Vivienda en Ibiza. «Llegué a dormir en un cuarto de contadores con ratones»

Sus condiciones «son peores en Ibiza», asegura Gustavo Gómez, el coordinador insular

Salvador Turigas es, a primera vista, un hombre completamente normal de mediana edad. Habla poco a poco, no tiene gestos estridentes y parece que se ha tomado un descanso de su trabajo para asistir a los actos del Día de las Personas sin Hogar celebrados en el paseo de Vara de Rey de Ibiza para brindar su apoyo. Sin embargo, sus palabras son toda una declaración de intenciones: «Soy una persona sin techo y no un vagabundo. Me ducho, me afeito y voy bien vestido. Incluso durmiendo en la calle, más o menos siempre he ido bien. La gente se confunde y piensa que quienes no tienen un hogar van sucios, pero están muy equivocados», aclara mientras se señala su camisa oscura y sus pantalones claros, impolutos.

Un saxofonista intervino en el evento. | TONI ESCOBAR

Un saxofonista intervino en el evento. | TONI ESCOBAR / Miguel González

Turigas será el encargado de leer el manifiesto que cerrará la conmemoración, organizada por Cáritas Ibiza. Al preguntarle por cómo llegó a esta situación, explica: «Hacienda me dejó sin dinero y me quedé sin nada. Me vi perdido, sin saber qué hacer. Llegué a dormir en un cuarto de contadores con ratones que me pasaban por encima. Hay falta de información y no sabía que había personas que me podían ayudar. Informándome, llegué a Cáritas y gracias a las trabajadoras sociales estoy vivo. Si no, hoy no estaría aquí».

Gustavo Gómez, el coordinador de Cáritas en la isla, apunta: «Este día ya no es solo de personas sin hogar, sino de personas en exclusión residencial. Son las que están en la calle, albergues o que viven en viviendas inseguras o con dificultades, como la falta de suministro de agua, que están en peligro de desahucio o que viven en caravanas. No tenemos cifras, pero las necesitamos para que la Administración actúe. Ayudamos con la alimentación a muchos trabajadores a jornada completa. Esperamos un invierno muy duro».

Lucía Ortega, que trabaja en Cáritas como educadora social, explica la dinámica en la que consistirá el acto, bautizada como ‘Bibliotecas humanas’, que consiste en que las propias personas que viven en la calle expliquen su realidad. Una iniciativa en la que también intervienen quienes les asisten: «Nosotros explicamos la realidad social de las personas como si fuésemos libros de consulta. Añadimos la parte personal de las vivencias de cada uno, tanto los profesionales como las personas que han vivido una situación así». Añade que la gente que se presta a la idea está agrupada en tres secciones: ‘¿Qué significa PSH?’, ‘Causa’ y ‘Mujeres sin hogar’.

José Torres está en el primer grupo y lleva la exposición por escrito «para no olvidar nada»: «PSH [Personas Sin Hogar] es gente que carece de vivienda y habita en espacios públicos. No solo no tiene la posibilidad de tener cuatro paredes. No tienen un lugar en el que crecer como personas». «Yo colaboro en el taller de Cáritas. Hacemos cosas para pasar el rato como ver películas o hacer manualidades», añade.

Acerca de su historia como persona sin hogar, recuerda: «Vivía en una casa que nos dejaba la empresa en la que trabajaba, pero cerró y nos tuvimos que ir de allí. El primer día me quedé dormido en un banco porque estaba muy cansado y, al despertarme, me encontré con que me habían quitado la cartera. Estuve siete u ocho meses en la calle hasta que me cogieron en albergues».

De un tema relacionado habla el siguiente conjunto. Luz Sánchez, integradora social y monitora del centro de día y el comedor de Cáritas, reflexiona acerca de las causas que llevan a las personas a encontrarse sin un hogar: «Normalmente atraviesan una serie de crisis en un periodo corto de tiempo. Puede ser que la pérdida de un familiar desemboque en una depresión. Como no pueden mantener el trabajo, lo pierden. Como no pueden mantener la casa, también la pierden. Esto a lo mejor les lleva a consumir determinadas sustancias y, de allí, pasan a la calle».

Un colectivo especialmente vulnerable una vez se encuentra sin hogar es el de las mujeres. Por eso la iniciativa ‘Bibliotecas humanas’ les dedica una atención especial. Gussel Tello, de 21 años y que llegó de Perú el año pasado relata su experiencia: «Somos pocas mujeres en el albergue, pero nosotras no tenemos tantas posibilidades como los hombres porque muchas estamos indocumentadas. Lo que necesitamos es trabajo para poder alquilar un piso o una habitación, porque ahora los costes están súper, súper caros. Vivir en la calle es una experiencia horrible porque te juntas con bastantes personas con alcoholismo o problemas de drogadicción».

Juan Carlos, que trabaja en los talleres de Cáritas, añade sobre la situación de la mujer que se ve obligada a vivir en la calle: «Sufre violencia de sus iguales y, aunque tiene más relación con las personas que la rodean, a veces vive situaciones peores como temor al desahucio, violencia machista u okupación. Cáritas ha hecho un estudio para ver cómo ayudarlas. Ha visto que los lugares de acogida están adaptados para hombres y necesitan que los adapten para mujeres o crear centros específicos».

La lectura del manifiesto

Un saxofonista atrae la atención de los asistentes al evento mientras preparan la lectura del manifiesto de la jornada. Gómez coge un micrófono y se dirige a todos los asistentes al acto, que forman un medio círculo para escucharle mejor. Anuncia que todas las secciones de Cáritas de España leen este mismo manifiesto en este instante. Añade que el objetivo es visibilizar y sensibilizar sobre las condiciones de las personas sin hogar, «que son peores en Ibiza».

Antes de empezar con el manifiesto, Salvador Turigas da un pequeño discurso: «He leído un poco la Constitución. El artículo 47 dice que todos tenemos derecho a una vivienda digna y el 35, que tenemos derecho a un trabajo digno. ¿Dónde está la dignidad si te cobran más por una habitación de lo que te pagan en un trabajo?».

Tras esta introducción, Turigas se acerca unos folios. El comunicado se dirige a las instituciones públicas: «Pedimos a las administraciones y poderes públicos que garanticen con un compromiso real los derechos de todas las personas». Casi al final de la lectura, el comunicador baja los papeles y mira fijamente al público para asegurar: «También queremos decirles a las personas que se encuentran ahora en situación de sin hogar que se animen a luchar, que sepan que no son invisibles».

Cuando termina, Turigas se quita la camisa para dejar ver la camiseta oficial del acto, en la que se lee: ‘Fuera de cobertura. No dejes que se queden fuera’. «Este es mi mensaje», concluye.

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