Vino payés, sobrasada y rock en Sant Mateu: no hace falta nada más

La Festa des Vi Pagès vuelve a llenar las pistas deportivas de Sant Mateu al ofrecer una jornada de buena bebida, ‘bunyols’ y embutidos, además de música en directo de la mano de Canallas del Guateke

¿Por qué cada año la Festa des Vi Pagès consigue reunir a tanta gente en Sant Mateu? «Todo es artesanal y también habrá bunyols, que se hacen aquí, en directo. Creo que la clave es esta, la calidad del material artesanal. La gente hace vino para consumo propio y aquí traen una garrafa. Es el producto que hacen para ellos, por lo que lo hacen todo lo bien que saben». Así lo resume Toni Cardona, presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Mateu, que organiza anualmente esta cita, en la que también hay sobrasada, chocolate caliente, dulces, bocadillos o café caleta. La mera celebración, este sábado, de la XXXI edición confirma que es una cita más que consolidada y querida.

Tiene lugar en las pistas deportivas del pueblo a partir de las 17 horas y este año han traído su propia garrafa de vino alrededor de veinte productores, entre los que hay alguna que otra bodega. El resto son casas particulares.

Cardona recuerda que el primer año esta fiesta se celebró como una simple quedada entre amigos de Sant Mateu. «Se vio que esto tenía demanda y comenzó a organizarse de esta manera», añade en conversación con este diario, minutos antes de que comiencen a llegar los primeros vecinos dispuestos a probar distintas variedades de vino payés, que se sirve de manera gratuita. Hasta el momento de esta conversación, dos de los productores (las bodegas Ibizkus y Can Maymó) han traído tanto vino tinto como rosado, mientras que el resto son tintos. Normalmente, cada productor trae consigo una garrafa de unos 16-20 litros.

En total hay 220/230 litros de vino, 220 kilos de sobrasada y 30 de botifarró, aproximadamente.

Vino payés, sobrasada y rock: no hace falta nada más

Sirven vino y pan con sobrasada a un señor en la fiesta celebrada este sábado. / MARCELO SASTRE

Catalina Costa, de Can Pep de Missa, cuenta que ha acudido a todas las ediciones de esta Festa, aunque ahora lo hace como productora: «La viña es de mi hermano. Este año hemos producido unos 500/700 litros, aunque algún año quizás llegaron a ser 1.000». En su casa el vino es dulce y ella lo prefiere así: «Creo que, en general, en Sant Mateu se hace dulce. Y es negro. Muy negro». Afirma que se notan las diferencias en los caldos dependiendo de la zona de la isla de la que provengan: «No es lo mismo la tierra roja de Sant Mateu que la tierra blanca, por ejemplo, de Sant Josep».

Al hablar con este diario, Costa ya ha hecho alguna cata y concluye que este año hay vinos de Sant Mateu excelentes. Coincide con el presidente de la asociación en que uno de los factores es lo poco que llueve desde hace unos años. Y es que el exceso de lluvia no es bueno para la uva. Pero con matices. Joan Roig Olivar, otro productor, señala que el agua, en su justa medida, es necesaria: «El vino necesita lluvia para que la planta trabaje y tenga fuerza. Si no, tenemos un problema».

Proceso de elaboración exigente

Este participante lleva unos «27 o 28» años tomando parte en esta feria y reconoce que detrás de cada copa de vino hay muchísimo trabajo. «Hay que cuidar la planta todo el año y, una vez hecho el vino, hay que manipularlo y conservarlo». En este sentido, Roig hace hincapié en que «no se trata sólo de pisar la uva»: «Hay que cuidar mucho la parra y después tratar el vino, cambiarlo y seguir el proceso por lo menos dos veces en invierno. Cuando vemos que el vino ya está hecho, todavía le hacen falta dos cambios para tratarlo y trabajarlo un poco».

Vino payés, sobrasada y rock: no hace falta nada más

Imagen general de las sobrasadas y las jarras de vino, dos de las claves del éxito de la jornada. / MARCELO SASTRE

En la Festa des Vi Pagès es fácil encontrar tanto a los participantes más veteranos como a residentes que acuden por primera vez

Preguntado por el relevo generacional, Roig reconoce, resignado, que lo ve «un poco negro»: «Nuestros hijos, la mayoría, ya no quieren saber nada de ello». A ello hay que sumar que los productores más mayores ya se van jubilando.

En otro punto de las pistas deportivas, tienen paradita sa Colla d’Aubarca (con exhibición folclórica a las 19 horas) y la Amipa del colegio de Sant Mateu. En la de la colla se encuentran Lina Torres, Antònia Colomar y Antonio Cardona, entre otros, preparándolo todo. Torres remueve una gran olla de chocolate. Hay para unos 50 litros, aproximadamente. También ofrecen café caleta, bunyols y unos 150 bocadillos.

«Más payesa, más de aquí»

Preguntadas por el motivo del tirón de esta cita anual, Colomar opina que «es un poco diferente a las otras». «Más payesa, más de aquí. Y encima en el campo, al aire libre», remata Torres.

En el puestecito de la Amipa, por su parte, ofrecen bebidas, dulces caseros y flaó. Participan cada año y también organizan el sorteo de una cesta. Se la lleva quien más se acerque a su peso real. Son dos euros por una oportunidad y tres por dos. Sirve para recaudar fondos para la asociación y el centro o bien para el viaje de fin de curso.

Patricia Cardona y Jimena Cavanna, de la Amipa, destacan que esta es una forma ideal de fer poble de la mano de lo tradicional y una excusa para juntarse todos alrededor de las bañera-barbacoas, llenas de leña y tapadas por rejillas metálicas, y donde muchos calientan la sobrasada. «Hay comida, vino y encima estamos calentitos», añaden. Acuden familias enteras, parejas y grupos de amigos. Érica e Inés, dos amigas, y Telma (la pequeña de año y medio) viven desde hace poco en la isla (año y medio y tres años, respectivamente) y ya habían probado, antes de este sábado, el vino payés, aunque para Inés esta es la primera Festa des Vi Pagès. «Está bien venir aquí para conocer los vinos locales y estar en el pueblo fent barri. Ahora hemos empezado con el rosado y está muy rico», expresa Inés. La banda ibicenca Canallas del Guateke puso el broche final con un concierto previsto para las 20.30 horas.

Fiesta del vino payés. Centenares de personas acuden a la XXXI edición de la Festa des Vi Pagès, que se celebra en las pistas deportivas de Sant Mateu y este año ha ofrecido alrededor de 220 litros de vino y otros tantos de sobrasada, además de ‘bunyols’, ‘botifarró’, chocolate, ‘flaó’ o café caleta. Tampoco pueden faltar el ‘ball pagès’ y la música en directo con Canallas del Guateke para pasar una jornada tradicional entre amigos y familiares en el campo.

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