El personal de la DGT en Ibiza deja de atender en ventanilla por los continuos insultos y amenazas

La baja por una crisis de ansiedad de la examinadora obliga a suspender 20 pruebas prácticas

Una vecina señala un cartel pegado en la ventanilla de la DGT en Eivissa. | C. N.

Una vecina señala un cartel pegado en la ventanilla de la DGT en Eivissa. | C. N. / César Navarro. Ibiza

La precaria situación de la plantilla de la oficina en Ibiza de la Dirección General de Tráfico, la DGT (sólo hay cuatro trabajadores de una plantilla de 15), está provocando situaciones extremas, la desesperación de los usuarios y advertencias sobre el grave daño que genera en la economía de muchas empresas, entre ellas las autoescuelas.

Lo último: los empleados se han plantado y, debido a los constantes insultos y a las amenazas que reciben de algunos usuarios, se niegan a atender al público en ventanilla. Después de que, según fuentes del sector, la policía tuviera que acudir en varias ocasiones para socorrer al personal, a partir de ahora sólo se atenderá al público con cita previa. Esta es una de las consecuencias de la endémica falta de personal en esta oficina de la DGT, de la que dependen infinidad de trámites tanto de particulares como de empresas de Ibiza y Formentera.

Sin examinadores

Otra de los problemas a los que se enfrentan tanto la DGT como las autoescuelas, y que afecta muchos pitiusos que quieren sacarse el carné, es que no hay examinadores. Al parecer, la profesional que tenía que poner a prueba mañana la pericia de una veintena de alumnos en la pista de Santa Gertrudis se ha dado de baja por una crisis de ansiedad. «Es una detrás de otra, pero el problema es que están jugando con nuestro futuro», advierte el propietario de una autoescuela pitiusa, que prefiere no dar su nombre. Sólo puede acudir una profesional porque no hay más. Y si falla...

Para cerrar el cúmulo de despropósitos de la DGT en Ibiza, el pasado martes se cancelaron las pruebas teóricas, lo que afectó a muchos usuarios, porque debido a su mal estado, la verja que protege la entrada del local de la DGT, ubicado en la calle Bisbe González Abarca, amenaza con caer y podría dañar a alguien. «Es un sinsentido, no damos crédito. ¿De verdad no pueden arreglar una puerta, algo tan sencillo?», se queja la misma fuente.

Desde la DGT aseguran a las autoescuelas que todos los problemas están provocados porque la plantilla está bajo mínimos, principalmente por el problema habitacional que sufren las Pitiusas.

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