Una tesis de la Universidad de Bolonia alerta de la situación de las casetas varadero de Ibiza

El estudio trata sobre la situación y estrategias de conservación de las casetas de pescadores de Formentera y compara su protección con la situación de estas estructuras en Ibiza, donde carecen de catalogación

Una caseta varadero reconvertida en vivienda en Cala Corral. | MARA HÄHLE

Una caseta varadero reconvertida en vivienda en Cala Corral. | MARA HÄHLE / Isaac vaquer. eivissa

Cuando Mara Hähle decidió que haría su tesis del máster de Rehabilitación de Edificios Históricos de la Universidad de Bolonia sobre las casetas varadero de Balears, se encontró con un problema: apenas había documentación. Las administraciones locales habían hecho pocos avances en su protección desde que se publicó la Ley 12/1998 del Patrimonio Histórico de las Illes Balears y no existía demasiada información accesible.

Mara Hähle con Pep Ribas durante su vista a Eivissa. | I.V.

Mara Hähle con Pep Ribas durante su vista a Eivissa. | I.V. / Isaac vaquer. eivissa

Tras estudiar el asunto, decidió que el mejor lugar para analizar este tipo de arquitectura vernácula era Formentera, donde las casetas varadero están catalogadas y protegidas como Bien de Interés Cultural (BIC). El trabajo requería un estudio de campo adecuado y en mayo de 2022 viajó a la isla. Esto le permitió pasar por Ibiza y conocer, de la mano del periodista Pep Ribas, la realidad de las casetas varadero de la mayor de las Pitiusas.

La tesis de Hähle, ‘Asesoramiento y protección de la arquitectura vernácula marítima de las costas mediterráneas: documentación y estrategias de preservación de las casetas varadero de Formentera’, hace un inciso sobre las casetas varadero de Ibiza. Un patrimonio que, indica, está protegido «sólo en zonas puntuales», lo que provoca «intervenciones intrusivas frecuentes» que llevan a que estas construcciones pierdan su valor patrimonial.

Sin embargo, en el trabajo de Hähle no pasa desapercibido que esta protección del patrimonio, si no se orienta adecuadamente, puede tener un aspecto negativo: el abandono por falta de uso. Una realidad que esta ingeniera especializada en conservación aprecia en Formentera y no tanto en Ibiza «por el uso potencial (de estas construcciones) y las alteraciones más abundantes».

Señala que, «a pesar de que es posible encontrar casetas preservasda en su configuración tradicional, lo más habitual es que hayan sufrido una fuerte alteración con la introducción de materiales no originales».

Cambio de uso

Estos cambios se llevan a cabo en muchas ocasiones para variar el uso y convertir estas casetas en viviendas. «A menudo se añaden pequeñas terrazas o porches que muestran el cambio de uso» de estas estructuras del trabajo pesquero «al ocio». Un proceso que considera que «amenaza la conservación de elementos tradicionales», pero que supone al mismo tiempo «previene el proceso de abandono».

Señala en su estudio un aspecto social de esta reconversión, que ha llevado a «la formación de pequeñas comunidades de personas que viven en estos refugios, colaborando entre ellos, vendiendo productos o comiendo en comunidad».

Las conversaciones con propietarios de estas construcciones llevan a Hähle a denunciar la falta de información sobre ellas por parte de las instituciones que ayuden a su adecuada conservación.

«Es evidente que a menudo existe un conocimiento muy limitado de la protección del varadero. La mayoría de los propietarios no parecía que conocieran las reglas que se aplicaban a sus estructuras, lo que implicaban para su mantenimiento y el uso de materiales para las intervenciones», indica.

Trabajos clandestinos

Como consecuencia, revela que algunos de ellos confiesan que «llevan a cabo trabajos de mantenimiento por las noches para evitar la necesidad de permisos y problemas con las autoridades». Muchos otros lamentan el limbo en el que consideran que se ha dejado a estas propiedades, consideradas fuera de ordenación desde que se estableció la franja de dominio público marítimo terrestre por la Ley de Costas, por lo que las construcciones no protegidas se podrían retirar legalmente en cualquier momento.

Es por ello que Hähle alerta de la necesidad de un catálogo de estas construcciones como el que existe en Formentera para proteger aquellas casetas que conservan su carácter genuino.

Al mismo tiempo, advierte de la necesidad de un plan de gestión en el que las instituciones faciliten a los propietarios de las casetas varadero las herramientas para una adecuada conservación de estas construcciones, tanto administrativas como constructivas, aunando el interés general y el interés particular.

La autora señala la oportunidad que suponen estas estructuras para la reconversión turística de los territorios hacia la atracción de un turismo de calidad.

Sin catalogación

La reciente reunión del conseller balear del Mar, Juan Manuel Lafuente, con la Asociación de Defensa de las Casetas Varadero podría dar un impulso a la elaboración de un catálogo de estas estructuras que la ley fija que es competencia de los consells. En Eivissa sólo están protegidos como BIC los núcleos de casetas de sa Caleta y Sa Punta des Molí, pero no existe un catálogo ni la protección de ninguna caseta en particular.

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