La inserción social en Ibiza gracias al deporte

Sin actividades deportivas, la vida diaria de muchos jóvenes con diversidad funcional prácticamente se limitaba a ir del colegio a casa para ver la televisión. Gracias al empeño de unos voluntariosos padres, que no se resignaron a que sus hijos no pudieran desplegar su potencial ni se implantara una oferta de actividades específica para ellos, la situación en Ibiza fue mejorando paulatinamente a partir de 1994.

En aquel año, el impulso de esas personas fructificó con el nacimiento de la Asociación de Deporte Adaptado de Ibiza y Formentera (Addif). Ahora, la entidad cuenta con una plantilla de 11 personas que ayudan a entrenar, en todo tipo de especialidades, y a la inclusión social de 64 usuarios. A estos últimos es fácil reconocerlos en muchos eventos deportivos multitudinarios de la isla con sus camisetas amarillas y el logo de Addif impreso en el pecho. También por sus sonrisas y jovialidad permanente.

En el Recinto Ferial, esas camisetas, junto a las azules de los seguidores de la UD Ibiza, sobresalen entre las 300 personas que siguen atentas una pantalla gigante. La feria Touribisport, que se ha llevado a cabo desde el viernes, ha permitido seguir en directo este domingo al mediodía el partido que disputan los ibicencos contra el Real Murcia en la Nueva Condomina.

"Estos chicos son mi devoción y este es un trabajo muy vocacional. Con esta labor, te das cuenta de que el deporte les reporta muchas mejoras"

Mientras los periodistas Joan Tur y Paco Murillo se toman un descanso en la retransmisión al medio tiempo, un grupo de voluntarios y usuarios de Addif aprovechan para ofrecer boletos para comer al público. El final de la feria Touribisport se va a festejar con un arroz popular para 350 personas y la recaudación será a beneficio de esta entidad.

Destaca la laboriosidad de la presidenta de la asociación, Myriam Martín, que se multiplica en los preparativos del ágape. Ya hace 14 años que forma parte de Addif, donde llegó para trabajar como educadora social. «Estos chicos son mi devoción y este es un trabajo muy vocacional. Con esta labor, te das cuenta de que el deporte les reporta muchas mejoras, sobre todo de autonomía personal y socialización», valora Martín.

Integración e inclusión

Gracias a los entrenamientos, estos jóvenes con diversidad funcional comparten las mismas instalaciones e interactúan con otros deportistas. «Así sienten que ellos también forman parte de la sociedad», destaca. Además del deporte adaptado, en el que estas personas compiten entre ellas, Addif y el Consell de Ibiza organizan desde el año 2020 un circuito inclusivo, en el que comparten actividades con los principales clubes de la isla. Ya sea en fútbol, baloncesto, natación, atletismo, petanca, balonmano o pádel. Para Martín, «Estas jornadas son lo máximo para los chicos, ya que pueden jugar con el resto de deportistas».

Con la labor de la entidad, varios de sus usuarios han logrado despuntar en las competiciones nacionales. Es el caso de Sara Guasch, de 26 años, que el año pasado logró una meritoria novena plaza en el campeonato de España de pádel adaptado.

«Llevo 18 años jugando a este deporte y es un orgullo. Me da mucha felicidad, porque me libera de todo el estrés», confiesa Guasch. Dentro de tres semanas, repite la prueba nacional en Valencia, para la que ahora se entrena dos días a la semana.

El bienestar del que habla Guasch también lo comparten sus monitores. «Estar con ellos es lo mejor de todo. A mí me han cambiado por completo, porque desarrollas la paciencia y te dan mucho amor. Yo recomendaría a todo el mundo que se hiciera voluntario de Addif para conocer esta experiencia», anima Estela Noguera.

Ella trabaja para la entidad desde hace cuatro años y ejercer de monitora también le ha mejorado sus dolencias. Jugando a Rugby, se golpeó el nervio simpático, lo que le generó una enfermedad rara de carácter neurodegenerativo, el síndrome de Sudek. De eso hace diez años. Sufría cojera y le recomendaron ejercicio físico para paliar los efectos de la patología. Se volcó en la calistenia y el gimnasio. Empezó a notar mejoras, más aún cuando pasó a entrenar a los usuarios de Addif. «El deporte es imprescindible, tanto si tienes una discapacidad como si sufres un problema de depresión, y todo el mundo puede beneficiarse haciendo ejercicio», recuerda.

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