Elecciones Generales 23J | El voto por zonas

El voto en Ibiza barrio a barrio: dónde ha arrasado el PP y las zonas en las que resiste la izquierda

El mapa electoral pitiuso regresa al escenario anterior al gran ascenso de las izquierdas que se registró en 2019: división de fuerzas en Vila, abrumadora mayoría del PP en las zonas rurales y una izquierda que se mantiene fuerte en barrios densamente poblados como Cala de Bou, Siesta o Caló des Moro

Un ciudadano vota el pasado domingo en el colegio de Can Raspalls.

Un ciudadano vota el pasado domingo en el colegio de Can Raspalls. / Vicent Marí

Cuando se analiza el mapa electoral de Ibiza se comprueban unas constantes comunes que se han ido repitiendo a lo largo de los años y se consolidan consulta tras consulta electoral. En general, el mapa es mayoritariamente azul con unas cuantas islas de color rojo, que coinciden con las zonas urbanas más densamente pobladas: algunos distritos de Vila y Sant Antoni, Siesta y todo Cala de Bou.

Estas son las bases fieles. Si la izquierda quiere competir en unas elecciones, lo mínimo es que mantenga sus feudos tradicionales. Partiendo de esta premisa, se pueden dibujar dos escenarios: el que se produjo en 2019, cuando la izquierda logró un resultado excepcional y logró decantar la balanza a su favor en una serie de distritos electorales -como Can Bonet, Can Misses, Cas Capità o Sant Jordi, por poner ejemplos de cuatro municipios distintos-; o lo que sucedió en las últimas elecciones autonómicas y municipales, en las que arrasó la derecha e incluso se hizo con distritos de Vila que habitualmente aparecen teñidos de rojo.

Una mujer en la cabina del voto secreto en Vila. | TONI ESCOBAR

Dónde gana la izquierda y dónde la derecha. /

El pasado domingo no sucedió ni una cosa ni la otra, sino que se regresó al escenario que se ha repetido en otras ocasiones: victoria de la derecha pero sin avasallar. A la espera que se recuenten los votos del CERA (censo de residentes ausentes en el exterior), las fuerzas conservadoras obtienen el 51,7% de los votos, mientras que la izquierda recibe el 45,4% de los apoyos. Un resultado que reafirma ese lugar común tan ampliamente extendido que afirma que el electorado ibicenco es mayoritariamente conservador, pero tampoco demasiado.

Vuelve el bipartidismo

Antes de analizar los resultados por distritos, es necesario detenerse en la configuración interna de los bloques de izquierda y derecha, ya que hay un cambio relevante que se puede resumir en solo tres palabras: vuelve el bipartidismo. Tras la implosión del sistema de partidos que se produjo en las elecciones autonómicas y municipales de 2015, las aguas vuelven a su cauce y PP y PSOE aumentan sus apoyos, mientras que se reduce el espacio de los partidos situados a sus márgenes.

En el campo de la izquierda las cuentas están clarísimas. En 2019, Unidas Podemos, Más País y Més Esquerra sumaron 12.037 votos. Ahora, en la confluencia bajo el paraguas de Sumar solo han obtenido 8.175 votos. En resumen: Sumar no suma. Los 3.862 votos que pierden coinciden exactamente con el ascenso del PSOE, que ha aumentado 3.598 votos respecto a 2019. La izquierda se mantiene, pero su voto se concentra en el PSOE.

La izquierda retiene el votoen sus barrios fieles y el PP se impone en el resto de la isla

Una mujer en la cabina del voto secreto en Vila. / oavid ventura. eivissa

En el otro bloque, en 2019 los partidos al margen de PP (Vox y Ciudadanos) obtuvieron 11.663 votos, y en 2023 solo han sumado 7.380 votos. El PP se beneficia de la desaparición de la formación naranja pero apenas puede darle un bocado a Vox, que en Ibiza resiste y solo pierde 407 votos. Por tanto, el aumento del PP se explica no solo por la concentración del voto conservador, sino también por la movilización de su electorado, que en 2019 decidió quedarse en casa.

Vila bicolor

Si se estudia el comportamiento electoral de Vila por distritos, se comprueba que la ciudad tiene un área azul y otra roja. Así, la derecha gana en el casco histórico y los barrios de es Pratet, Eixample, es Clot, Can Misses, Vuit d’Agost y Talamanca. La izquierda, en cambio, gana es Puig des Molins, ses Figueretes, sa Colomina, es Viver, Cas Serres, Ca n’Escandell y Platja d’en Bossa.

Respecto a 2019, cambian de color el casco histórico, es Viver, sa Capelleta y algunas mesas del Eixample y es Pratet. En estos distritos donde hay un vuelco político, el PP registra subidas porcentuales de entre el 13 y el 21%. A pesar de que el PSOE sube en prácticamente todas las mesas, no puede contrarrestar la bajada del espacio progresista englobado en Sumar, especialmente intensa en es Viver (13,1%) o la Marina y Dalt Vila (14,8%).

Ses Figueretes sigue siendo el gran feudo de la izquierda en la ciudad, ya que suma el 60% de los apoyos. Allí, el PSOE obtiene el 44,4% de los votos. Los socialistas también logran un muy buen resultado en sa Colomina (40,6%) y Cas Serres (40,2%).

La izquierda mantiene Cala de Bou, la derecha recupera Sant Jordi

La marea progresista de 2019 logró decantar a su favor zonas del municipio de Sant Josep donde el PP solía ganar, aunque de manera ajustada. No obstante, este 2023 todo el municipio de Sant Josep se ha vuelto a pintar de color azul excepto Platja d’en Bossa, Cala de Bou y Port des Torrent.

Así, el PP recupera Sant Jordi, sa Carroca y Sant Francesc. Los resultados del PP son muy buenos, al margen de la caída de Vox, que bascula entre una pérdida del 3 al 9% de los votos según las mesas. En sa Carroca, el PP sube un 17,5%, en Sant Jordi un 14,8% y en Sant Francesc, un 18,1%. El PSOE mantiene los resultados e incluso se apunta pequeños aumentos, pero en estos puntos la caída de lo que anteriormente era Podemos es muy significativa: un 9,3% en sa Carroca y un 8% en Sant Jordi.

Por su parte, Cala de Bou se mantiene fiel a su condición de feudo de la izquierda. También es la zona donde el bipartidismo todavía no se ha impuesto y Sumar y Vox obtienen sus mejores resultados. Así, la coalición liderada por Yolanda Díaz obtiene en Cala de Bou una horquilla de entre el 20,2 y el 17% de los votos. En contraste, esta zona ‘roja’ es también el granero de votos de la ultraderecha, que obtiene entre el 20,3 y el 18,6% de los apoyos, según las mesas electorales.

Pese a que la izquierda sigue siendo mayoría -especialmente en Port des Torrent, con un 56,5% de los votos-, el PP sube con mucha fuerza: entre un 13,8 y un 11,1% según las mesas.

La izquierda retiene el votoen sus barrios fieles y el PP se impone en el resto de la isla

Un votante se dispone a depositar las papeletas en al urnas. / oavid ventura. eivissa

51,7% porcentaje de los votos del bloque conservador, de PP más Vox

El bloque progresista, de PSOE y Sumar, alcanza el 45,4% de los apoyos. En 2019, en cambio, la izquierda ganó por 2,5 puntos.

3.598 son los votos que gana el PSOE respecto a los comicios de 2019

Una cifra que casi coincide con los 3.862 sufragios que pierden los partidos a la izquierda del PSOE.

13-21% es la subida del PP en barrios de Vila como es Pratet o sa Capelleta

En estos barrios, el PP vuelve a ser primera fuerza. También decanta a su favor todo el Eixample y es Viver.

Can Bonet regresa al PP

En Sant Antoni, el único vuelco relevante se produce en Can Bonet, donde el PP vuelve a ser la fuerza más votada gracias a un aumento del 14,8% en sus apoyos. En ses Païsses, donde hace cuatro años hubo un empate entre ambos bloques, la balanza se decanta también a la derecha: el PP sube un 8,1% y compensa la caída de Vox del 2%. La izquierda mantiene los mismos apoyos, aunque el trasvase de votos entre partidos es un calco: lo que gana el PSOE (7,9%) lo pierde Sumar (7,8%).

La izquierda mantiene su supremacía en el barrio de es Molins, donde el PSOE se beneficia de la caída de Sumar -que pierde un 10,6%-, y también en Caló des Moro y ses Variades, donde la subida del PP -entre el 10,9 y el 13,4%, según las mesas- no le alcanza para superar a los socialistas como primera fuerza política.

En las zonas rurales, el dominio conservador es incontestable, especialmente en Santa Agnès, donde el PP obtiene el 59,5% de los votos. Es aquí donde el voto conservador está más agrupado y donde Vox obtiene peores resultados, apenas un 5,3%. Sant Rafel también es de color azul, aunque aquí las cosas están más igualadas: el PP consigue el 41,3% de los votos y el PSOE, el 33%.

Siesta, la isla roja en la mitad norte

Si la autovía de Vila hasta Sant Antoni dibujara una frontera imaginaria entre la mitad norte y sur de la isla, la parte septentrional estaría claramente pintada de color azul con apenas algunas salpicaduras de color rojo.

Así, la aldea gala progresista sigue siendo el barrio de Siesta, en Santa Eulària, donde nuevamente la subida del PSOE (8,3%) compensa en parte la fuerte caída de Sumar (13,7%) e inclina la balanza hacia el bloque progresista. Como sucede también en Cala de Bou, los feudos de la izquierda son los lugares donde Vox obtiene un mejor resultado, ya que aquí logra el 14,4% de los apoyos. En Can Guasch, también en Santa Eulària, hay un empate técnico entre la izquierda y la derecha.

El otro distrito en el que vence la izquierda es en sa Tanqueta, en el norte de Puig d’en Valls, donde el PSOE consigue el 39,4% de los apoyos, a diez puntos de ventaja del PP. En es Canar, el núcleo urbano de Sant Carles y es Figueral, donde los datos electorales se presentan agrupados, y que era un feudo de Podemos, regresan también a la derecha. Sumar cae un 12,6% y pasa de primera a tercera fuerza política.

El resto de zonas rurales del centro y el norte de la isla son un universo azul donde el voto del PP supera siempre el 50%. En Santa Gertrudis se lleva el 58,1% de los apoyos y en la zona de Sant Carles -excepto el pequeño núcleo urbano del pueblo- el 61,1%. En Sant Joan, los populares logran el 54,2% de los votos. Vox tiene importantes apoyos en Sant Joan (13,2%) y en Sant Miquel (12,5%). Sumar, en cambio, supera a Vox como tercera fuerza política en Sant Llorenç y Santa Gertrudis.

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