Forraje francés y grano brasileño para las ovejas de Ibiza y Formentera por la sequía

La sequía, que ha dejado el campo «pelado», obliga a adquirir fuera de la isla y a «precio de oro» el alimento para el ganado | Govern balear y Consell de Ibiza preparan ayudas para paliar la grave situación: «Nunca habíamos vivido algo así»

Ovejas en un campo del Camí de sa Vorera arrasado por la sequía

Ovejas en un campo del Camí de sa Vorera arrasado por la sequía / Vicent Marí

«El terreno está yermo. No crece ni la mala hierba. Y eso ya es muy significativo. Hasta el vinagrillo crece con poca alegría». Xavier Conesa, gerente de la Cooperativa de Santa Eulària, describe de esta manera hasta qué punto la sequía está afectando al campo ibicenco y ha impedido que prospere la cosecha de cereales y de forraje: «A estas alturas del año tendría que haber crecido algo, pero no hay nada. Es un tema muy preocupante al que no vemos solución. Aquellos que sembraron han enterrado su dinero porque no esperan recolectar nada o muy poco».

No ha crecido nada. Nada de nada de lo sembrado, ni siquiera malas hierbas. Y sin nada con lo que nutrirse, los ganaderos no han tenido más remedio que echar mano del pasto que tenían almacenado para el verano. Algunos ya lo han acabado, otros tienen aún para unas cuantas semanas más. Y visto que la situación no tiene visos de solucionarse porque este año las lluvias parecen empecinadas en desviarse del camino de las Pitiusas, se ha optado por el plan B: comprar fuera, en la Península, en Europa… hasta en Sudamérica.

«Cada año adquirimos el máximo posible de forraje ibicenco, alfalfa, paja, y lo guardamos en la Cooperativa de Santa Eulària. Pero todo lo que teníamos almacenado se ha vendido ya. La gente vio lo que iba a pasar y ha hecho acopio para aguantar aunque sea los primeros meses del año», explica Conesa. Sin ese material, la cooperativa se ha visto «obligada» a comprarlo fuera de la isla y a «pagarlo a precio de oro». Como en Cataluña, donde solían acudir en caso de necesidad, están tan mal como aquí o peor, buscaron en Castilla la Mancha, «donde queda algo», y en Francia: « A través de intermediarios hemos podido conseguir forraje de diferentes orígenes, pero nada del Levante porque están igual o peor que nosotros».

Cuando Conesa habla de precio de oro se refiere a que es «un 30 o un 40% superior al habitual». Eso, el forraje. Porque a ese coste además hay que «sumar los portes, muy elevados porque, al ser paja, es como si trajeras aire» sobre la plataforma. En este caso, el coste del kilo de paja, que ocupa mucho volumen, no es igual al de un kilo de hierro. De momento han comprado 60.000 kilos de forraje «para los primeros meses de este año». Tres plataformas. Ya ha llegado una.

Forraje francés y grano brasileño para las ovejas pitiusas por la sequía | FOTOS DE MARCELO SASTRE

Patos y gallinas caminan sobre sendos terrenos en las cercanías de Sant Antoni en los que las plantas están resecas / Vicent Marí

En la Cooperativa de Sant Antoni se dieron cuenta de que algo no iba bien tras comprobar que vendían menos semillas de cereales que nunca, en torno a un 50% menos, calcula Juan Antonio Prats, su gerente. El motivo era que, ante la falta de lluvias, pocos se atrevían a sembrar y aguardaban a que cayera el maná. Ya es demasiado tarde. Para compensar, esta cooperativa importa a Ibiza pienso y cereales para alimentación animal, pero no desde España, dado que en la Península tienen el mismo problema: «Viene incluso de Brasil, en barcos, y de Francia».

De momento no están teniendo problemas para encontrar ambos productos: «A nuestra escala, como es poca cosa lo que necesitamos, no es difícil hallarlos. Quizás lo sea a mayor escala. De momento no tenemos dificultades. Esperamos que no las haya en la próxima campaña».

El precio en este caso, al contrario que el del forraje, «se mantiene». Con la guerra de Ucrania «subió mucho, pero ahora vuelve a ser más normal, aunque no tan barato como antes de ese conflicto. Pero si sube la demanda debido a esta sequía, se encarecerá. Se espera subida», advierte. Esta cooperativa ya ha notado un aumento de la demanda de su preparado de cereales con algarroba.

«El campo está pelado»

«Es desesperante», afirma Antoni Tur, presidente de la ADS (Asociación de Defensa Sanitaria) de Ovino pitiusa: «A estas alturas, las ovejas deberían poder pastar por el campo, pero allí no hay nada, todo está seco. Hay semillas sembradas hace dos meses que ni han salido». Da de comer a sus rumiantes el forraje que cosechó en 2023 y que, inicialmente, iba a servir de alimento en el verano de 2024: «Ahora hay que buscarlo fuera de la isla porque a algunos ganaderos ya no les queda. Pero la pregunta es dónde, pues en la Península están igual que nosotros. Y aunque se consiga, será a unos precios muy elevados», indica el ganadero. «Nunca -asegura- hemos pasado por algo así». Tur tiene 120 ovejas. La cabaña ibicenca es actualmente de unas 3.500 cabezas, «cuando hace 20 años había 13.000», indica.

Esidro Ramis, técnico de Carn & Coop., no ha tenido más remedio que dar a sus animales «una aportación suplementaria» porque no les basta con lo que encuentran al pastorear: «Ahora tendría que haber mucho verde, pero está seco, no hay nada, está pelado, lo cual provoca un déficit alimentario en los animales. Y cuando digo nada es nada literal, como si ya hubiera sido labrado. Nada». Le quedan balas de forraje «hasta mitad de febrero». Su reserva, como en el caso de Toni Tur, ha menguado al estar el campo «pelado» y tener que alimentar a las ovejas con el forraje destinado al próximo verano.

De hecho, ha tenido que recurrir a una medida desesperada para, en lo posible, asegurarse el futuro inmediato: «Como también tengo huerto (5.000 metros cuadrados), donde el año pasado tenía patata, este he sembrado cereales de invierno para forraje». Al no llover, al menos podrá regar ese trozo de tierra. Algo obtendrá: «No tengo más remedio». Su cabaña consta de 57 ovejas y 15 cerdos. Para estos últimos ha tenido que «asumir el sobrecoste de comprar toda su alimentación», que calcula que ha sido de un 70%. Para que luego se le quejen de que las chuletas o la sobrasada están caras.

«Nunca -indica Ramis- habíamos visto algo así. Hace 18 años no llovió nada en noviembre y el campo estaba tan seco como en agosto. Pero luego empezó a caer agua en diciembre y fue un invierno normal. La cosecha fue al uso. Pero esto…. No hay ningún mayor que recuerde haber vivido un invierno como este».

Forraje francés y grano brasileño para las ovejas pitiusas por la sequía | VICENT MARÍ

Patos y gallinas caminan sobre sendos terrenos en las cercanías de Sant Antoni en los que las plantas están resecas / Vicent Marí

Debido a que la sequía está afectando gravemente al cultivo de cereales y forraje, tanto el Govern como el Consell de Ibiza sacarán en breve ayudas para los ganaderos y agricultores, según Joan Marí Guasch, director ibicenco de Medio Rural: «La idea es sacar algún tipo de ayudas. O bien nosotros, desde el Consell, o bien la conselleria balear de Agricultura». El pasado jueves se celebró una reunión de «un comité técnico que se ha creado, precisamente, para hacer frente a la sequía en Balears. Y el lunes [por hoy] se constituye una mesa para tratar este tema, a la que acudirán los técnicos del departamento de Ibiza. Seguramente, de ahí saldrá una propuesta de ayudas extraordinarias para las islas», detalla Marí: «A partir de lo que se plantee en ellas, veremos si nosotros las tenemos que complementar de alguna manera con ayudas propias, como ya hicimos hace dos años», cuando estalló la guerra de Ucrania.

«Más grave que en Mallorca»

Las ayudas a la ganadería «tendrían en cuenta el número de cabezas» de ganado, mientras que las de los agricultores «estarían vinculadas a sus declaraciones en la PAC (Política Agraria Comunitaria, línea de ayudas europeas anuales), que se basan en el territorio que se planta, tanto de cereal como de forraje».

Forraje francés y grano brasileño para las ovejas pitiusas por la sequía

Finca de Puig d’en Valls dedicada al cultivo de cereales, la pasada semana / Vicent Marí

Los ganaderos ibicencos ya le han informado de la grave situación que atraviesan: «Les comuniqué que nos planteamos crear una ayuda extraordinaria. En las próximas semanas se verá cómo se hace. La conselleria de Agricultura tiene los datos y sabe lo que está ocurriendo en Ibiza, que es incluso más grave que en el resto de islas de Balears».

Ni un tallo de veza ni un grano de avena

El cultivo combinado de esta leguminosa y de avena, el más productivo en la isla... hasta ahora

Josep Lluís Joan, técnico de Promoción de la Calidad Agroalimentaria del Consell, explica que el ganado ovino consume «mucho forraje de extensivo, pasto». Ahora «tendría que estar suelto por el campo comiendo pasto fresco, pero no hay por la sequía. Para los ganaderos es una situación muy difícil, un problema». Sobre todo porque no ha prosperado (muchos ni lo han sembrado) el forraje que, principalmente, se cultiva en Ibiza: «La veza con avena, que es una mezcla de leguminosa y cereal. En la isla se cosecha de forma masiva, pero este año prácticamente no hay. Eso se destina a dar de comer al ganado en verano. Ahora tendría que tener un metro de altura. Luego se debería cosechar y guardar para el verano, pero este año no habrá ese forraje». Sembradas juntas, se complementan: «Una, la veza, aporta nitrógeno; la otra le da un soporte para que crezca, pues es enredadera. Crecen muy bien, es una combinación muy productiva. Es la mezcla de pasto que mejor funciona en la isla, dado nuestro clima»... que este año ha fallado.

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