Llorenç Córdoba recrudece la crisis en el Consell y destituirá a Alcaraz de todos sus cargos

El presidente del Consell Insular de Formentera, Llorenç Córdoba, hizo pública ayer su intención de destituir a José Manuel Alcaraz de «todos los cargos de responsabilidad» que ocupa en la institución. Alcaraz es vicepresidente tercero y conseller de Promoción Económica y Administración insular. Además, es el presidente el PP de la isla, partido que forma parte de la coalición de Sa Unió, junto a Compromís, que ganó las pasadas elecciones por mayoría absoluta con Córdoba como cabeza de lista, tras 16 años de gobiernos progresistas de GxF y PSOE.

Esto significa que Alcaraz dejará de ocupar, a partir del próximo lunes, el área de Promoción Económica y Administración insular, que asumirá de forma temporal el propio presidente, según anunció Córdoba a Diario de Ibiza.

Alcaraz seguirá manteniendo su acta de conseller y, poco después de conocer su destitución el próximo lunes, declinó hacer declaraciones, al menos hasta que se pronuncie la coalición a la que pertenece, Sa Unió, con ocho consellers.

El decreto de presidencia con la destitución de Alcaraz, según anunció Córdoba, se redactará el próximo lunes, pero tendrá que pasar por el filtro del secretario de la institución.

Según ha podido saber Diario de Ibiza, el secretario del Consell plantea serias dudas sobre la forma en la que el presidente quiere prescindir del responsable del área económica y del funcionamiento interno de la institución. Pero será el lunes cuando plantee sus posibles reproches, cuando el presidente firme el decreto.

La posible destitución de Alcaraz provocará una insólita acumulación de responsabilidades en la persona del presidente, ya que asumirá las competencias de su hasta ahora vicepresidente tercero. Además de los departamentos de Sector Primario y Litoral, ahora sumará Promoción Económica y Administración insular. Y no hay que olvidar que es diputado en el Parlament.

Según las consultas de este diario entre funcionarios del Consell, Córdoba no podrá asumir semejante carga de trabajo. Además, los funcionarios están «preocupados» por lo que está ocurriendo en la institución: «En estas condiciones [ el Consell] es ingobernable». Es la frase en la que coincidieron todos los técnicos y funcionarios del Consell consultados, y que prefieren mantener su anonimato. La institución insular tiene ahora 400 trabajadores.

En este escenario, queda pendiente la reacción del PP balear, que en las últimas semanas ha blanqueado la figura del diputado Córdoba en el Parlament sin citar lo que está ocurriendo en el Consell. Como si la crisis abierta en la institución insular fuera ajena a los intereses del Govern balear.

En declaraciones a Diario de Ibiza, Llorenç Córdoba confirmó que el correspondiente decreto de presidencia que retirará todas las atribuciones de gobierno al presidente del PP de Formentera lo firmará «a principios de semana, este lunes, la decisión ya está tomada», aseguró.

Los motivos que le han impulsado a prescindir de Alcaraz, que también ostenta la vicepresidencia tercera del Consell, son: «La pérdida de confianza y la falta de ética y de moral que ha demostrado en las últimas semanas y meses con sus declaraciones contra mi persona».

Córdoba detalló que la decisión «no tiene marcha atrás» y confirmó que será él quien asuma esas competencias que, como presidente, había delegado en Alcaraz.

Crisis abierta

A finales del pasado mes de noviembre, Córdoba anunciaba en un críptico mensaje que retiraba «su apoyo incondicional» al gobierno del PP de Marga Prohens, al que sigue apoyando en el Parlament. En los días siguientes, y a lo largo de todo el mes de diciembre y enero de este año, las diferencias en el seno de la coalición conservadora de Sa Unió se hicieron cada vez más evidentes hasta llegar a la petición de dimisiones por ambas partes.

Los ocho consellers de Sa Unió pidieron la dimisión de Córdoba y éste, a su vez, la de José Manuel Alcaraz y de Verónica Castelló (son pareja).

Finalmente, y con la intención de reconducir la crisis, según manifestó en ese momento, Córdoba retiró esa petición pero los consellers de Sa Unió decidieron expulsarle de la coalición conservadora, lo que se hizo efectivo a principios de este año. Así, el presidente se convirtió en un conseller no adscrito de la misma forma que diputado no adscrito en el Parlament balear.

Mientras todo esto ocurre, los consellers del equipo de gobierno se muestran indignados por la situación y como respuesta habitual, apuntan: «Trabajamos cada día y esperamos que esto se acabe». Y dicen ser conscientes del deterioro que sufre la institución.

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