Llama la atención

Que tanto el vicepresidente del Govern, Antoni Costa, como la presidenta, Marga Prohens, recurrieran al ataque para defender que el primero hubiera nombrado director general a un acusado de agresión sexual y de pegar a un policía, a pesar de que conocía las acusaciones y que sabía que incluso la UIB le había expulsado como profesor por esos hechos. Costa y Prohens se refirieron en el pleno del Parlament a la excarcelación de violadores y pederastas con la ley del sólo sí es sí y al caso de las menores tuteladas de Mallorca que fueron prostituidas para rebatir las críticas del PSOE. Es cierto que Costa ha pedido disculpas, pero ni eso ni sus explicaciones le eximen de su responsabilidad al haber nombrado alto cargo a quien se había comportado de esa manera (pues había testigos).

El nivel gastronómico que ha alcanzado Ibiza, que acumula ya la considerable cifra de cinco estrellas Michelin. Las dos últimas las recibieron el martes por la noche Walter Sidoravicius y David Grussaute. Todo un hito.