El ocio nocturno de Ibiza repetirá los resultados «excepcionales» del verano de 2022

La patronal Ocio de Ibiza avanza que las cifras de la actual temporada turística se sitúan a la par de las del año pasado, cuando ya se lograron cifras históricas y se situaron un 10% por encima de los resultados que obtuvieron antes de la pandemia del covid

Una multitud abarrota la pista de baile de la discoteca Amnesia. | D.I.

Una multitud abarrota la pista de baile de la discoteca Amnesia. | D.I. / david ventura. eivissa

El año 2022 fue muy bueno y 2023 también lo será. A falta de que termine el ciclo de closings de las principales discotecas de la isla y de hacer los balances definitivos, la asociación Ocio de Ibiza -que agrupa a una cuarentena de discotecas y beach clubs- considera que esta temporada ha sido muy buena y que, incluso, iguala los registros de la pasada, que se consideraban inalcanzables. «Hemos calcado los números del año pasado, que ya fue espectacular. Estamos muy contentos», explica José Luis Benítez, gerente de la asociación.

«En 2022 tuvimos unas cifras de crecimiento del 10% respecto a 2019, y este año repetiremos», señala Benítez. «Hemos tenido el mejor abril de la historia y logramos poner nuestro granito de arena para alargar la temporada». La iniciativa de adelantar las aperturas al mes de abril, por tanto, tendrá continuidad: «Alargar la temporada nos facilita encontrar trabajadores y fidelizar plantilla. Si los empleados trabajan más meses, es positivo para ellos».

Pese a que, periódicamente, se alerta sobre la posibilidad de que Ibiza pierda su liderazgo en el sector del ocio nocturno -en su momento se habló de que la limitación horaria y el cierre de los afters provocaría la huida del público, luego fue la crisis de los ‘dj estrella’ o la aparición de otros destinos competidores-, lo cierto es que la industria del ocio nocturno de la isla parece incólume a estas amenazas. Para Benítez el secreto del éxito radica, por una parte, en la «gran profesionalidad» del sector, ya que tienen la obligación de «estar a la última e ir cambiando porque se trata de un negocio que está muy vivo». El otro factor de éxito sería la isla en sí misma: «Estamos a solo dos horas de vuelo de las principales capitales europeas».

Además, según el gerente de Ocio de Ibiza, hay un plus y es la capacidad de adaptarse a los problemas: «Nos preguntan cómo puede ser que, con estos aforos, nunca hayan pasado accidentes gordos. Eso es porque nos hemos preocupado por la seguridad. Tenemos protocolos de actuación. Tenemos enfermerías con ambulancias para no saturar las urgencias. Cuando hubo el tema de los pinchazos, dimos charlas sobre cómo actuar. Nos vamos moviendo, atentos a lo que pasa».

Las críticas y el lujo

El portavoz de esta asociación empresarial no rehúye ninguna de las polémicas con las que convive el ocio nocturno de la isla. Así, niega que se trate de una oferta turística excluyente, incómoda o que ‘expulse’ a otros perfiles de visitante que prefieran la tranquilidad. «En la isla cabe todo el mundo mientras sea legal y se sepa comportar. El turismo familiar es un tesoro que no podemos perder. Aquí puede venir quien quiera. Hay zonas que no tienen nada de ocio nocturno. Ambos modelos son compatibles», apunta.

Benítez tampoco comparte las críticas sobre que la oferta turística se haya centrado, cada vez más, hacia un turismo de altísimo poder adquisitivo. «¿Somos caros? Sí. Pero es mejor ser caro que ofrecer un producto muy barato y que venga un turismo de excesos que nadie quiere», razona, a la vez que mantiene que existen ofertas para que la población local no se sienta excluida de este ocio: «Hay listas de invitados, pases de temporada, precios reducidos a según qué hora...».

Para la patronal del ocio, es un error apelar a la nostalgia del pasado. «Hace 25 años nadie quería al cliente de la planta hotelera que había en Platja d’en Bossa, porque iba de ‘todo incluido’ y no gastaba en los negocios de la isla. ¿Qué queremos? ¿El cliente que había antes o al de ahora, que alquila casas o hace excursiones en barco?».

En su opinión -y aquí existe unanimidad con prácticamente todo el sector empresarial- el principal problema es el alquiler turístico ilegal: «Leo las cifras del aeropuerto de Ibiza y cada año viene más gente. En cambio, el número de plazas de la planta hotelera ha bajado y falta vivienda para residentes y trabajadores. Lo que hay que hacer es lo mismo que se hizo para parar las fiestas ilegales: cuando vean un alquiler turístico ilegal, que lo cierren».

Finalmente, Benítez destaca las óptimas relaciones que el sector ha mantenido con las administraciones públicas: «Con el anterior Govern teníamos muy buena relación y con el actual, igual. Del Consell, ninguna queja, todas sus promociones son muy positivas. No tengo ninguna crítica».

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