Tots Sants en Ibiza: Tradiciones ligadas al recuerdo

Numerosos ibicencos destinan la mañana del lunes a acudir a los diferentes cementerios de la isla para adecentar, limpiar y decorar los nichos y sepulturas en las que yacen sus seres queridos, como forma de recordarlos de cara a la festividad de Tots Sants

No son ni las once y media de la mañana del lunes y en el último tramo del carrer de Cas Mut, que enlaza con el carrer del Llobarro, es notable el trajín de vehículos que suben y bajan. Unos van y otros vienen, pero todos del mismo sitio: el Cementerio Nuevo del municipio de Ibiza. Metros antes de alcanzar la entrada del camposanto, un letrero da la bienvenida a sa Serra Grossa, lugar de especial conservación.

Alcanzada la entrada del cementerio, varias macetas con flores de diferentes colores reciben a los visitantes. Flores en las que, con una banda funeraria, se deja claro que son del Ayuntamiento de Ibiza. A lo largo del recorrido para ascender al camposanto son muchos los vehículos estacionados en uno de los laterales, muestra del público que se encuentra disperso por el recinto, que se asemeja a un laberinto formado por empinadas callejuelas, unidas a través de escaleras.

Tradiciones ligadas al recuerdo |

Tradiciones ligadas al recuerdo | / B. Roselló

En el Passatge de ses Flors, ubicado sobre el Passatge de sa Frígola, que bordea la carretera, está Maribel quien aguarda en un banco, con un ramo de rosas rojas. Enfrente, su amiga, con la que ha venido, está subida a una escalera para alcanzar el nicho ubicado en la última fila del bloque. «Ahora estamos con los padres de ella. Hoy nos toca ir de cementerio en cementerio», apunta Maribel, que explica que después irán al Cementeri Vell, ubicado en el barrio de es Viver, para poner las rosas a su madre. Deja entrever que entre una parada y la otra también habrá momento para un café o «los que hagan falta».

Maribel reconoce que no son muy dadas a venir en días tan señalados y sí más a lo largo del año, «pero no está de más, aunque sea para seguir las tradiciones». «Ella [se refiere a su madre fallecida] era muy presumida y estoy segura de que le gustaría que su sitio estuviera bonito y limpio», apunta.

Flores frescas

Aunque aún faltan dos días para la celebración de Tots Sants, son muchos los ibicencos que aprovechan la mañana del lunes para acudir a los cementerios de la isla para arreglar, adecentar, limpiar y poner las mejores flores a sus difuntos. Toni se encuentra apoyado en un muro al final del Passatge de ses Flors. Aguarda a que su mujer, a poco metros, acabe de sustituir las flores artificiales por dos ramos de flores naturales, de colores vivos. Toni señala que tiene previsto dejarlo ya «todo preparado» para que luzca bonito el día 1 de noviembre.

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Tradiciones ligadas al recuerdo | / B. Roselló

Al igual que Maribel, Toni y su mujer también tienen previsto hacer ruta. En este caso, se desplazarán hasta el cementerio de Santa Eulària, donde yacen sus padres y dos hermanos. En el cementerio de Vila están sus suegros. «Miraremos de hacer el completo y llegar a los dos», apunta Toni mientras su mujer recoge las flores artificiales y las guardda en una bolsa. «Lo intentaremos, depende de la hora que salgamos de aquí», espeta la mujer. «Ahora quitamos estas [las artificiales] y ponemos las buenas para estos días, que no aguantan nada con este viento», dice la mujer de Toni, haciendo referencia a las rachas de viento que en la mañana del lunes se notan en sa Serra Grossa.

En la parte alta del cementerio, en el carrer de sa Torrentera, los bloques de nichos ocupados del lado izquierdo conviven con varios bloques de futuras sepulturas, a la derecha, que, a día de hoy, solo cuentan con la estructura. Se trata de cinco bloques de nichos enumerados, que suman un total de 218 concavidades.

Josefa y Maribel acaban de bajar del vehículo que han dejado estacionado en uno de los laterales de la carretera. Del maletero sacan un arsenal de utensilios para hacer más fácil la tarea: palos de escoba, recogedores, papel de cocina y limpiacristales. Y, en otra bolsa, cirios.

Tradiciones ligadas al recuerdo

Tradiciones ligadas al recuerdo / B. Roselló

En el cementerio viejo de Vila se repite la misma imagen que en el nuevo. Varias macetas decorativas flanquean la entrada. A ambos lados, la cinta fúnebre con el letrero de la administración municipal. En este camposanto, aún hay varios operarios pintando las jardineras y los exteriores de algunas criptas, aquellas sepulturas que se encuentran bajo tierra.

En el pasillo central, donde se ubican los panteones familiares, la mayoría se encuentran abiertas de par en par. Unos pintan, otra limpia los cristales y otro, espátula en mano, va retirando los restos de pintura. En el exterior se cruzan los que llegan, portando flores naturales, y los que se van, con las manos vacías y el trabajo hecho. Maribel, con el ramo de flores para su madre, y su amiga entran por el pasillo central, directas al lugar donde descansan sus antepasados. «Vamos a por la segunda parte», sentencia mientras recorre los primeros metros.

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