Séptimo modificado del contrato de basuras de Ibiza, esta vez por 206.100 euros

El pleno del Ayuntamiento de Ibiza tiene previsto aprobar hoy la séptima modificación del contrato de limpieza firmado con Valoriza. Una actualización del contrato que costará 206.168 euros y que servirá para la reposición parcial de contenedores soterrados de la Marina y Dalt Vila, la adquisición de un vehículo para el desplazamiento de operarios de mantenimiento, la adquisición de casetas de cubrimiento para contenedores para el cartón comercial en la Marina, de nuevas papeleras y de tapas para el cierre de las bocas de los contenedores en superficie de la fracción orgánica.

El concejal Jordi Grivé explicó que el servicio «todavía permite modificaciones» dentro de los límites que fija la ley de contratos, que es de un 20% sobre el precio inicial. Este cambio supone un incremento del 0,2% sobre la contrata a 10 años, lo que hace que estos cambios lleguen al 15% sobre el precio inicial.

Por otra parte, el Consistorio está considerando adquirir varias máquinas de limpieza de aceras, de entre las tres con las que ha realizado pruebas, que actuarán de forma independiente al servicio de limpieza. Su adquisición y la contratación del personal que las utilice implicarán una nueva modificación de la contrata.

Con vapor

La limpieza integral que se llevó a cabo ayer en el paseo marítimo también sirvió para probar una nueva máquina de limpieza de aceras que permite actuar con más presión y diferentes temperaturas con el objetivo de quitar chicles y manchas del piso. El concejal Grivé se mostró muy satisfecho ante los periodistas con el resultado y dijo que el Ayuntamiento prevé su adquisición.

El responsable técnico de la empresa suministradora de máquinas hidrolimpiadoras de agua de alta presión, Ignacio López, explicó que se trata de un dispositivo diseñado para trabajar a 500 bares de presión y 30 litros por minuto. La prueba se hizo a 300 bares y 24 litros por minuto, tanto con agua fría como con vapor a 98ºC. El uso de vapor permite derretir los chicles adheridos a las baldosas, uno de los elementos más complicados de la limpieza de aceras,al tiempo que se desinfecta la acera eliminando musgo, liquen o plantas. La prueba dio un resultado de 35 segundos por metro cuadrado de acera, a lo que se debería sumar la retirada posterior de residuo con agua a presión.

Esta máquina «tiene la ventaja de ser portátil, lo que la hace más manejable y permitirá actuar en calles más estrechas», explicó el concejal. Cuenta con una furgoneta y un remolque que contiene los programas de presión y temperatura de agua que aplica. «La prueba está saliendo muy, muy bien», opinó el concejal. La diferencia era muy evidente en las baldosas por las que había pasado la máquina, que quedaban casi como nuevas y recién instaladas.

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