y no puede ser de otra manera, pero que no debemos olvidar que la autoridad también tiene límites.

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