Junta Insular de Aguas

El Govern se marca un año para estudiar la viabilidad de la cuarta desaladora de Ibiza

El conseller balear del Mar y Ciclo del Agua asume que su construcción se ejecutaría en la próxima legislatura

Lafuente afirma que la situación de los acuíferos «no es fácil», pero es pronto para decir si habrá restricciones

El conseller Juan Manuel Lafuente, segundo por la izquierda, junto a la alcaldesa Carmen Ferrer y el presidente Vicent Marí.

Eugenio Rodríguez Martos

Eugenio Rodríguez Martos

Eugenio Rodríguez Martos

La conselleria balear del Mar y del Ciclo del Agua se marca el plazo de un año para determinar, tras acometer un estudio de viabilidad, si se construye una cuarta desaladora en Ibiza. En principio, se prevé que esta cuarta desalinizadora se construya en el municipio de Sant Josep, la zona de la isla donde se registra, además, una mayor demanda de agua desalada debido al mal estado de los acuíferos.

Hace unos días, el alcalde de Sant Josep, Vicent Roig, solicitó a la presidenta del Govern balear, Marga Prohens, la construcción de esta planta desalinizadora en su municipio; en concreto, planteó la posibilidad de que el Ayuntamiento ceda terrenos del polígono industrial de Sant Jordi.

Tras la Junta Insular de Aguas celebrada este miércoles en Ibiza, el conseller balear del Mar y Ciclo del Agua, Juan Manuel Lafuente, explicó que lo primero que se va a hacer es «un análisis de las necesidades, también de sus características y ubicación» de esta infraestructura. Así, en el plazo de un año, aproximadamente, Lafuente espera que se pueda tomar una decisión y, como se presupone que esta cuarta desaladora resulta necesaria, encargar la redacción del proyecto y licitar las obras. Todo este trabajo se llevará a cabo en esta legislatura, pero las obras se ejecutarían en la siguiente, según las previsiones del conseller. «Hay que ser realistas como mínimo», reconoció.

Al ser preguntado sobre la vía de financiación de esta infraestructura, Lafuente se limitó a decir que «primero hay que saber cuál va a ser su dimensión y su presupuesto». «A partir de ahí, tengo el convencimiento de que lucharemos para conseguir la inversión», agregó el conseller menorquín sin dar más pistas al respecto.

El litigio con el Estado por la planta de Santa Eulària

La desaladora de Santa Eulària, que se puso en marcha en 2017, la construyó el Ministerio de Medio Ambiente a través de una concesión, pero que, para evitar el encarecimiento del recibo del agua, finalmente el Estado tuvo que rescatarla con el pago de 26 millones a la concesionaria para, acto seguido, cederla a la Comunitat Autònoma. Ahora, el Estado reclama en los tribunales al Govern la devolución de los 26 millones.

Juan Manuel Lafuente y Vicent Marí, de espaldas, este miércoles durante la Junta Insular de Aguas.

Juan Manuel Lafuente y Vicent Marí, de espaldas, este miércoles durante la Junta Insular de Aguas. / CAIB

Lafuente destacó que «Ibiza lleva demasiado tiempo con una falta de inversiones necesarias para disponer de unas infraestructuras modernas y evitar afecciones negativas sobre el medio ambiente». Sobre las actuaciones necesarias más inmediatas tratadas ayer en la Junta Insular de Aguas, Lafuente citó primero la ampliación de la desaladora de Santa Eulària. La empresa pública Abaqua ya ha puesto en marcha el proceso para contratar la redacción de este proyecto. También se refirió el conseller a la necesidad de que se acometan inversiones en la «modernización de las conexiones» del sistema insular y a la construcción de un depósito de «mayor capacidad». En cuarto lugar, se sitúa la nueva desaladora de Sant Josep.

Paralelamente, el conseller ha señalado la necesidad de invertir en las depuradoras y fomentar la reutilización del agua (y dotar de recursos a los ayuntamientos, a través de un convenio con el Consell, para la mejora de red de distribución de agua al objeto de reducir las fugas.

La amenaza de las restricciones por la falta de agua

Lafuente también informó en la Junta Insular de Aguas de la situación de los acuíferos de la isla, que se encuentran en estado de prealerta. El conseller admitió que «no es fácil». Los datos son similares a los que se registraban el año pasado en estas fechas.

Al ser preguntado sobre la posibilidad de que este verano, tal como anunció hace unos días el alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, se adopten restricciones de agua, el conseller dijo que hay que esperar a ver «cómo evolucionan las cosas». «Hay que hacer una gestión adecuada de los recursos que tenemos y no malgastarlos. Pero vamos a ver qué pasa. En función de cómo evolucione se tendrán que llevar a cabo las actuaciones que, en su momento, correspondan», advirtió Lafuente, que apeló a la concienciación ciudadana.