Xaquelina Ann Perry presidenta Asociación Ibiza y Formentera contra el cáncer (IFCC)

«Lo más importante son los oncólogos y ya los tenemos, pero las hemos pasado canutas»

Jacquie Perry compartió durante casi 30 años amistad con su predecesora Helen Watson, su compañera de bingo. Ahora ocupa su cargo y señala, como un mantra, que lo importante es «vivir cada día»

La presidenta de IFCC, en el campo de golf de Roca Llisa.

La presidenta de IFCC, en el campo de golf de Roca Llisa. / Vicent Marí

Xaquelina Ann Perry, también conocida como Jacquie, nació en Tettenhaall, un pueblo de la ciudad de Wolverhampton, Inglaterra, muy cerca, especifica, a la frontera de Gales. «Desde el instituto veía todas las montañas», rememora Perry antes de iniciar la entrevista. Se niega a revelar su edad porque asegura que es «relativa», tanto para hombres como para mujeres. «Para mí hay que vivir cada día», sentencia.

Llegó a Ibiza de vacaciones y se quedó, aunque ahora, entre risas, no tiene claro si se enamoró «de la isla o de mi marido, que ya es mi ex». Se afincó en la isla, se casó y tuvo un hijo. Y aquí empieza la relación de Jacquie Perry con la isla. La relación con la Asociación Ibiza y Formentera contra el Cáncer (IFCC) empezó más tarde cuando se prestó a ser voluntaria. Al cabo de los años fue vocal del comité, después tesorera, secretaria y, tras un periodo alejada de los cargos de la asociación por motivos personales, regresó. Desde hace escasamente un mes se ha convertido en la nueva presidenta tras el fallecimiento de su predecesora, Helen Watson, a la que «siempre» ha ayudado.

¿Qué relación tenía con Helen Watson?

A Helen la conozco desde los años 90 porque yo trabajaba en turismo y en la primera feria de la asociación en el Recinto Ferial nos tocó estar juntas. Para mí, Helen no ha sido la presidenta del cáncer, ha sido una amiga de casi 30 años y era mi compañera de jugar al bingo una vez al mes. Este año, cuando ya estaba con las botellas de oxígeno, Manolo [de la Osa, marido de Watson] nos llevó con el oxígeno, y todo, a jugar al bingo. Hasta que se puso muy malita, nunca dejó de disfrutar .

¿Continuará el legado de Watson?

Sí, por supuesto. Esa es la meta mía y de todos los socios de la asociación. Vamos a seguir su legado, siempre pensando en ella, en qué haría Helen y qué no. Todo tiene que seguir igual.

¿Qué objetivos se marca en su nuevo mandato?

La salud es lo más importante. La gente se debe concienciar sobre el cáncer y también tiene que dejar de un lado el tabú que el cáncer conlleva porque la detección precoz es muy importante porque salva vidas.

¿Aún falta mucha concienciación?

Creo que sí. La gente tiene miedo y no debe tener miedo y nosotras lo que hacemos es lanzar los cribados porque hay muchos cánceres que son silenciosos y, sin saberlo, un día te despiertas y te das cuenta de que te encuentras fatal. Con los cribados del cáncer de colon llevamos varios años y desde que empezamos, en 2016, solo se lo ha hecho un 24% de la población. Es muy poco.

¿Cómo son estos tests?

Se supone que te llaman y tienes que ir al hospital para hacerlos, pero ahora en Gran Bretaña vas a la farmacia puedes adquirir el test, te lo haces en tu propia casa y lo mandas. En mi caso, por ejemplo, nunca me han llamado ni me han enviado ninguna carta para citarme. Hace dos semanas llamé y me confirmaron que se me había enviado la carta en dos ocasiones, en 2015 y en 2017, y habían sido devueltas las dos. Algo muy raro porque la carta de la mamografía de cada dos años sí que me llega. Pero en el barrio de Ca n’Escandell y Can Misses tenemos un problema, que no llega el correo. A día de hoy aún no me ha llegado la carta y creo que es un agravio si el correo no llega, se pierde o se devuelven las cartas, como fue mi caso. Es algo que queremos hablar con Mallorca para saber qué está pasando. Se necesita más agilidad por parte de las autoridades sanitarias.

¿Cuáles son las necesidades más prioritarias para los enfermos oncológicos de las islas?

Lo más importante es lo que ya estamos teniendo, que son los oncólogos. Las hemos pasado canutas muchos años sin oncólogos. El departamento de Paliativos funciona muy bien, que es muy importante, y durante dos años hemos comprado equipos para la gente que tiene que hacer su tratamiento porque no hay nada peor que estar en una sala incómoda. De cara al año que viene queremos cambiar las butacas de las salas de oncología y radioterapia del Hospital Can Misses.

Las plazas del servicio de Oncología de Ibiza fueron declaradas de «muy difícil cobertura» a finales de septiembre, ¿se ven los frutos?

No puedo opinar porque no estaba en el comité de la asociación y no puedo hablar por la asociación, pero lo que veo que los cinco oncólogos han sido una maravilla. Desde que los tenemos no hemos recibido ni una sola queja en nuestra línea de ayuda y antes, había muchas.

¿Son suficientes los cinco oncólogos?.

Nunca es suficiente, pero de lo que teníamos…. La gente tenía que esperar muchísimo para tener una cita o, antes, venía un oncólogo, se iba, venía otro. Una paciente me comentó que ella, con su tratamiento, estuvo con tres o cuatro oncólogos diferentes. No soy médica y no puedo opinar, pero no creo que sea bueno ir cambiando porque el oncólogo debe ser como tu amigo, con una relación muy amena porque es algo muy delicado.

En Ibiza son varias las asociaciones que luchan contra el cáncer. Está AECC, Apaac, Asociación Elena Torres, Aspanob. En este caso, ¿la unión no hace la fuerza?

Creo que debemos estar unidos, pero no revueltos. El domingo que viene [por hoy] hay un evento en Sant Antoni con Aspanob y vamos a apoyarlos, pero cada uno tiene que tener su identidad.

La cura es imprescindible, ¿pero hay suficiente ayuda psicológica para estos pacientes?

La ayuda psicológica es muy importante para pacientes y familiares. Conozco el caso de una madre con 42 años con cáncer de mama muy avanzado y dos hijos adolescentes y para ellos debe ser muy duro.

¿Hay ayuda suficiente?

Nosotros ayudamos en todo lo que podemos, pero siempre se puede hacer más, obviamente, por eso siempre estamos recaudando dinero. La gente es solidaria, sobre todo con nosotros porque ven que todo el dinero se queda en Ibiza y Formentera y están por la labor de ayudar.

¿Y desde la sanidad pública se ofrece esta ayuda psicológica?

Sí, pero hay listas de espera, igual que en todo y me consta que hemos pagado psicólogos privados. Todo se puede mejorar.

Decía antes que falta más concienciación y que deje de ser tabú. ¿Aún lo es?

Vamos avanzando y no es tan tabú como antes. Hace años en la Isla se referían al cáncer como ‘el malo’ porque se pensaba que se podía contagiar. Ahora con el paso del tiempo la gente ha ido viendo que hoy en día el cáncer no es lo peor que te puede pasar.

¿Queda mucho por hacer?

Siempre queda por hacer, por supuesto.

¿Y se ha avanzado como debería?

Ha costado mucho. Nosotros fuimos la asociación que entregó 200.000 firmas para tener la radioterapia en la isla. Todo ha ido mejorando. Había gente que tenía que ir a Palma muchísimas veces porque los hospitales no estaban preparados.

Entre sus objetivos del próximo año están los cribados para detectar el cáncer de pulmón.

Estamos en ello y es nuestra siguiente meta porque la noticia de hoy [por el miércoles] es muy positiva. [Perry hace referencia al anuncio de Sanidad de prohibir fumar en terrazas]. La gente se lo tiene que tomar como una noticia positiva, porque creo que hay menos fumadores que no fumadores y a esas terrazas irá más gente sabiendo que no serán fumadores pasivos.

¿Las administraciones ofrecen la ayuda suficiente a la lucha contra el cáncer?

Es muy difícil con todas las enfermedades que hay dar lo suficiente. Hay un pastel y a cada uno le toca su trozo. Obviamente a mi me gustaría tener más, pero no es posible. Entiendo que todo el mundo tiene que tener su parte por eso estamos para recaudar más.

¿Cuántos socios son?

Tenemos unos 40 socios y muchos voluntarios que, para nosotros, son más importantes que los socios porque todo el mundo trabaja.

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