Opiniones cruzadas ante la etapa posreforma de la avenida Isidor Macabich de Ibiza

La céntrica vía ha vivido este año su primera temporada tras las obras de remodelación

Comerciantes y viandantes difieren en el balance de la actividad y movimiento que hay ahora en la zona

La avenida Isidor Macabich ya ha vivido su primera temporada tras la finalización de la reforma y el balance que hacen comerciantes y viandantes es de lo más variado. Algunos perciben más movimiento y actividad comercial en la zona y otros no notan diferencias respecto a la etapa anterior de las obras (y de la pandemia que las precedió). También hay quien lamenta el bajo nivel de ventas en plena campaña de Navidad. Con la inflación y la crisis económica de por medio, resulta prácticamente imposible determinar qué tanto por ciento de responsabilidad tiene cada factor en el hecho de que algunos perciban que a esta céntrica vía (que vivió dos años de pandemia y uno de obras) «le falta vida».

En cualquier caso, una parte de los entrevistados celebran el resultado: «Indudablemente, está mucho mejor una vez terminadas las obras. Ahora hay más ambiente, más gente, más movimiento», expresan las amigas Mari Carmen Solana y Victoria Giachini. «Los comercios están todos abiertos y no hay tanta polución ni porquería», añade Solana, aún con el recuerdo de las obras. Y es que precisamente ella vive en los márgenes de esta avenida. Se muestra satisfecha con el ancho de las aceras en esta parte de la ciudad: «Que haya mucho cúmulo de gente me agobia, prefiero ir así, andando tranquila y a gusto». Además, les gusta que esta avenida tenga tiendas de toda la vida y con precios asequibles.

Prácticamente todos los comerciantes encuestados coinciden en apuntar que es muy complicado comparar la actividad económica en Isidor Macabich tras la reforma con cualquier periodo de normalidad anterior, ya que habría que remontarse a 2019, antes del estallido del covid.

Vuelta a la lejana normalidad

En palabras de Marta Tur, propietaria de Almacenes Tur (y expresidenta de la Asociación de Comerciantes de Isidor Macabich), «se ha notado que ha mejorado muchísimo [la actividad]». «Enlazamos dos años de pandemia con un año de obras, con lo cual tenemos que ir tan atrás que la evolución ha de ser positiva sí o sí debido al propio crecimiento económico. Es muy difícil evaluar. Sí que estamos mejor que antes de las obras y la pandemia, pero son tantos años los que han pasado...», añade esta comerciante. Además, la situación económica actual varía mucho según el tipo de negocio con el que se hable.

La dueña de Almacenes Tur señala que ahora hay «menos tránsito rodado» y «más gente en la calle». También explica que si bien una de las principales preocupaciones era la falta de parking, finalmente no ha sido un gran problema: «La queja no es tan grave como nos esperábamos. Sí que hay clientes que nos dicen no pueden aparcar en Vila, sobre todo de cara al verano, aunque creo que no ocurre sólo en nuestra zona sino en toda la ciudad. Pero perder zona de parking no ha afectado tanto como nos pensábamos».

Dos clientas salen de una tienda este viernes en la avenida Isidor Macabich.

Dos clientas salen de una tienda este viernes en la avenida Isidor Macabich. / Toni Escobar

Tur valora que, de momento, la campaña de Navidad «está resultando ser bastante buena». Todos estos aspectos demuestran, a ojos de esta propietaria, que «las obras afectaron bastante» a la actividad económica, que ahora mejora. De hecho, destaca que estaban «completamente a favor» del proyecto, pero que el problema fue el incumplimiento de los plazos y que se cortó el tráfico rodado durante demasiado tiempo. ¿La consecuencia? «Mercancías que dejaron de venir o proveedores que dejaron de enseñarnos cosas porque no podían llegar», al menos en el caso de esta empresa.

De hecho, Marta Tur detalla que ahora que han podido analizar el crecimiento registrado en la temporada de verano respecto a la anterior, que estuvo marcada por las obras, han concluido que «en todos los negocios de la calle hubo seguro más de un 30% de pérdidas» por los trabajos de reforma.

«Después de lo mal que lo hemos pasado, no nos podemos quejar. Por lo menos estamos trabajando. Ahora mismo estamos satisfechos. Podría ir mejor, pero también peor», así resume Luis Ruiz, propietario de la cafetería Sa Parada, la situación actual de su negocio, que «es de barrio, local»: «Ahora, con los accesos, estamos mejor, lo único malo es que no hay aparcamiento. Los clientes me lo comentan a diario». Ruiz también opina que debería concederse a los bares de la avenida la posibilidad de aumentar su espacio de terraza «para salir adelante», para «poder trabajar más aprovechando que la acera es muy amplia».

Los viandantes, por su parte, valoran que haya más calle para pasear. «El cambio me gusta, las aceras son anchas, pero [la avenida] tendría que tener un poco más de vida», comenta Mónica Olivencia, quien, a pesar de que no vive en la ciudad, pasa «casi todos los días» por Isidor Macabich. Su sensación, explica sobre las 12 del mediodía de este viernes, es que no hay más gente de lo habitual en los negocios y que, teniendo en cuenta que se acerca la Navidad, debería haber más movimiento.

Plazas de ‘parking’

Quien también tiene quejas sobre la falta de aparcamiento es Hassan Raougui, encargado de la cafetería Harinus. Critica que este es un problema generalizado en el centro. «Si para un café hay que pagar parking, la gente pasa de venir a Ibiza. Además, han puesto zona azul pero por aquí no hay máquina para sacar el tique. La gente viene a preguntarme dónde puede pagar y les tengo que mandar a la calle de atrás», añade Raougui, que lleva ocho años trabajando aquí. Recuerda cuando «antes había una parada de autobús al lado» de este negocio. «Esto nos iba muy bien».

¿Cambios en el comercio?

Algunos negocios no perciben una actividad al alza

Para Toni y Alicia Escandell, de Hermanos Escandell, el fin de las obras no ha mejorado ni empeorado la actividad comercial con respecto a antes del covid. Coinciden con Maria Ramon, de la tienda Novedades Koke, colindante a la avenida.

Mari Carmen Solana y Victoria Giachini opinan que habría que repensar el espacio para garantizar que haya parking (mencionan la posibilidad de plazas subterráneas) y, a la vez, espacios pacificados. «La gente, sobre todo quien tienen niños, necesita disfrutar de parques», apunta Solana. «Es lo único gratis que va quedando», añade Giachini.

En la papelería Blau Press, la encargada, Cati Tur, opina que «la calle ha quedado bien» tras las obras, pero que en su caso particular las ventas van bajando paulatinamente por factores externos a la avenida e incluso a Ibiza. «A medida que la gente de más edad desaparece, la venta de diarios va peor. Puede haber un joven que compre algún periódico deportivo, pero normalmente la gente lo mira todo por Internet».

Dinero para lo justo

La tienda Charanga, de ropa infantil, lleva 18 años en la avenida. La encargada, Tamara Salmoral, explica que la actividad este año no está en niveles buenos: «Creo que el año pasado fue más bueno que este. Diría que influyen las circunstancias económicas. Todo vale mucho dinero y creo que la gente piensa más en comer que en comprarse un vestido». Sobre la reforma propiamente dicha, señala: «Se ve mucho más grande y más cómodo, pero el suelo está mal hecho y he visto ya a muchas señoras que se han caído. El suelo no está nivelado. Y ahora están limpiando un poco más que antes».

Sobre las plazas para aparcar, Salmoral opina que «al final la gente se acostumbra» a dejar su coche en zonas algo más alejadas: «En muchas ciudades grandes no se puede entrar al centro en coche. Aparcan por fuera. Aunque si vienes para comprar sólo dos cositas, acabas entrando en la ciudad».

Juaquina Molina, encargada de Zapatería Juanita, confirma que notan más actividad: «Pero en nuestro caso es porque han vuelto a poner aquí al lado la parada de autobús. Antes, los buses, las líneas de Sant Antoni o Santa Eulària, que son las que se cogen más, estaban en el puerto. A partir del cambio sí que hemos notado más actividad». Algo que comparte la trabajadora de esta misma tienda Elisabeth Toral.

Otra preocupación para algunos era que, a raíz de la reforma, la zona se revalorizase y negocios de productos muy caros gentrificasen la avenida, desplazando a los comercios de siempre. Marta Tur, exportavoz de los comerciantes, responde que «ha pasado tan poco tiempo que no se puede evaluar»: «Hay algún que otro local en reforma y no sabemos exactamente de qué serán. Han abierto un par de negocios de ropa, por ejemplo. Alguno de ropa de lujo. Estamos en un proceso de cambio que no sabemos hacia dónde irá, faltan meses para poder analizarlo».

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