Santa Eulària acuerda dejar sin efecto la licencia del hospital de Jesús otorgada hace casi un año

La junta de gobierno de Santa Eulària ha acordado la propuesta de los servicios jurídicos de declarar la extinción y caducidad de la licencia de obras otorgada a Iniciativas Médicas de Ibiza y Formentera, a finales de octubre del año pasado, para la construcción de un hospital privado en Jesús, en un terreno (la finca Cas Doctor Martí) situado junto al campo de fútbol.

Tal como adelantó este diario, el promotor del complejo sanitario, el empresario farmacéutico Juan Tur Viñas, agotó, a principios de agosto, la prórroga de tres meses concedida por el Ayuntamiento sin retirar el permiso de obra y actividad. Un portavoz municipal señala que la extinción de la licencia municipal aún no es firme y que, ahora, se abre un plazo de 15 días, tras la notificación del acuerdo al promotor, para que éste pueda presentar alegaciones.

El promotor del hospital de Jesús agota la prórroga sin pagar los 6,5 millones para retirar la licencia

Tur Viñas declinó ayer, al ser preguntado por este diario, hacer ningún comentario sobre la propuesta del Consistorio y el futuro del proyecto y se limitó a apuntar que lo hará más adelante.

El problema estriba en que, para retirar la licencia e iniciar la construcción del hospital, el promotor debía abonar previamente las tasas e impuestos correspondientes a la concesión del permiso de obra y actividad y que, en este caso, ascienden a 6,5 millones de euros. Además, Iniciativas Médicas de Ibiza y Formentera tampoco ha obtenido aún la autorización previa de instalación de la conselleria balear de Sanidad, trámite también ineludible para obtener la licencia municipal.

Autorización de Sanidad

Hay que tener en cuenta que, en marzo de 2010, Tur Viñas obtuvo la autorización previa de la autoridad sanitaria para levantar el segundo hospital privado de Ibiza, pero dicho permiso caducó a los seis meses. De hecho, a instancias del propietario de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, Francisco Vilás, que se opone frontalmente a este proyecto, la dirección general de Investigación en Salud, Formación y Acreditación dictó una resolución, a mediados de octubre del año pasado, en la que confirmaba que la autorización de 2010 ya no era válida. El portavoz municipal confirma que aún no se ha presentado en el Ayuntamiento una nueva autorización.

El otro incumplimiento que fuerza al Ayuntamiento a declarar la extinción de la licencia es el impago de 1,8 millones de euros del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) y 4,7 millones de euros del denominado aprovechamiento atípico del terreno, trámite ineludible previo para retirar el permiso de obra. Este último impuesto, previsto en la ley balear de suelo rústico, tiene la finalidad de compensar la implantación de edificios o cambios de uso en este tipo de terrenos que no tengan nada que ver con la explotación agrícola, ganadera, forestal o para la conservación y la defensa del medio natural. Por ello, el Consell de Ibiza aprobó, en agosto de 2010, una declaración de interés general.

Los escollos del proyecto

Así, desde hace al menos 15 años, el empresario Juan Tur Viñas tramita la construcción del segundo hospital privado de la isla, que competiría directamente con la Policlínica Nuestra Señora del Rosario. Para mantener el proyecto a flote, Tur Viñas ha tenido que superar muchos obstáculos, la mayoría por recursos presentados por Francisco Vilás, como evitar in extremis la caducidad de la evaluación de impacto ambiental favorable que obtuvo en 2010.

Para ello, pese a que aún no tiene la licencia de obra, Medio Ambiente dio por buenas las alegaciones de la defensa del promotor y consideró que se había iniciado el proyecto global del complejo sanitario con los trabajos previos de excavación arqueológica en una parte de la finca. Esta excavación se amparaba en otra licencia de obra menor de movimientos de tierra.

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