Odile Rodríguez de la Fuente en Ibiza: «Tenemos que parar de hacer accesible viajar hasta la otra punta del mundo por dos duros»

La bióloga y divulgadora reflexiona sobre los cambios que debe afrontar el turismo para virar hacia un modelo que sea respetuoso con el medio ambiente y prime la calidad por encima de la cantidad

Odile Rodríguez de la Fuente (derecha) reflexionó ayer sobre el futuro del turismo y la influencia de la figura de su padre.

Odile Rodríguez de la Fuente (derecha) reflexionó ayer sobre el futuro del turismo y la influencia de la figura de su padre. / Hictravel

La conocida bióloga Odile Rodríguez de la Fuente (Madrid, 1973) no titubea a la hora de pedir un cambio profundo en el modelo económico y social para avanzar hacia un sistema que permita preservar el medio ambiente. Explica que hay que ir hacia «un cambio de muchas de las creencias heredadas, de muchos de los prejuicios que tenemos en relación, por ejemplo, con la economía, con cómo funciona el propio capitalismo…». «Son temas que hay que mudar. Hay que cambiar el sistema económico», insiste en conversación con Diario de Ibiza poco antes de intervenir en la última jornada del foro de turismo HIC Summit, ayer en la sede pitiusa de la UIB.

A pesar de la complejidad de materializar dicho proceso, celebra que incluso desde el sector empresarial están viendo esta necesidad. «Una de las cosas más impresionantes de mi trabajo son los foros a los que me invitan. He estado ya en tres de logística. Estamos hablando de camiones, barcos,... de logística de transporte. También hay foros [sobre sostenibilidad] de turismo, energía... Este asunto está introduciéndose de forma transversal en todos los sectores de la sociedad. Es una grandísima noticia», añade Rodríguez de la Fuente.

En este sentido, destaca la necesidad de dar prioridad a la calidad por encima de la cantidad, lo que se puede trasladar fácilmente al número de visitantes que llegan cada año a Ibiza. La bióloga, que es hija del divulgador ambientalista Félix Rodríguez de la Fuente, calcula que vino a la isla hace «veintipico años» y ya entonces le pareció que estaba «hasta la bandera».

Hay quien opina que el turismo nunca podrá ser 100% sostenible, que siempre habrá una huella ecológica considerable, pero Odile Rodríguez aboga por «desterrar las palabras ‘siempre’ y ‘nunca’». «Me parece que ese es otro de los problemas que tenemos, que somos muy categóricos y de extremos. Ahora el ‘quizás’ es fundamental para poder trabajar en una dirección creíble. La ecoansiedad es uno de los peores problemas precisamente para lograr esa transición».

En un «mundo ideal»

Así, expone que «en mundo ideal», cuando el gran transporte (aviones y barcos) no genere gases de efecto invernadero, cuando se haya reducido la cantidad de turistas y cuidado mucho la calidad de los hoteles, «por supuesto que sí que se puede» lograr un cambio importante. «Pero tienen que cambiar el modelo radicalmente» y que este sea mucho más exclusivo, insiste.

Además, prevé que el sector turístico se verá «muy sacudido»: «En cuanto a los viajes en avión, por ejemplo, debido a las nuevas tasas que se van a incorporar, que tendrán que ver con la contaminación y el cambio climático, y a los precios de los combustibles fósiles, creo que esos lujos van a ir a menos en términos de cantidad».

En este sentido, señala que el viajar de manera compulsiva, varias veces al año, tiene fecha de caducidad: «Va a ser algo que se haga de forma exclusiva cada cierto tiempo y con precios mayores, pero de manera mucho más cuidada. ¿Y qué va a hacer el que funciona dependiendo de la cantidad?». En estos casos, la manera de funcionar se resume en que «los precios son muy bajos, muy competitivos, y la manera de que uno saque margen es recibir a muchísima gente». «Pues el modelo tendrá que cambiar, se tendrán que subir los precios, meter el margen necesario y mejorar la calidad», agrega la bióloga. Lógicamente, todo ello reducirá el número de turistas, pero Rodríguez concluye que «esto va a ser mejor para todos».

«Vine a Ibiza hace veintipico años y ya entonces me pareció que estaba hasta la bandera»

«Hay que desterrar el hacer accesible a todo el mundo poder viajar hasta la otra punta del mundo por dos duros. Y a veces con un todo incluido que tal vez ni deja riqueza en el país porque es a través de un gran operador», añade. Y defiende «tener en cuenta a los residentes, incorporarles en qué modelo de negocio queremos para el turismo, es decir, que sea algo mucho más arraigado».

Para ello es imprescindible que la riqueza generada llegue a los bolsillos de los trabajadores locales: «Supongo que en Ibiza habrá personas que pensarán que qué horror, que hay mucha gente y que este modelo afecta mucho a nuestra vida personal y que realmente tampoco se ve que mejore mucho la calidad de vida» de quienes viven en la isla, agrega.

A modo de ejemplo, cita la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (COP15) celebrada el año pasado en Montreal: «Un grupo llamado Empresas para la Biodiversidad defendió la necesidad de cambiar las reglas del juego para todos. Afortunadamente, hay muchas propuestas muy interesantes en todos los sectores».

Justicia social, justicia climática

Eso sí, la bióloga y divulgadora hace mucho hincapié en que, tal y como marcan los ODS [objetivos de desarrollo sostenible], «no se puede hablar de sostenibilidad hasta que no empecemos a igualar las condiciones de vida de todos los habitantes del planeta», ya que la pobreza, el hambre y la falta de desarrollo tiene repercusiones negativas para la totalidad de la población, lo que «hace mucho más difícil esa transición». Por ello, apunta, es clave «trasladar toda esa potencia que tenemos en el norte global y comenzar a repartirla entre los países que no la tienen». Este viernes la divulgadora ha recibido el premio HIC Talentum 2023.

Sin duda, la conexión de Odile Rodríguez con la naturaleza se debe en gran medida a que su padre se lo inculcó desde pequeña: «Vivir la naturaleza a través de los ojos de mi padre era la bomba. Generé un vínculo profundo con el entorno que nunca me ha abandonado. Es mi pasión y vocación». «De la misma manera que llegaba a la gente a través de los medios, de las televisiones, y enamoró a todo un país —a los niños ya ni te cuento, en casa era lo mismo. Mi padre me decía: mañana madrugamos para ir a ver aves, y era como si te llevara a un parque de atracciones, porque era tan divertido estar con él...».

Suscríbete para seguir leyendo