¿Qué le regalo a mi hijo que no sea un juguete en Navidad? Diez experiencias para niños en Ibiza

Una actividad puede enriquecer más a los pequeños que un juguete si se acierta con sus gustos

Finca ecológica Can Musson.

Finca ecológica Can Musson. / V.C.

Los niños reciben en Navidad muchos regalos, a veces incluso demasiados, lo que hace que valoren poco los nuevos presentes, que pasan a formar parte pronto del fondo de la caja de juegos. Una fórmula para evitar esta situación es dosificar todos estos juguetes que llegan en estas fechas, tanto propios como de familiares, e ir ofreciéndoselos al menor poco a poco.

Otra opción es pedir que regalen experiencias a nuestros hijos, o que sean los padres quienes las regalen.

Una experiencia no tiene que ser necesariamente algo costoso, lo realmente importante es que el presente sea algo especial para ellos. Estas son algunas ideas que quizás puedan inspirarte a llevar a cabo otras con mayor o menor presupuesto. La experiencia también será diferente según la edad del niño:

  • Visita a la granja de alpacas de es Figueral. A los niños les suelen gustar los animales, y concretamente las especies exóticas. La granja se encuentra en una finca con un bello entorno natural en el que disfrutar de una bonita jornada con los más pequeños de la casa. La entrada cuesta sobre unos 15 euros por persona y las visitas se hacen en grupos pequeños.
  • Dar de comer a los animales en Can Musson. La finca ecológica Can Musson, ubicada en Santa Eulària, ofrece la posibilidad de comprar productos ecológicos, disfrutar de un rico desayuno o dar de comer a los animales: conejos, gallinas, patos, cerdos, burros, ocas, pavos reales, tortugas... El espacio ofrece además un pequeño parque para los niños y bancos donde sentarse durante el recorrido. Al pagar la entrada te ofrecen una cesta con hierba para dar de comer a los animales de la granja. Los menores de tres años no pagan y el precio por persona ronda los 12 euros (hay descuento para residentes).
Galería de imágenes del acuario des Cap Blanc en Sant Antoni, en Ibiza

Acuario des Cap Blanc en Sant Antoni. / DI

  • Viaje al fondo del mar. Es pequeño, pero no por eso menos sorprendente para ellos. El Acuario de Cap Blanc, en Sant Antoni, es un lugar perfecto para llevar a los niños cuando se cuenta con poco presupuesto (los residentes entran gratis). Dentro podrás ver pulpos, morenas, tintoreras, langostas o mantarrayas en esta cueva marina natural. Fuera hay un pequeño bar donde tomar un refrigerio.
  • Descubrir Bibo Park. El Bibo Park, ubicado en la carretera de Sant Antoni, ofrece la posibilidad de conocer la flora autóctona, además de aprender cómo funciona un fotobioreactor, ver una recreación de las salinas mediterráneas, beber agua directamente de la atmósfera o probar el primer piano vegetal del mundo. Quizás esté enfocada a niños de más edad, pero un piano de plantas no deja indiferente a nadie.
  • Montar en barco. Vivimos en una isla y es fácil encontrar alguna excursión marítima para hacer con los pequeños y disfrutar simplemente del trayecto buscando delfines o de la brisa marina en la cara. La ruta entre Ibiza y Santa Eulària o ir a Formentera son algunas de las posibilidades económicas que ofrece la isla.
  • Maratón de parques de bolas. En la isla existen varios lugares con estas características para el disfrute de los más pequeños, como el Dofi Park, Ipark o el Gran Piruleto Park Ibiza.
  • Un castillo hinchable en casa. Si dispones de espacio, puedes alquilar uno de estos juegos hinchables y que tu hijo goce solo o con sus amigos de la magia del aire embutido en plástico para saltar hasta que no le queden fuerzas.
  • Volar entre los árboles con tirolinas. Un buen plan para los niños es el Parque de Aventuras de Acrobosc, en Cala Pada (Santa Eulària). Aunque cierra de octubre a abril, el regalo puede darse más adelante y no necesariamente en Navidad. El circuito ofrece experiencias de tirolina de diversa dificultad y puentes tibetanos. El precio va desde los 15 a los 25 euros.
  • Observación de aves en ses Salines. Hazte con unos buenos prismáticos y visita el Parque Natural de ses Salines como si fueras el doctor Livingstone. A los niños les cuesta estar parados y carecen de paciencia, muchos padres también. Pero cuando se trata de avistar aves, la recompensa de no hacer nada y limitarse a esperar en silencio, merece el esfuerzo.
  • Paseo a caballo. Los caballos son fascinantes y causan una gran admiración por su planta y nobleza. El simple hecho de visitar una cuadra de caballos puede ser una gran experiencia para los niños. Can Curreu ofrece la posibilidad de realizar rutas a caballo de 30 minutos desde 44 euros e Ibiza Horses ofrece una ruta de una hora desde 50 euros. Puedes encontrar información en sus webs y consultar según la edad del menor y el presupuesto del que dispongas.