Interpol detiene en Paraguay a un prófugo de Ibiza que abusó sexualmente de su hijastra

El detenido contaba con una orden de búsqueda y captura de ámbito nacional e internacional

Un hombre residente en Ibiza que huyó de la justicia tras haber sido condenado por abusar sexualmente y de forma continuada de su hijastra menor fue detenido por la Interpol en Paraguay el mediodía del pasado 27 de septiembre.

La organización internacional de Policía Criminal rrestó al fugitivo, sobre el que recaía una orden de búsqueda y captura a nivel nacional e internacional, en el barrio Centro de la ciudad de Luque, según informó el medio paraguayo ABC Color. Se trata del tercer condenado por agresión sexual por hechos ocurridos en la isla que se benefició en su momento de una reducción de su pena tras la entrada en vigor de la ‘ley del solo sí es sí’.

El encausado huyó a Paraguay tras dictarse la sentencia de su caso en la sección 2 de la Audiencia Provincial de Balears, en febrero de 2022, mediante la que debía ingresar 13 años y seis meses en prisión. 

El prófugo consiguió entrar al país a través del aeropuerto Silvio Pettirossi, donde comenzó una «vida normal» ejerciendo de profesor de inglés, según explicó a ABC Color el comisario Juan Pereira, Jefe de la Interpol en Paraguay. Se desconoce, sin embargo, si impartía clases en alguna institución educativa o daba clases particulares privadas. Los agentes de la Interpol consiguieron localizarle después de emitir una alerta roja el pasado diciembre de 2022, cuando empezaron con el seguimiento del fugitivo. 

Abuso sexual continuado

El detenido cometió varios abusos sexuales de forma continuada sobre la menor de edad, hija de su pareja con una relación anterior, desde el año 2012 y hasta el año 2015, es decir, de los 9 años de la víctima y hasta que cumplió 12.

El condenado aprovechaba los momentos en que la madre de la niña trabajaba para abusar de ella, una práctica que se convirtió en «rutina». A principios del 2015, la víctima decidió contar lo que estaba sufriendo a una educadora del colegio al que asistía. La profesional del centro avisó a la madre, que echó al hombre de la vivienda que compartían y puso la denuncia. 

La víctima, que es ahora mayor de edad, sufre «síntomas depresivos postraumáticos y problemas de regulación emocional» a causa de lo vivido. También seguía, en el momento de dictarse la sentencia (en 2022) en «tratamiento psicológico por los graves trastornos que el abuso sexual le ha provocado»

La Audiencia condenó al hombre a 13 años y seis meses de prisión como autor de un delito continuado de abuso sexual mediante prevalimiento, con penetración vaginal recoge la sentencia. Como pena accesoria, se le impuso la inhabilitación absoluta durante el tiempo en que durase la condena, así como la medida de libertad vigilada por cinco años a ejecutar con posterioridad a la pena privativa de libertad.

Además, se le interpuso una orden de alejamiento de cien metros de cualquier lugar en el que se encuentre la víctima y de comunicarse con ella por cualquier medio durante un periodo de 17 años. También se le condenó a una indemnización de 20.000 euros en concepto de responsabilidad civil, que el condenado pagó en su momento.

Reducción de la pena

Esta pena, sin embargo, fue sensiblemente reducida después de que el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) estimara en parte el recurso de apelación del encausado.

La nueva sentencia dictada por la sección 1 de la Sala de lo Civil y Penal del TSJB modificó la dictada en 2022 por la Audiencia Provincial de Palma rebajando la pena a siete años y siete meses. La condena se redujo tres años (pasó de 13 a 10 años) con la aplicación de la Ley Orgánica de garantía integral de la libertad sexual. Además, el TSJB aplicó otra rebaja con la concurrencia de las atenuantes simples de reparación del daño y dilaciones indebidas del proceso judicial.

Por el momento, tras su detención, el hombre permanece en dependencias policiales paraguayas hasta que se lleve a cabo el proceso de extradición a España.